El informe está estructurado en seis estrategias: reforzar el compromiso del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social con el liderazgo de la Atención Primaria, consolidar una política presupuestaria y de recursos humanos que garantice la efectividad y la calidad de la AP y mejorar la capacidad resolutiva y la coordinación con el resto de ámbitos asistenciales, servicios e instituciones.
Las restantes tres estrategias se refieren a potenciar el uso de las tecnologías médicas de la información y la comunicación, reforzar la orientación comunitaria, la promoción de la salud y la prevención en la AP y, finalmente, impulsar la formación y la investigación en AP. Algunos de los aspectos incluidos en este borrador hacen referencia a medidas para combatir la precariedad y la temporalidad.
También se propone dimensionar las plantillas de profesionales con unos criterios que garanticen que los cupos de pacientes estén en relación con las características demográficas y epidemiológicas de la población. A ello se suman otros aspectos, como introducir la medicina de familia en la formación universitaria de los médicos, necesaria para obtener su graduación, así como poner en marcha programas de rotación en medicina de familia de otras especialidades durante el MIR.
Este es un texto inicial y provisional, abierto a modificaciones y a las diferentes aportaciones que se puedan plantear en los próximos encuentros programados, hasta su aprobación definitiva que tendrá lugar en un futuro Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que está previsto que se celebre durante la primera quincena del mes de abril.
El encuentro forma parte del plan de trabajo que el Ministerio de Sanidad lleva desarrollando desde el 16 de enero del 2019, la ministra María Luisa Carcedo anunciara el compromiso de "poner en marcha, con la mayor celeridad, un proceso participativo para impulsar y adaptar la atención Primaria a las nuevas realidades sociales, demográficas y tecnológicas del Sistema Nacional de Salud".