jueves,18 agosto 2022
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Subrayar al estudiar es una pérdida de tiempo

Redacción
Cinco reconocidos psicólogos liderados por John Dunlosky, de la Universidad de Kent (Ohio, EE. UU.), examinaron 10 técnicas para estudiar y las clasificaron de la mejor a la peor, de acuerdo con estudios previos que se han realizado en el mundo. La mejor: estudiar en intervalos. La peor: subrayar. La primera consiste en saber distribuir […]
Cinco reconocidos psicólogos liderados por John Dunlosky, de la Universidad de Kent (Ohio, EE. UU.), examinaron 10 técnicas para estudiar y las clasificaron de la mejor a la peor, de acuerdo con estudios previos que se han realizado en el mundo. La mejor: estudiar en intervalos. La peor: subrayar.

La primera consiste en saber distribuir las sesiones de estudio. Meterse de cabeza en una maratónica jornada puede que sirva para pasar el examen, pero ese material no se fijará en la mente, según señala el estudio.

Es más efectivo sumergirse en el texto cada cierto tiempo. Cuanto más tiempo queramos que perdure la información en nuestra memoria, más largos deben ser los intervalos de estudio.

La segunda técnica más efectiva es hacerse exámenes. Los investigadores dicen que el solo acto de ‘llamar’ la información a la mente fortalece el conocimiento, y en ese caso, las tarjetas con imágenes, palabras o números son clave.

En cambio, subrayar, quizá una de las técnicas más comunes de estudio, es la más ineficiente, según estableció el equipo. No ofrece beneficios más allá de la simple lectura del texto y lleva la atención hacia hechos concretos, borrando el contexto.

Los autores califican de “baja utilidad” técnicas como releer, hacer resúmenes y escribir los puntos principales de un texto en una hoja aparte.

También establecen una categoría de técnicas que no son inútiles, pero que tampoco son especialmente efectivas. Allí están la ‘imaginería mental’ (imágenes que creamos y que nos recuerdan el texto); explicarse a uno mismo lo que se está estudiando o forzarse a detallar el texto, en vez de tener una lectura pasiva, o usar la tradicional nemotecnia.

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