jueves,18 agosto 2022
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¡Spain is different!

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España es hoy un país plenamente homologable, en su democracia, economía, sociedad y cultura a cualquiera de nuestros socios en la Unión Europea. Pero hace escaso medio siglo no era así: España era diferente, veamos por qué.
Desde el último tercio del siglo XIX y hasta los años sesenta del XX (más precisamente entre 1874 –restauración borbónica- y 1959 –Plan de Estabilización-), España tuvo un modelo económico que se conoce como Vía nacionalista del capitalismo español. Un modelo que comenzó siendo proteccionista (proteccionismo arancelario) y, sin dejar de serlo, derivó en los inicios del siglo XX en un fuerte nacionalismo económico que fue acrecentándose con el tiempo hasta casi asfixiar a la economía española y anular prácticamente el sector exterior en su fase autárquica del franquismo (1939-59).

Este modelo, aunque con desfases, coincidió con el proteccionismo europeo tras la Primera Guerra Mundial (PGM); pero prácticamente fue en esto en lo único en lo que existió cierto paralelismo entre España y su entorno europeo, porque en los grandes acontecimientos posteriores, siguieron caminos diferentes. Así, por ejemplo, España mantuvo su neutralidad en la PGM lo que, a corto plazo, le produjo importantes beneficios; cuando, en la década de los treinta, una buena parte de Europa viró políticamente hacia el autoritarismo, España se convirtió en democrática y republicana aunque el experimento duro poco y se saldaría con la Guerra Civil de 1936-39; tampoco participó oficialmente –aunque sí oficiosamente- en la Segunda Guerra Mundial (SGM), si bien ideológicamente se alineó con el eje autoritario del cual el franquismo era tributario. Al sobrevivir el franquismo a la SGM, España fue excluida del nuevo orden político y económico que surgió de la misma: no fue invitada a participar en la creación de la ONU en 1945; por el contrario, entre 1946 y 1950, le impuso un bloqueo político y económico. También fue expresamente excluida del Plan Marshall de 1948, del que para su reconstrucción se benefició el resto de Europa Occidental. España tampoco fue invitada a formar parte en ninguno de los procesos de integración que se iniciaron en Europa Occidental en la década de los cincuenta: las Comunidades Europeas y la EFTA.

Definitivamente la Vía nacionalista, sobre todo en su fase autárquica, hizo de España un país muy diferente a sus vecinos del Norte: en lo económico, por su subdesarrollo; en lo político, por su régimen autoritario; y en lo cultural, por mantener costumbres ancestrales.  Hasta tal extremo llegaron las diferencias, que adquirió cierta carta de naturaleza el eslogan: África empieza en los Pirineos (expresión que se atribuye a escritores franceses). Porque, efectivamente, al Sur de los Pirineos se iniciaba África en muchas de sus dimensiones, en particular en la económica y sociológica.

El franquismo lo invadió todo. Hasta se atrevió a desafiar las leyes de la naturaleza como ocurrió con el huso horario que Franco cambió en 1942 y que aún prosigue. Efectivamente, en 1884 se fijó internacionalmente Greenwich como el meridiano de referencia para fijar los husos horarios del mundo, en lugar del tiempo solar, si bien debían estar lo más próximos que fuese posible. España, lo mismo que Francia, Portugal y Reino Unido, estableció su huso horario en UTC±00 (UTC: Coordinated Universal Time o Tiempo Universal Coordinado, respecto del Meridiano de Greenwich, que es 00), ya que dicho Meridiano pasa por Castellón. No obstante, en la SGM, tras la ocupación de Francia por Alemania en 1940, Hitler le impuso a dicho país, en 1942, el huso horario alemán (UTC+01). Dicho cambio fue seguido por el Reino Unido, Portugal y España; en los dos primeros, por razones de estrategia militar y en España por un gesto de simpatía de Franco hacia Hitler. Al terminar la SGM, Portugal y el Reino Unido volvieron a su anterior huso horario; Francia no lo hizo por considerar que era el correcto, al comprender la mayor parte de su territorio europeo. España también lo mantuvo por decisión personal de Franco; y así continúa aún aunque, según los expertos en el tema, por razones poco comprensibles, porque, como señala Nuria Chinchilla, dicho cambio tiene gran trascendencia en la salud: vivir con un huso horario que no corresponde provoca un jet lag permanente en el trabajo, en el ocio y en el sueño. El Congreso se ha propuesto cambiarlo, a lo que Canarias se resiste por la publicidad gratuita que de manera continuada se le hace. 

La percepción que Spain is different respecto de otros países europeos, ya lo habían puesto de manifiesto a lo largo del siglo XIX una larga lista de autores que, en su mayoría, habían realizado viajes por España. Entre ellos están: George Borrow, François-René de Chateaubriand, Jean-Charles Davillier, Teophile Gautier, Gregory Lewis, Henry D. Inglis, Prosper Merimé, Georges Sand, Blanco White, etc.; y más recientemente, ya en el siglo XX –la mayoría en pleno franquismo-, Gerald Brenan, Richard Ford, Ernest Hemingway, Maurice Legendre, George Orwell, etc. Todos ellos han destacado el pintoresquismo que ofrecía España en sus paisajes, en la cultura, en las costumbres, etc. dando lugar a la creación de tópicos y prejuicios.

Durante el franquismo, además de esos tópicos tradicionales, también se señalaba la anomalía política que presentaba el país. Esas reflexiones sobre España desde el prisma exterior, desde la mirada del otro, es a lo que el escritor y periodista anglo-hispano, Tom Burns, denomina en su libro Hispanomanía (Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2014), los curiosos impertinentes. En el Prólogo para franceses, Burns escribe: “Lo que quise, y quiero compartir en Hispanomanía es la mirada de un puñado de autores británicos y americanos que en distintos tiempos y por razones diversas se acercaron a la península y contaron sus vivencias. Sostengo en este libro que en la percepción de España que manifestaban los llamados curiosos impertinentes en el XIX y sus sucesores en el siglo pasado había más desinformación e idea preconcebida que otra cosa”.

Pero, curiosamente, con la apertura económica que propulsó el Plan de Estabilización de 1959, esa tradicional mirada –muchas veces negativa- del otro, el franquismo la positivizó convirtiéndola en la Marca España para el turismo. Manuel Fraga, nombrado ministro de Información y Turismo en 1962, la hizo suya, para atraer turismo del exterior. El éxito fue tal que el turismo, que hasta entonces era muy reducido, no solo acabaría convirtiéndose en una de las principales palancas de la economía española, sino también en un factor de primer orden para su modernidad, incluida la vertiente política, porque al turismo exterior se le permitió casi todo. El eslogan ¡Spain is different! fue todo un éxito debido a las condiciones naturales que ofrece España, a su entonces bajo coste de vida y a la excelente coyuntura económica por la que atravesaba Europa Occidental. El turismo  extranjero pasó de 8,6 a 34,5 millones entre 1962 y 1973.

En cambio, en el interior y entre los españoles contrarios al Régimen, el Spain is diferent con el que franquismo trataba de justificar su modelo político autoritario, lo convirtió en una parodia. Se asociaba al lema de tintes falangistas, España: Una, Grande y Libre, que se interpretaba como: Una –para negar los nacionalismos-, porque de existir dos Españas, se decía, me iría a vivir a la otra; Grande, rememorando el viejo imperio americano, cuando, paradójicamente, España con el franquismo perdió sus últimos enclaves coloniales en África: Ifni, Guinea Ecuatorial y el Sahara; y Libre, en referencia a los tradicionales enemigos de España: el complejo judeo-masónico-marxista, ya que estaban prohibidas todas las libertades políticas.

En lo cultural, el Spain is different, incluso fue motivo de una canción del grupo musical madrileño Obus lyrics, cuya letra es la siguiente:

 

¡SPAIN IS DIFFERENT!

 

“Míralos, vienen atraídos por los toros

La paella y el sol

Míralos, volverán molidos

Y más rojos que un pimiento morrón

Mucho sol, mucho 'despelote'

Mucha juerga, muchas palmas y olés,

Al final te llenan el bote

En cualquier país se les trata bien

Desde que llegaron

Han podido comprobar

Que somos distintos

Y que todo cristo

Les ha querido timar

'Spain is different'

'different',' Spain is different'

Míranos, somos los más chulos

Y por eso estamos así

Míranos, somos don quijote, don Pelayo,

El tenorio y el Cid

Nuestro sol es el más caliente

Nuestro vino el mejor del mundo entero

Las de aquí son las más decentes

Bienvenido sea el 'ganao extranjero'

Saliste de casa

En busca de un chapuzón

Y estás en España

Porque 'pa' chapuzas

Esta tierra es la mejor

' Spain is different'

'different', ' Spain is different'

(El estribillo se repite cuatro veces)

 

Con estos mimbres, no es fácil commprender que España ocupe, en 2019, según las estadísticas del FMI, el decimotercer puesto en el PIB mundial. España ha dejado de ser diferente.

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