Estas últimas fueron palabras de uno de los espontáneos presentes (más numerosos que los 7 oradores) en el salón de juntas del centro, al rendir homenaje este jueves a Juan Trías Vejarano, catedrático de Ideas Políticas al cuarto intento tras ser discriminado, primero por líneas ideológicas y luego por cuestiones de poder, según la propia y discreta versión en vida de quien falleció este verano en Madrid de un infarto, a los 85 años. El homenajeado fue responsable del PCE los años sesenta y setenta en la sección de Políticas de la antigua Facultad UCM, cuando Carlos Berzosa lo era de Económicas, según reveló éste, cuatro décadas después Rector y su colega Vicerrector: "yo luego dejé de militar, pero teníamos como encuentro el marxismo".
Entre la decena de intervinientes anónimos, además de los siete oradores, figuraban un alumno del curso 1967-1968 y cuatro décadas después jefe de inspección de universidades en Madrid, a quien tanto Trías Vejarano como Luis Díez del Corral, principal historiador de las Ideas Políticas, le dieron sobresaliente. "Antes de que falleciera yo tenía ilusión de ir a verle con mi nieto, ahora a punto de graduarse", añadió. También otro alumno décadas después Decano, quien compartió célula en el PCE y le recordó como siempre "realista ante los del asalto a los cielos", además de uno de los pocos numumerarios que apoyía el asalto al decanato de los PNN (profesores no numerarios), "hombre bueno, honesto, cercano, entrañable y de permanente sonrisa abierta, que en momentos difíciles siempre encontraba algo cercano a la bonhomía". Otro le definió como profesor de los que nunca se olvidan, "peripatético, abstraído, siempre con fundamento, muy entrañable" pese a la fama de difícil. La ex-compañera le presentó como volcado a mejorar el conocimiento de los estudiantes y ayudarles a ser mejores ciudadanos y mejores personas". Y otra profesora que compartía almuerzos de "los martes, lentejas" dijo que era "el gruñon más encantador y entrañable que he conocido".
"Le recuerdo como persona dedicada a su trabajo y sus alumnos, muy riguroso en exámenes, intelectualmente honesta, sencilla, cariñosa", dijo Joaquín Abellán, Catedrático de Ciencia Política después de que presentaran el acto Esther del Campo, Decana de la Facultad, y Javier Moreno, Director del Departamento de Historia, Teorías y Geografía Políticas. "Hemos logrado entre todos dar una visión polifacética de Juan, ¡ojalá se pusieran en valor esas ideas¡", resumiría la decana al cerrar el acto para que ante la sucesión de voces espontáneas no pasara la hora de almorzar.
Francisco Aldecoa, Catedrático de Relaciones Internacionales y ex-decano de la Facultad, destacó su "discreción, capacidad de análisis, compromiso político, honestidad y estabilidad". Dijo que "cuando en los 80 no sacó la cátedra sacamos la impresión de que había habido injusticia y desde entonces le tuve especial simpatía", entre otras razones por su compromiso universitario ("nunca quiso estar más que en la universidad", porque como él pertenecçia a la burguesía ("él a catalana, yo a la vasca"), porque además les unía el interés por el federalismo (el por el español, yo por el europeo" y porque le recuerda "como un hombre de especial dignidad".
En su turno, Carlos Berzosa, Catedrático de Economía Aplicada y ex-rector de UCM, recordó a Trías como un profesor "hueso, no tanto como Castañeda", cuando sustituía a Diaz del Corral, poco antes de separar físicamente a Políticas y Económicas. "Se sentía muy interesado por la crisis de los setenta y lo que representaba de fin del paradigma keynesiano y aparición del neoliberal". Añadió que como profesor era de una "especie ahora a extinguir: culto, erudito, muy ilustrado cuando empezó a llevarse el especialista, cercano a los estudiantes, exigente aunque tanto como Diaz del Corral". Reconoció que su tardanza en lograr la cátedra fue "una de las mayores injusticias de la universidad española". También afirmó que su conocimiento del marxismo nunca le llevó a ser dogmático ni sectario, pues pertenecía al grupo de profesores que leía y conocía mucho más de lo que escribía.
Esther Pascual López, Asesora técnica del Ayuntamiento de Madrid y alumna de Juan en el curso 1980-1981 y luego colega en la Fundacion Ortega-Marañón (Trías fue discípulo de Ortega, exponente del liberalismo antiautoritario durante el franquismo), a quien años después -al ir vestida de negro y con rayas en el pelo- dijo que “una comunista no puede ir con esas pintas, su crítica más despiadada". Recordó que "hacía exámenes orales generadores de miedo escénico", injustificado, como a la chica a quien preguntó por lo sucedido en China durante la revolución gloriosa de Inglaterra, alumna que abandonaba el examen con la cara cambiada antes de que el profesor dijera que no le había dado permiso. "Como María José Villaverde con su punto de vista sobre Rousseau, he estado en contra de sus tesis, y él siempre se avino a hablar con cualquier persona de cualquier cosa", como con su otro amigo, Rafael Botella Garcia Lastra magistrado de lo contencioso:" Nunca tuvo posición de especial vedetismo por lo de la cátedra; tenía confianza ciega en el ser humano, irradiaba tranquilidad y optimismo".
Por su parte, Eddy Sánchez, DIrector de la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM), alumno suyo del últmo curso, le recordó como responsable de esta Fundación interesado en poner acento en la i de investigaciones, y antes por su "especial cariño por gente joven" y sus críticas al eurocomunismo y al abandono del leninismo por el PCE, como representante en Madrid de la línea representada en otras partes por Vázquez Montalvan ó Tony Domènech, destacado entre ellos como los intelectuales que se opusieron al abandono del leninismo. Luego, en los años ochenta, con la crisis del marxismo, Trías intentó ahondar a la ofensiva, ya vicedecano con Bustelo, para participar en la reconfiguracion del PCE como izquierda alternativa. "Marx, Lenin y
Gramsci eran sus referencias" al constituir la biblioteca, una de las más importantes del marxismo en el mundo.
Carlos Trias Pintó, su hijo, consejero editorial y colaborador de Ibercampus.es, acompañado en el acto por hermana y familia, mostró su gratitud por el consenso gozado de "quienes ahora están o no han podido estar" (caso entre otros del profesor Antonio Elorza), así como su acuerdo con las características de cariño, rigor, compromiso, honestidad, dignidad, etc. A ellas añadió la incesante inquieted intelectual y visión de la realidad, muy global y holistica, aunque en familia llegaba a quejarse de lo que se dispersaba cuando "todo el tiempo libre lo dedicaba a leer". Como ejemplo de su calidad científica dijo que tardó 20 años en escribir su último libro, sobre la transición del feudalismo al capitalismo, porque cada párrafo era muy elaborado.
En este libro Juan Trias desentraña el paso al mundo capitalista a través de cinco autores tepresentativos (Bodino, Altusio, Suárez, Grocio y Hobbes), cuyas obras estudia en sus versiones originales, muchas de ellas en latín, según comenta la también catedrática de la Universidad Complutense de Madrid María José Villaverde, quien intervino en la presentación de la obra, organizada por la editorial, Marcial Pons, junto a José Álvarez Junco y Joaquin Abellán, el pasado 19 de septiembre, acto también póstumo de homenaje al autor de "Del antiguo régimen a la sociedad burguesa. El cambio de visión de Bodino a Hobbes" :
