jueves,18 agosto 2022
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Bajada histórica de impuestos a ricos,comoTrump y Bolsonaro

PP y C´s gobernarán Andalucía por Vox y España, tras renunciar a recentralizar Educación y Sanidad

Redacción
PP y C´s gobernarán Andalucía con el apoyo parlamentario de Vox y con vistas a extender ese modelo como alternativa para el resto de España. Han renunciado para ello recentralizar Educación y Sanidad. Pero la clave del pacto será fiscalidad de donde han de surgir los fondos para financiar esos dos servicios.Su reforma la inspiran los golpes fiscales de Trump y Bolsonaro, cuyas reformas tratan de reducir los impuestos a los ricos, además de negar discursos igualitarios, sexistas y racistas .

Juan Manuel Moreno Bonilla se dispone a presidir la Junta de Andalucía tras cerrar un pacto para formar un gobierno de coalición con Ciudadanos y otro acuerdo de investidura con Vox. El pacto con Ciudadanos establece que Moreno será el presidente de la Junta y Juan Marín el vicepresidente de un ejecutivo de coalición, cuya estructura se hará "de forma consensuada por ambas formaciones". Asimismo, incluye un acuerdo programático de 90 medidas. El suscrito con Vox garantiza el apoyo de este partido a la investidura de Moreno y se sustenta en 37 medidas en paralelo a las pactadas con la formación naranja.

El Gobierno, cuyo presidente ha lanzado el término "Voxsonaros" para describir ese pacto,  torpedea ya la rebaja fiscal pactada en Andalucía por el Partido Popular y Ciudadanos, intentando que tenga esa línea ilustrada por un término surgido a finales de diciembre en la campaña andaluza tenga visibilidad pero no tenga recorrido en el nuevo modelo de financiación autonómica. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defiende blindar el impuesto de sucesiones y donaciones en el nuevo modelo de financiación autonómica para que no pueda ser eliminado en Andalucía ni en otras comunidades, como defienden PP y Ciudadanos de cara a las elecciones autonómicas de mayo.

No obstante, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, esgrimirá un aumento extra de la inversión en Cataluña como argumento para lograr el apoyo de los partidos independentistas a la tramitación de los Presupuestos en el Congreso, destaca en su primera LA VANGUARDIA. En este sentido, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, adelantó ayer que "por primera vez después de mucho tiempo Cataluña será tratada con justicia en lo referente a nivel de inversión pública del Estado". Iceta consideró que esto será un "gran argumento" a favor de la aprobación de los Presupuestos.

Opiniones en los  medios

Por temor a esa influencia independentista o por influencia de sus intereses, la prensa impresa estatal reafirma sus primeros pronunciamientos a favor de ese cambio del cambio cambiado, según un resumen del discurso ahora imperante en Andalucía:Triunfa el cambio, era el titulo de uno de los primeros editoriales para darle la bienvenida  en EL MUNDO), Un pacto para cambiar Andalucía decía ABC, y Se cumple la voluntad de los andaluces apuntaba LA RAZÓN, mientras EL PAIS tambien confirma su tendencia de los ultimos meses a demorar pronunciamientos, como a veces LA VANGUARDIA, lo que dejaba nuevamente el contrapeso de opinion en y EL PERIÓDICO: Acuerdo con los ultras en Andalucía.Sus portadas reflejan similares interpretaciones: mientras EL PERIÓDICO habla de "el pacto de la vergüenza" porque  "la triple derecha investirá al popular Moreno" y LA VANGUARDIA  que "el PP presidirá Andalucía con los votos ultras de Vox",  EL PAÍS se limita a destacar que "el PP asume parte del discurso de Vox " y el resto recibe con entusiasmo el acuerdo: EL MUNDO titula: "El PP gobernará Andalucía al pactar por separado con Cs y Vox", LA RAZÓN  que "el PP conquista Andalucía sin ceder al órdago de Vox" y ABC titula a toda página: "Se acabó"; "PP y Cs aceptan incluir 37 puntos de Vox para que Juan Manuel Moreno Bonilla se convierta en el presidente que pone fin a 40 años de régimen socialista en Andalucía".

Pero Vox como otros populismos españoles y externos crecen en redes sociales, y especialmente Instagram, queha aumentado su número de usuarios a gran velocidad en los últimos meses superando los mil millones a nivel mundial. Como respuesta a esta nueva realidad, los partidos políticos de España no han tenido otra opción que aumentar el uso de esta plataforma como canal de sus mensajes políticos. Entre ellos, destaca Vox, partido político que se ha convertido en el centro de atención mediática por su controvertido programa político y su protagonismo a la hora de formar Gobierno en Andalucía. Su cuenta, tal y como muestra esta infografía de Statista, supera los 160.000 seguidores en Instagram, casi 70.000 más que la siguiente formación en popularidad, Podemos, que cuenta con casi 92.000 en la actualidad

La red social Instagram ha dejado de ser terreno exclusivo de los más jóvenes para aumentar su ámbito de influencia a sectores más amplios de la comunidad online. Así, una plataforma en un principio destinada a que los adolescentes interactuasen por medio de imágenes y vídeos retocados se ha convertido, especialmente desde este año, en un producto global. En consecuencia, ya no son solo los proveedores de servicios y artículos pensados para los más jóvenes los que necesitan esta red social para promocionar sus productos, sino que, poco a poco, les tocará a todas las empresas que quieran incrementar su presencia en redes sociales.

A nivel mundial, actualmente alrededor de mil millones de personas usan al menos una vez al mes Instagram, según datos de mayo de este año recogidos por TechCrunch. Aunque la red social Facebook, también propiedad de la compañía Facebook Inc., cuenta en estos momentos con más del doble de usuarios que Instagram (2.271 millones en el tercer trimestre de 2018), no se puede descartar que esta última le acabe ganando la batalla de la popularidad en algunos países.

Como también sucedió en el caso de España, WhatsApp fue el año pasado la aplicación de Google Play con una mayor demanda a nivel mundial, con 747 millones de descargas. Esta cifra se mantuvo prácticamente constante respecto al año anterior, con un ligero descenso del 2%. La siguiente aplicación preferida fue otro servicio de mensajería, Facebook Messenger, descargada de la plataforma de Google 593 millones de veces. Según estimaciones de la página de análisis Priori Data, el programa que más aumentó su popularidad en relación a 2017 fue el videojuego de superviviencia Garena Free Fire – Winterlands, con un aumento de un 1.300% y un total de 187 millones de descargas, seguido de la plataforma de vídeos musicales TikTok, con un incremento de un 386% y 302 millones de descargas. 

Renuncias del acuerdo con Vox y reacciones 

En esta línea mediática, el candidato del PP-A a la Presidencia de la Junta, Juanma Moreno, mostró su satisfacción por los acuerdos alcanzados con Ciudadanos y con Vox para posibilitar su investidura, y resaltó que se abre una "nueva página en la historia" de Andalucía tras "el monopolio en el poder del PSOE". Moreno dijo que el nuevo gobierno "nace con vocación de estabilidad", con una "base sólida", y que también será "el gobierno del diálogo". Agradeció a Ciudadanos y a Vox su "generosidad" y admitió que todas las formaciones han tenido que "ceder una parte" para llegar al "espacio común del cambio".

También el líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, habló de "día histórico" para la comunidad. "Prometimos cambio en Andalucía y traemos cambio", enfatizó. Insistió en desligarse de la negociación del PP con Vox y garantizó que el acuerdo entre ambos partidos "en ningún momento podría vincular al Gobierno de la Junta ni al pacto de noventa medidas". Marín subrayó que en el documento "queda claro" que se llevarán a cabo las medidas programáticas acordadas y que el ejecutivo es "sólo y exclusivamente de dos partidos constitucionalistas como son PP y Ciudadanos". "No habrá populistas en el Gobierno", concluyó.

Por su parte, el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, dijo que su formación tiene la voluntad de que el gobierno PP-Cs tenga "continuidad", y señaló que con su apoyo a la investidura de Juanma Moreno como presidente de la Junta "se acaba el cortijo de la izquierda en Andalucía". Sobre la negociación con el PP, Ortega Smith indicó que se ha llevado a cabo "con la máxima responsabilidad", entendiendo que "era una oportunidad histórica" y que ha habido "cesión por las dos partes". Explicó que en adelante apoyarán las medidas que sean acordes al pacto firmado con el PP y con los postulados de Vox, rechazando las que sean contrarias a su ideario. Por último, reprochó a Ciudadanos su talante "poco democrático respecto a quienes no piensan como ellos". "Han quedado retratados", concluyó.

En el acuerdo alcanzado con el PP, Vox renuncia a propuestas que planteó el martes, como que Andalucía renunciara a las competencias de Educación, Sanidad y Justicia, así como que se procediera a la derogación de las leyes andaluzas contra la violencia de género, para la promoción de la igualdad de género y para la no discriminación del colectivo LGTBI.

PP y Vox sí han acordado "cumplir con la legislación vigente en materia de inmigración, evitando todas aquellas decisiones que puedan favorecer un 'efecto llamada' y combatir a las mafias que trafican con personas". Asimismo, se comprometen, entre otras cuestiones a "crear una Consejería de Familia", a "garantizar la libertad educativa y el derecho de los padres a elegir el modelo que deseen para sus hijos". Además, PP y Vox apoyan "promover una ley de concordia que sustituya a la ley de Memoria Histórica".

El secretario general del PP, Teodoro García-Egea, defendió el pacto alcanzado con Vox al considerar que "objetivamente mejora la vida" de los andaluces y se mostró "seguro" de que lo repetiría a nivel nacional si se diera la situación para sacar a Pedro Sánchez de La Moncloa. "Yo prefiero sentarme con Vox que con el señor Rufián", recalcó García-Egea.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, celebró el acuerdo que su partido ha alcanzado con el PP por el que apoyará la investidura del popular Juanma Moreno a cambio de que éste aplique desde el Gobierno "una parte importante del programa de Vox.

Mientras, la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, apeló a la "fuerza" del millón de andaluces que votaron al PSOE para seguir luchando por defender "los derechos de todos". El secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Juan Cornejo, lamentó que PP y Cs permitan que un partido de "ultraderecha" como Vox, "que no cree ni en el Estatuto ni en la Constitución", condicione las políticas del Gobierno andaluz.

Por su parter, el Gobierno español  lamentó ayer "la radicalización del PP y Ciudadanos por el pacto con la ultraderecha" en Andalucía, y advirtió de que estará "vigilante" ante "esta deriva hacia el machismo y la xenofobia" y ante quienes se empeñen "en volver a la España en blanco y negro". Para el Gobierno, "Ciudadanos, además, ha desatendido los llamamientos de los partidos europeos a la moderación y a desenmascarar el autoritarismo de la ultraderecha" y ha propiciado que Vox sea "un actor principal en el gobierno de los andaluces", indica en un comunicado. La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, resaltó que Ciudadanos "acaba de pasar a la historia como el partido que blanquea y pacta con la ultraderecha filofranquista".

Barones del PP expresan su malestar con las exigencias de Vox

Las exigencias de Vox para alcanzar un acuerdo con el PP en Andalucía han provocado malestar entre los barones de esta formación, según reflejan varios diarios. A las críticas de días anteriores del presidente de la Xunta, Alberto Nüñez Feijó, se sumaron ayer el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, que afirmó que al partido de Santiago Abascal "le falta un hervor", ya que "le cuesta pasar de la demagogia y de la propaganda a la política". El presidente del Gobierno murciano, Fernando López Miras, hizo hincapié en que él no "firmaría" la mayoría de las medidas que pedía Vox. En concreto, afirmó que respecto a la violencia machista no se puede dar "ni un paso atrás".

La presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, Isabel Boning, subrayó que "lo de la violencia machista es un debate superado. Negarlo es absurdo". Por su parte, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, criticó el "uso político" de la violencia de género.

Por otro lado, EL PAÍS y EL MUNDO reflejan que El Elíseo advierte a Ciudadanos de los peligros de pactar con la extrema derecha. La ministra francesa de Asuntos Exteriores, Nathalie Loiseau, dijo ayer que "no puede haber compromiso alguno con un partido de extrema derecha".

Mientras, cerca de un centenar de colectivos feministas de toda España iniciaron  una andadura permanente y larga de movilizaciones para frenar lo que consideran un grave peligro de regresión de los derechos de la mujer debido a la irrupción en el mapa político de Vox y su ideario machista. "Negar la violencia de género es exactamente igual a negar el Holocausto judío", señalan.

Por su parte, la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, en el Congreso afirma en una entrevista en 20 MINUTOS: "Mientras Rivera, Casado y Abascal dicen burradas, a las mujeres no siguen matando".

La reforma fiscal como clave del pacto: la mayor rebaja de impuestos a los ricos en la historia de España

Para leer que la clave de ese giro del PP para pactar con  Vox y gobernar con C`s, estrategia que tanto ellos como PSOE y Podemos consideran impromirá caracter ante el próximoi ciclo electoral de las elecciones locales, autonómicas, europeas e incluso estatales, hay que recurrir a versiones exclusivamente digitales como Eslibre.es y eldiario.es

EL primero destaca una bajada drástica y brutal de ingresos que tendría que ser compensada con deuda o mediante recortes sociales. Ese sería el resumen de las consecuencias que tendría la aplicación de las principales medidas a nivel fiscal del programa económico de Vox, al menos según el análisis que hacen los economistas consultados por infoLibre de propuestas de la ultraderecha a nivel estatal como la rebaja radical del IRPF para las rentas más altas, la liberalización casi total del suelo o la bajada de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social.

A pesar de que el partido de extrema derecha ha tratado de marcar perfil propio en las últimas semanas centrándose en algunas de sus propuestas más polémicas a nivel territorial o de derechos civiles, como son la supresión de las autonomías o la derogación de la ley de protección contra la violencia de género, entre sus 100 propuestas prioritarias también se encuentran algunas de carácter económico. Vox no ha ofrecido ningún cálculo sobre cómo podría afectar la puesta en marcha de sus medidas, pero los economistas consultados por este diario alertan de que llevar a la práctica los planteamientos –por ahora, extremadamente vagos– de la formación implicaría un desequilibrio económico que podría poner en peligro los servicios sociales.

Según explica el técnico de Hacienda Ricardo Rodriguez en ELDIARIO.ES, todos los impuestos que se quiere reducir drásticamente o suprimir poseen un rasgo común: son impuestos directos. Salvo una rebaja de IVA a productos y fármacos infantiles y geriátricos, quedan intactos los tributos indirectos, que son los que, como nos enseñara Ramón Tamames en su clásica Estructura económica de España, "en relación a las rentas percibidas gravan proporcionalmente más a las clases media y trabajadora".

Se quiere suprimir el Impuesto de Patrimonio, el de Sucesiones y Donaciones y la Plusvalía municipal. Que a Vox le traiga sin cuidado la pérdida de autonomía y suficiencia financiera de las entidades locales para prestar servicios a la ciudadanía es algo que ya no debería sorprender a nadie. Y los dos primeros tributos desde hace tiempo cargan con una nefasta reputación, en gran parte debida a la pereza mental de quienes deberían explicar su trascendencia para la justicia general del sistema y a la caótica y dispersa regulación normativa a la que los han llevado las Comunidades Autónomas, inmersas en una delirante e irresponsable competencia fiscal a la baja que a la larga a todo el mundo perjudica.
Hay reformas innegables que acometer en ellos. Lo que rara vez se confiesa por los partidarios de la supresión es a qué sector de la sociedad beneficiará que desaparezcan. El Impuesto sobre Patrimonio goza por lo general de un importe exento de 700.000 euros y del cálculo de su base se excluyen, entre otros bienes, la vivienda habitual por un valor de hasta 300.000 euros. No es, pues, a la gente humilde a la que castiga. Para el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se han extendido entre las Comunidades elevadas bonificaciones que o bien eximen o reducen a lo simbólico el pago de cónyuges, ascendientes y descendientes. Los límites de caudal para las bonificaciones son muy altos, por lo que la pregunta que habría que hacerse es si de verdad resulta justo que quienes reciben en herencia, legado o donación un patrimonio multimillonario cuya creación no les costó esfuerzo alguno no aporten ni un céntimo al bien común.
En los dos principales impuestos directos del sistema se prevén rebajas muy sustanciales. Proponen una nueva reducción de cinco puntos en el tipo del Impuesto sobre Sociedades (hasta el 20% el tipo general y 15% para pymes), que se sumaría a la reciente rebaja del 30 al 25% y a otra anterior del 35 al 30%, con lo que el tipo general habría caído en pocos años quince puntos. Se acelera así la tendencia en la que ya llevamos lustros embarcados de rebaja fiscal a las empresas y de injusta redistribución de renta nacional del trabajo al capital, sin que −a la vista está− la sociedad coseche mejora digna de notar en empleo o en prosperidad.
Pero la joya de la revolución fiscal es sin duda la reducción a dos de los tipos de IRPF: 20% para rentas hasta 60.000 euros y 30% a partir de esa cuantía con un mínimo exento de 12.000 euros. En la versión más reducida del programa incluso se habla de un único tipo del 21% para cualquier nivel de renta.Se trata de una idea, la de una tarifa plana en IRPF, que ha contado con tenaces partidarios en los dos grandes partidos políticos tradicionales de nuestro país, y que ha orientado las sucesivas reformas del tributo, haciendo que el mismo pase a lo largo de su existencia de unos treinta a los actuales cinco tramos, en camino inequívoco al tipo único. Se aduce que el mantenimiento de un mínimo exento permite conservar la progresividad, pues, tomando por ejemplo la propuesta de Vox de tarifa casi plana, una renta de 15.000 euros se gravará con el 20% de los 3.000 euros que excedan de 12.000 y una renta de 60.000 euros se gravará con el 20% de 48.000, lo que arrojaría un tipo medio de gravamen del 4% para el primer caso y del 16% para el segundo caso.Pero el argumento tiene trampa. El juego de tipo único y mínimo exento en una economía real sólo puede alcanzar un grado muy limitado de progresividad. Si uno se toma la molestia de hacer una simulación sobre un número determinado de niveles de renta y va ensayando cambios en el tipo o en el mínimo exento, descubrirá que a medida que sube el mínimo exento se incrementa la progresividad pero se desploman los ingresos y según baja el mínimo exento se reduce la progresividad. Y siempre caerán más los ingresos de lo que se gane en progresividad y a la inversa.
No es difícil elaborar una proyección del impacto que la propuesta concreta de Vox tendría sobre los tipos medios de gravamen actuales. La hemos calculado para distintos tramos de renta entre los 20.000 y los 500.000 euros, tomando como referencia el mínimo personal y familiar vigente más bajo de 5.550 euros, aunque éste puede elevarse por cargas familiares y otras circunstancias, y los tipos marginales aproximados de la tarifa general del impuesto (19, 24, 30, 37 y 45%), que también varían ligeramente según Comunidad Autónoma. Éste es el resultado:
Impacto que la bajada de impuestos propuesta por Vox tendría sobre los tipos medios de gravamen actuales
 
La reforma de Vox llevaría a una reducción considerable del impuesto en todos los tramos de renta, pero la bajada aumenta a medida que aumentan los ingresos y es sensiblemente mayor en las rentas más altas, en las que se acerca a 15 puntos de descenso (la diferencia entre el marginal máximo actual del 45% y el 30% propuesto).En un país en el que la crisis ha ocasionado un trágico ensanchamiento de las diferencias de riqueza, se nos presenta como reforma estrella el uso del principal impuesto del sistema tributario para ensancharlas aún más. Vox no cuantifica ni siquiera de manera aproximada la pérdida de ingresos que supondría su reforma, pero el más somero vistazo a las estadísticas oficiales de recaudación nos avisa de que sería colosal. Ya sabemos que para ellos toda pérdida de ingresos podrá sobrellevarse bien gracias a la milagrosa desaparición de las Comunidades Autónomas, que se diría permitirá hasta que a los calvos nos vuelva a nacer pelo. Pero si uno examina con seriedad las cifras, al margen de tópicos usuales en conversaciones de bar, verá que no es así. Según los datos aportados por la Fundación Civio, el coste de alta dirección de las Comunidades es de 747 millones de euros, lo que no compensaría ni la cuarta parte de la pérdida de ingresos por la desaparición del Impuesto de Sucesiones. Tampoco es tan seguro que la recentralización de competencias siempre suponga un ahorro. Así que, o bien vamos a un volumen de deuda y déficit insostenibles o a una liquidación de servicios públicos sin precedentes, o a ambas cosas a la vez. Y sabemos de sobra también a qué tramos de renta perjudica de manera principal el desmantelamiento de la sanidad y la educación públicas.
El conjunto de medidas propuestas por Vox según el mismo técnico de Hacienda conforman el mayor paquete de rebajas fiscales para los ricos de nuestra historia. En su orientación no hay nada nuevo; siguen la senda de lo que en este país se viene haciendo desde hace décadas: reducir impuestos directos, suprimir gasto social, eliminar controles públicos a la especulación financiera e inmobiliaria, privatizar… lo de siempre, la misma política que nos ha arruinado, acelerada y llevada al extremo. Tras el estímulo del odio a inmigrantes, comunistas o feministas, se oculta la vieja estrategia de salvamento de las élites corruptas que saquearon la riqueza pública. Y sus principales víctimas podrían llegar a ser las personas de clase media baja sinceramente asustadas por la incertidumbre de estos tiempos que se dejaron embaucar por unos nuevos vendedores de humo.

Propuestas prioritarias de Vox

Hace unos meses, el partido Voz hizo públicas sus 100 propuestas prioritarias, y estas son las principales a nivel económico:

Menos impuestos para las grandes fortunas

Con las cifras en la mano, España no es un país que exprima los bolsillos de los ciudadanos a través de los impuestos, sino todo lo contrario: según los últimos datos de Eurostat, los ingresos que el Estado consigue mediante la tributación ascienden a un 37,9% del PIB, muy lejos del 44,8% que tienen de media los países de la UE y con una diferencia de casi 17 puntos porcentuales con Francia, que es el estado europeo con mayores ingresos (equivalen al 53,8% de su PIB). No obstante, Vox apuesta por una fuerte rebaja impositiva en España pese a que entre sus propuestas no se cuenta una reducción de la inversión en sanidad o educación, si bien el programa económico de la formación no explica cómo se compensaría la caída de los ingresos sin tener que recortar los servicios sociales.

Una de sus propuestas más radicales a nivel económico es la reforma del IRPF, el principal impuesto por recaudación. Actualmente, la tasa sobre la renta está dividida en cinco tramos que gravan los ingresos en función de su cuantía, pero Vox pretende acabar con esa distribución y dejar únicamente dos tramos: uno del 20% para las rentas hasta 60.000 euros y otro del 30% a partir de esa cifra. En la práctica, eso supondría una importante rebaja impositiva para buena parte de las rentas, pero especialmente para las más altas, ya que actualmente los ingresos por encima de los 60.000 euros están gravados al 45% y el tramo de entre 35.200 euros y 60.000 euros, al 37%. Las rentas por debajo de los 12.000 euros no tendrían que pagar IRPF, cuando ahora mismo se benefician de esta exención quienes ingresen menos de 14.000 euros.

Con respecto a los impuestos de sucesiones, donaciones y sobre el patrimonio, que gravan respectivamente las herencias, los donativos y la riqueza acumulada a partir de una determinada cuantía, la receta de Vox es simple: su supresión "en todo el territorio nacional".

Rebajas tributarias y promocion de la familia "natural"
Entre sus propuestas para fomentar su concepción de la familia "natural" –la formada por hombre, mujer y su prole–, la formación ultra también propone implantar una "reducción mínima del 50% en el IBI para familias con hijos", así como la exención total de este tributo para las familias numerosas. En esta línea, Vox plantea el "tratamiento conjunto de la renta familiar repartida entre los dos cónyuges, para no penalizar que uno de los miembros de la familia se dedique al cuidado de los hijos o de los dependientes". 

La única modificación del IVA propuesta por los ultraderechistas también tiene que ver con la potenciación de su modelo de familia, que pretenden reconocer "como institución anterior al Estado": Vox propone reducir este impuesto a su tipo superreducido (del 4%) para los "productos y fármacos infantiles y geriátricos". Asimismo, el partido plantea crear "cheques servicio que subvencionen parte de las necesidades familiares como los libros escolares, transporte público, etc" y "establecer bonificaciones proporcionales al número de miembros de las familias en todo tipo de suministros básicos como luz o gas o el acceso a bienes culturales", así como otorgar un mínimo de 100 euros al mes por hijo a cargo.

Fín de las restricciones a construir en cualquier sitio
Entre sus 100 propuestas fundamentales, hechas públicas hace unos meses, Vox apenas incluye una relativa al problema del precio de la vivienda: la de "liberalizar el suelo" y dar mucha mayor manga ancha a la hora de construir. La ultraderecha apuesta por "convertir en suelo apto para ser urbanizado todo el que no deba estar necesariamente protegido por motivos de interés público convenientemente justificados", unos motivos de los que no ofrece más detalles. "El mercado del suelo es especialmente rígido y su regulación provoca una escasez artificial que eleva su precio", razona Vox. Aunque no fue el único factor, algunos expertos recuerdan que la ley de liberalización del suelo promulgada por el gobierno de José María Aznarcontribuyó a la burbuja inmobiliaria cuyo estallido años más tarde derivó en la crisis financiera y el rescate público de las cajas de ahorros.

Asimismo, el partido propone reformar la Ley del Suelo "y corregir sobrevaloraciones a efectos de IBI de construcciones agrarias", así como "rebajar los impuestos directos del gasóleo agrícola (combustible, fertilizantes, herbicidas, plásticos) por encarecer los costes de producción", pese a sus implicaciones medioambientales.

Menos impuestos para las empresa
Al igual que ocurre con el IRPF, Vox también plantea una rebaja del impuesto de sociedades, el que tienen que abonar las empresas por desarrollar su actividad. Actualmente, esta tasa tiene un tipo general del 25%, que no obstante puede quedar reducido mediante exenciones y deducciones hasta el 7,88% que pagan, de media, las grandes empresas, o el 2,8% que abonan los grupos bancarios. La propuesta de la ultraderecha pasa por rebajar este impuesto al 20%, con la opción de que esa cifra se quede en el 15% "en el caso de que los beneficios no se distribuyan y se mantengan en la empresa como reservas". El impuesto de sociedades de las pymes, igualmente, quedaría reducido al 15% –ahora mismo las pequeñas compañías pagan un tipo efectivo del 18,78% y las medianas, del 13,65%–. 

Pero no son las únicas ventajas fiscales que plantea Vox para las empresas, ya que entre sus medidas prioritarias se encuentra la reducción de las cotizaciones sociales que pagan las compañías por sus trabajadores. La formación propone "la reducción de un 20% de las cotizaciones de la empresa para nuevos contratos de carácter indefinido" de mayores de 50 años, y la creación de un plan de primer empleo "que exonere de las cargas sociales en la primera contratación de jóvenes menores de 24 años y por un periodo máximo de dos años". La tercera pata de este paquete de medidas tiene tinte xenófobo: Vox plantea reducir un 10% "las cotizaciones de la empresa" cuando ésta haga "nuevos contratos indefinidos" para trabajadores españoles que se encuentren en el paro, siempre que la tasa de desempleo esté por encima del 8%.

Pensiones
Vox propone reformar de nuevo el sistema de pensiones para implantar paulatinamente un modelo "mixto de capitalización y reparto". En este nuevo modelo se garantizaría una pensión mínima a los jubilados a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, y esa cuantía se complementaría con un porcentaje de la nómina que, durante la vida laboral del trabajador, iría a parar a una cuenta a su nombre que se invertiría donde éste quisiera. Los futuros pensionistas también podrían hacer aportes voluntarios mayores a esta cuenta durante su vida laboral.

Además, las pensiones contributivas estarían exentas de pagar IRPF, "no por doble tributación sino por justicia con quienes han tributado durante toda su vida laboral". El partido no explica con cifras cómo afectará esta exención a las cuentas públicas y la sostenibilidad del sistema de pensiones ni cómo se compensará esta caída de los ingresos.

Sanidad y educación

La reforma que plantea Vox para los sistemas públicos de sanidad y educación tampoco incluye muchos detalles, más allá de que está basada en la recentralización de las competencias y la implantación de un sistema único para toda España. En cuanto a la salud, la ultraderecha plantea "suprimir en la sanidad pública las intervenciones quirúrgicas ajenas a la salud" como son, a su juicio, el "cambio de género" o el "aborto", así como acabar con la sanidad universal eliminando "el acceso gratuito a la sanidad para inmigrantes ilegales" e implantando un sistema de copago para "todos los residentes legales que no tengan un mínimo de 10 años" de residencia en España.

En lo relativo a la educación, Vox propone poner en marcha el polémico "sistema de cheque escolar", y su programa también establece un incremento de las deducciones fiscales para particulares y empresas que colaboren "en la restauración y protección del extenso patrimonio cultural nacional".

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