Ahora, tengo la experiencia de casi un centenar de posts, miles de tweets a mis espaldas, mi incorporación a los blogs de http://ibercampus.es y mi presencia en otras redes como Linkedln. No es aún mucho comparado con otros expertos con más años de vuelo en redes sociales, pero creo que mi valoración puede tener algún interés por mi condición de jubilado, catedrático de universidad, especialista en temas de predicción, futuro e innovación y autor de 35 libros y varios cientos de artículos.
No estoy hablando de criterio de autoridad, sino de una experiencia de reconversión hacia el uso unos nuevos canales de comunicación que aún asustan (aunque dé cierta vergüenza reconocerlo) a muchas personas de más de 70, 60 e incluso 50 años.
Aunque parezca mentira a los iniciados, para muchos nacidos antes de la revolución digital, las redes sociales se asocian, casi exclusivamente, con un canal de contacto permanente y cotilleos de jóvenes. Para otros, se reconocen como una herramienta de marketing. Pero son aún relativamente pocos aquellos que valoran a las redes como una forma de comunicación entre profesionales y, menos aún, como un canal apto para presentaciones y discusiones de alto nivel intelectual.
Personalmente he podido comprobar algunos aspectos muy útiles para el debate intelectual:
- La diversidad de participantes plantea cuestiones que podrían pasar desapercibidas en discusiones más académicas y cerradas.
- La inmediatez de la respuesta da una mayor frescura a la confrontación de ideas.
- El liderazgo múltiple de personas que aportan y reciben en una red, la convierten en una especie de alerta permanente de nuevos datos e ideas.
- Las restricciones de dimensión de los mensajes (impuestas por una red, como los 140 caracteres de Twitter, o recomendables por adaptación del mensaje al medio), potencian la concisión en las exposiciones y comentarios.
No sería objetivo si no incluyera también algunos aspectos que me han parecido menos favorables en mi experiencia:
- Las prisas pueden quitar, en ocasiones, profundidad a los debates.
- Una inadecuada obsesión por tener seguidores puede provocar la apertura a creadores de información superflua, redundante o ajena al perfil asignado a una cuenta.
- La selección de los retuits de una cuenta para tus seguidores es una tarea compleja que exige criterio y dedicación.
- Debe reconocerse que las aportaciones a un blog tienen una vida muy limitada (pocos días o incluso horas) y muchos lectores sólo las "revisan" por encima en breves minutos.
A pesar de todo, el balance lo considero favorable. En un año, he tenido oportunidad de intercambiar opiniones con decenas de compañeros de universidad o profesión u otras personas para mí desconocidas hasta ese momento. He enviado más de 1700 tuits y cerca de 100 post en mis blogs, sobre: predicción y futuro; situación y riesgos de la economía española, europea o mundial; política económica, innovación y desigualdad; o viajes por el tiempo al futuro y al pasado.
Personalmente estoy satisfecho de una experiencia que sólo ha hecho nada más que empezar. Ahora cada artículo, en los dos blogs que comparto, tienen unas 100o visitas en promedio y los tuits parecen tener cierta utilidad dada su citación y respuesta. ¿No es para festejar el primer año de vida?. Un abrazo virtual a todos mis contactos y una cordial invitación a mis colegas más descreídos a integrarse activamente en las redes sociales.
Antonio Pulido twitter.com/PsrA