Este libro es también la historia de mujeres valientes que marcaron el camino y cuyo ejemplo nos ayuda a despertar nuestras conciencias y también a enseñar a las más jóvenes.
Empezando por Eva, la primera que mordió la manzana, esta es una historia sobre todas las mujeres. Porque Leticia Dolera nos invita a abrazar una causa, que es la de todas las personas que soñamos con una sociedad justa. Por mucho que nos hayan repetido que Eva pecó al morder la manzana, nosotras sabemos que aquello fue precisamente lo que la hizo sabia. Entonces ¿qué?, ¿te apetece una? Una obra de empoderamiento feminista para todas las edades.
El libro, publicado por la editorial Planeta, y que con motivo de la huelga ha sido reseñado con entrevistas a la autora en grandes medios, muestra los estereotipos de la mujer, esos mitos que tan sólo por ser mujer debes cumplir. Entre ellos la búsqueda del amor romántico, de la belleza, la maternidad o el temor a la edad. Paralelamente explica los grandes hitos alcanzados por el feminismo, como el derecho al aborto, el voto femenino o la revolución sexual.
Leticia Dolera ha querido escribir un libro feminista, una obra sobre la igualdad de los hombres y mujeres para ambos sexos. Porque la cineasta no se olvida de los hombres. Para la directora ellos también son necesarios en la lucha por un mundo más justo e igualitario y por eso deben implicarse activamente en este movimiento social.
"Ser feminista implica para mujeres y para hombres empezar a mirar la realidad a través de un nuevo cristal" defiende Dolera. Y es que con su obra invita a los lectores a ver el mundo con las gafas del feminismo, unas gafas con las que podrás apreciar de forma crítica la sociedad patriarcal en la que vivimos pero que no nos podremos quitar fácilmente.
Con esta obra Dolera quiere empoderar a la mujer, que dejen de querer morder la manzana y se la coman entera, e invita a hacer un pacto a toda mujer que lea su libro: "Tú, yo, todas las personas que estamos leyendo esto vamos a hacer una promesa: prometo nunca permitir que la vergüenza de una agresión sexual, de una agresión machista o de una violación recaiga sobre la persona que la sufre. La culpa es de quien agrede, quien acosa, viola o pega".