El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha alertado de que ninguna de las carencias detectadas por el último informe PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos) en los alumnos españoles se solucionará con la puesta en marcha de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
"Una vez más, el gobierno de Rajoy aprovecha un informe PISA para hacer propaganda de su modelo educativo; o, lo que es lo mismo, para decir falsedades. Porque ninguna de las carencias que detectan estos informes se solucionan con la LOMCE", ha argumentado el líder socialista en un apunte en su cuenta personal de la Facebook.
En este sentido, Rubalcaba se ha mostrado convencido de que "desde luego" la competencia lectora "no mejorará subvencionando centros que separan a los niños de las niñas" ni la formación en matemáticas aumentará "cediendo espacios públicos para que se construyan colegios privados".
"Ni la capacidad de los chicos y chicas para programar un aire acondicionado (una de las cosas que evalúa el último informe PISA) se verá desarrollada porque la asignatura de religión cuente para estudiar medicina", ha argumentado.
Para el líder del PSOE, la calidad del sistema educativo español no mejorará con la LOMCE, "una ley que nos hace retroceder más de 30 años, y mucho menos con unas políticas, que suben tasas, recortan becas, reducen el número de profesores y limitan la igualdad de oportunidades". "Y eso es, exactamente, lo que está haciendo el Partido Popular", ha concluido.
Por su parte, el portavoz del PSOE de Educación en el Congreso, Mario Bedera, secunda la teoría de que el Gobierno instrumentaliza los datos de PISA para justificar su reforma educativa", cuando está demostrando con los hechos que "con la LOMCE el Gobierno va en dirección contraria".
El exsecretario de Estado de Educación asegura que "no hay nada en la LOMCE" que mejore las competencias que dejan en evidencia los programas PISA.
A su juicio, hacer evaluable la religión o recuperar las reválidas no va a servir para mejorar habilidades de la vida cotidiana como las que evalúa el informe PISA.
Así, Bedera se pregunta también "qué tiene que ver" el segregar niños y niñas con las competencias lectoras; o el permitir que suelo dotacional público se ceda a empresas para construir centros privados con las habilidades en matemáticas; o eliminar el carácter de servicio público que hasta ahora ha tenido la educación con los conocimientos de idiomas.
"¿Qué tiene que ver el introducir el adoctrinamiento religioso en las aulas con lo que necesita un joven para enfrentarse al mercado de trabajo?", critica el diputado del PSOE sobre la política educativa del PP.
Además, considera que "nadie niega que hay margen de mejora", para recordar que, salvo el PP, la mayoría de los grupos políticos, el sector educativo o las asociaciones de padres y madres coinciden en que la LOMCE no sólo "no mejora", sino que supone un "retroceso" de décadas en el sistema educativo.
Una falta de respeto
Bedera considera también que es una "falta total de respeto al colectivo" y a quienes cuestionan la reforma educativa que la secretaria de Estado de Educación haya indicado este martes que "deben ser los docentes los que lideren el cambio".
Es más, se pregunta a qué docentes se refiere, si a los mismos que el Gobierno "ha ninguneado" durante la LOMCE o "a esos a los que dijo Gomendio que iban a la huelga porque lo que querían era que se les subiera el sueldo, o a los que llamó vagos e incrementó el horario escolar".
El portavoz socialista de Educación recuerda que precisamente la LOMCE lo único que no ha tocado de la LOE es el Titulo III en relación con el profesorado. "Que expliquen, si hablamos de metodología, de docentes, cómo vamos a tener mejores resultados cuando se tienen más alumnos y menos docentes gracias a las políticas educativas del PP, esas que han expulsado a 40.000 docentes del sistema educativo", ha insistido, al mismo tiempo que ha recordado los 5.000 millones de euros menos en dos años.
Para concluir, Mario Bedera ha resaltado que el propio "padre" del informe PISA, el responsable de Educación de la Organización para el Desarrollo y la Cooperación (OCDE), Andreas Schleicher, ha advertido de que la mejora de resultados sí tiene que ver con la transformación pedagógica y que en ningún caso se soluciona solo cambiando las leyes.
El exministro socialista Ángel Gabilondo ha sido muy crítico con el estándar de PISA, en el que los alumnos españoles obtienen resultados por debajo de la media de la OCDE. Incluso cuestionó los elogios hacia países como Finlandia o Corea del Sur, cuyos estudiantes destacan tradicionalmente en todas las convocatorias de PISA.
En este sentido, Gabilondo ha señalado que "la educación es un proceso civilizatorio, por lo que hay que ver también la vida de los jóvenes en esos países que se pintan tan fascinantes". No en vano, no es el primero en recordar las altas tasas de suicidio juvenil en regiones con excelente rendimiento en PISA.
Los padres de alumnos responsabilizan a las CCAA
La Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) ha exigido responsabilidad a las consejerías de Educación de las comunidades autónomas por los resultados del informe PISA 2012, que sitúa a los alumnos españoles por debajo de la media de la OCDE en todas las áreas evaluadas y revela diferencias "inasumibles" entre autonomías.
"Mientras unas comunidades superan la media de la OCDE, otras están por debajo", advierten desde esta organización, para añadir que los datos demuestran la "ineficacia" de la Conferencia Sectorial de Educación, "incapaz" de acoger las buenas prácticas de las que tienen mejores datos y de "desterrar" los errores de aquellas que no alcanzan la media.
Según CONCAPA, "lo más adecuado" sería consensuar una metodología común, que permita a "todas" las autonomías alcanzar con éxito el nivel adecuado. Asimismo, señala que el estudio "evidencia" dos "graves defectos" del sistema educativo: la "inadecuada" metodología pedagógica y lo "obsoleto" del sistema de formación y perfeccionamiento del profesorado español.
Editorial de El País: El drama educativo
Una y otra vez, el informe PISA insiste en advertir de que el nivel de los alumnos españoles está lejos del que debería ser. Si en pruebas anteriores habían obtenido mediocres resultados en matemáticas, ciencias y comprensión lectora, la última evaluación realizada ha demostrado que en habilidades prácticas los resultados son peores. En unas pruebas que miden la capacidad para desenvolverse en la vida, como programar el aire acondicionado o sacar un billete de transporte combinado, los alumnos españoles de 15 años están 23 puntos por debajo de la media de los países de la OCDE y 30 puntos por debajo de Francia, Italia y Alemania.
Se trata de un auténtico drama del que no parecen ser del todo conscientes los responsables en todos los ámbitos. Se ha perdido —desde hace tantos años— demasiado tiempo en luchas ideológicas estériles sobre el papel que debe tener la religión en la escuela o sobre qué valores se han de transmitir en lugar de buscar el consenso necesario para dar el vuelco que la educación necesita en nuestro país. No ha habido reforma capaz de enderezar la situación, y está por ver que la última pueda aportar cambios sustanciales. “Hace falta un cambio radical en la metodología de la enseñanza”, afirmó la secretaria de Estado de Educación, para superar modelos “anticuados” basados solo en memorización de contenidos. Lo que el informe PISA sugiere es que hay que dotar a los alumnos de las habilidades necesarias para aplicar los conocimientos que adquieren; lo importante no es cuánto se sabe, sino qué se puede hacer con lo que se sabe, y ser además capaz de aprender lo que se ignora.
Con un profesorado diezmado, desanimado y sin posibilidades de reciclaje, difícilmente se podrán vencer las inercias didácticas que han conducido a estos resultados. La educación requería y sigue requiriendo un pacto de Estado que permita alcanzar un diagnóstico fiable de las carencias que tenemos y aplicar los cambios necesarios. Es urgente, en primer lugar, un planteamiento pedagógico mucho más orientado a desarrollar capacidades y habilidades creativas. Y en segundo lugar, medidas de refuerzo de la actividad docente, con programas destinados a mejorar la capacidad didáctica del profesorado y de apoyo a los alumnos más rezagados. Sin medidas extraordinarias, difícilmente lograremos superar el diferencial que nos separa de los mejores.
