jueves,18 agosto 2022
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Improbable renuncia del Parlament a declarar la República

Un sondeo la víspera del anuncio de intervención en Cataluña da otra mayoría absoluta soberanista

Redacción
Los independentistas habrían sacado otra mayoría absoluta de celebrarse elecciones en vísperas de que este sábado el Gobierno de Rajoy anunciase la puesta en marcha este viernes de la intervención con el artículo 155, aunque en votos apenas sumarían una décima más que en las elecciones del 27-S del 2015: del 47,8% al 47,9%. Ello tras los sucesos en torno al referéndum del 1-O, el encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart y ante la muy probable declaración de independencia y República.

No obstante, otro sondeo de NC Report, aparecido este lunes en LA RAZÓN, dice que ERC ganaría las elecciones con el 24,6% de los votos y 41 escaños. Ciudadanos ocuparía la segunda posición con 26 diputados y el 19,2% de los votos. Le seguiría el PDECat, con 18 escaños y el 12,1% de los votos. El PSC obtendría la cuarta plaza, con el 13,1% de los votos y 17 escaños. En quinta posición se sitúa CSQP con 14 diputados y el 11,4% de los votos. El PP, con el 10,5% de los votos, obtendría 13 escaños. Finalmente, la CUP conseguiría 6 diputados, con el 5,6% de los votos. Así las cosas, las fuerzas independentistas no lograrían alcanzar los 68 escaños que conforman la mayoría absoluta, ni juntos ni por separado. Los Comunes, según LA RAZÓN, se situarían como "árbitros"en un Parlament fragmentado.

El sondeo que publica este lunes EL PERIODICO se realizó en vísperas de que Gobierno con el apoyo de Ciudadanos y un PSOE conmovido por diversas dimisiones decidió este sábado enviar al Senado un paquete de medidas que, al amparo del artículo 155 de la Constitución, tienen como objetivo declarado desactivar el desafío independentista puesto en marcha por las instituciones de Cataluña. Las principales medidas contemplan el cese del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y de su Gabinete en pleno; el control de la administración catalana, que pasará a actuar bajo las directrices de los Ministerios; el veto del Ejecutivo central a cualquier iniciativa aprobada en el Parlament; y la convocatoria de elecciones en Cataluña en un plazo máximo de seis meses o "en cuanto se recupere la normalidad". Según destacó el presidente Rajoy tras la reunión del Consejo de Ministros, en ningún caso se trata de "suspender la autonomía ni el autogobierno de Cataluña".

El Consejero de Presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, negó este domingo  que el Gobierno catalán contemple la convocatoria de elecciones autonómicas. Según aseguró en una entrevista en la cadena RAC1, en estos momentos es una cuestión que "no está sobre la mesa". Turull, que acusó al Ejecutivo central de situarse "al margen de la ley" al activar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, adelantó que el pleno del Parlament anunciado por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, "adoptará una decisión respetuosa con el mandato del 1-O" y "en defensa de las instituciones catalanas". "Cataluña será lo que decida el Parlament, el representante legítimo de los ciudadanos, no lo que decidan otros", afirmó.

El presidente de la Generalitat anunció en la noche del sábado la convocatoria de un pleno extraordinario en el Parlamento de Cataluña para "actuar" ante la aplicación del artículo 155, que tachó de "intento de liquidar el autogobierno". En una declaración institucional pronunciada en tres idiomas -catalán, español e inglés-, Carles Puigdemont dijo que los planes del Gobierno central "son el peor ataque a las instituciones y al pueblo de Cataluña desde los decretos del dictador militar Francisco Franco aboliendo la Generalitat". Y acusó al Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy de "autoproclamarse de manera ilegítima el representante de la voluntad de los catalanes". En la misma línea, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, acusó al Gobierno de perpetrar un "golpe de Estado" contra las instituciones catalanas.

Las principales medidas, aprobadas en un Consejo de Ministros extraordinario, contemplan el cese del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el de su vicepresidente, Oriol Junqueras, y el de todos los consejeros; el control de la administración catalana, que pasará a actuar bajo las directrices de los distintos departamentos ministeriales; el veto del Ejecutivo central a cualquier iniciativa aprobada en el Parlament, que seguirá abierto pero no podrá proponer candidato a la presidencia y, finalmente, la convocatoria de elecciones autonómicas en un plazo máximo de seis meses o "en cuanto se recupere la normalidad". Para que estas resoluciones del Ejecutivo se pongan en marcha, deberán debe ser aprobadas por mayoría absoluta en el Senado, que previsiblemente validará el plan gubernamental en un pleno extraordinario que se celebrará el próximo viernes. Previamente, se requerirá al presidente de Cataluña "para que remita cuantos antecedentes, datos y alegaciones considere pertinentes".

En cuanto a los medios de comunicación públicos, el Ejecutivo también contempla asumir las competencias relacionadas con la radio y televisión pública de Cataluña. El objetivo, según el Gobierno, es "garantizar la transmisión de una información veraz, objetiva y equilibrada, respetuosa con el pluralismo político, social y cultural, y también con el equilibrio territorial, así como el conocimiento y respeto de los valores y principios contenidos en la Constitución española y el Estatuto de Autonomía de Cataluña".

Asimismo, el Gobierno asumirá las competencias en materia económica, financiera, tributaria y presupuestaria de la Generalitat. El objetivo es garantizar que ninguna partida se destine a actividades vinculadas con el proceso secesionista. También está prevista la actuación contra los empleados públicos que no cooperen en la aplicación del artículo 155. "El incumplimiento de las medidas contenidas en el presente acuerdo se entenderá como incumplimiento del deber de fidelidad a la Constitución y al Estatuto, a los efectos de las infracciones previstas en la normativa disciplinaria estatal o autonómica de aplicación", se advierte en el documento enviado por el Ejecutivo al Senado.

Las formaciones independentistas volvieron a reunir el sábado en el centro de Barcelona a 450.000, según la Guardia Urbana( cifra que la prensa de Madrd deja en decenas de miles de personas) para reclamar la libertad de los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sànchez, y de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, encarcelados desde el pasado día 17, acusados de sedición por la Audiencia Nacional. El lema inicial de la marcha, según destacan los diarios, quedó desbordadopor el anuncio de Mariano Rajoy de activar el artículo 155 de la Constitución, por lo que la manifestación derivó en un apoyo a Carles Puigdemont y su Gobierno, que acudieron en pleno a la protesta. También apoyó la movilización la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que dijo estar allí "para defender el autogobierno de Cataluña".

 

Datos del sondeo 
Aunque el Barómetro de Catalunya del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para EL PERIÓDICO se elaboró antes de que Rajoy anunciase la puesta en marcha de la intervención de la autonomía el próximo viernes con el artículo 155 de la Constitución, el trabajo de campo (del 16 al 19 de octubre) se efectuó al calor del ingreso en prisión de Sànchez y Cuixart, la posterior manifestación de protesta, el inocuo intercambio epistolar entre Rajoy y el 'president' Carles Puigdemont y la confirmación por parte del Gobierno central de que se disponía a ejecutar el artículo 155.
En este contexto, y partiendo de la premisa de que Junts pel Sí no se reeditaría, ERC no tendría rival para ganar los comicios, pero pierde bastante fuelle desde el barómetro anterior, de diciembre pasado. Oriol Junqueras obtendría el 28,1% de los votos y 43-44 escaños, cuando hace 10 meses lograba 2,6 puntos más y 48-50 diputados. Los republicanos también lideran holgadamente la intención directa de voto (el voto sin 'cocina'), pero han cedido 3,7 puntos y su fidelidad de voto ha pasado del 60,4% al 53,1%.
La mayoría independentista se mantiene por la recuperación del PDECat y la CUP. La antigua CDC toma algo de oxígeno, pero sigue en mínimos. Si en diciembre era la quinta fuerza con 15-17 representantes, ahora sería la cuarta con 18-19 parlamentarios y el 12% de los sufragios (medio punto más). Solo una quinta parte de quienes votaron a Junts pel Sí en el 2015 escogerían hoy la papeleta del PDECat, que se vería superado por Ciutadans y el PSC, fuerzas en dura batalla por la medalla de plata.
Ambos partidos han subido desde diciembre, aunque lo ha hecho más Inés Arrimadas que Miquel Iceta. Ciutadans pasaría de los 25 escaños actuales a 21-22, pero crece 3,3 puntos desde el sondeo anterior y recupera la segunda plaza en votos que le habían arrebatado los socialistas, en parte porque absorbería al 18% de los votantes del PPC en el 2015 y al 14% de electores del PSC. De hecho, Ciutadans consigna la mayor fidelidad de voto (63,2%).
Antes de apoyar con vehemencia la aplicación del artículo 155, Iceta conseguía 20-21 diputados (hoy tiene 16), pero solo la mitad de quienes le votaron en las últimas elecciones garantizan ahora que volverían a apoyarle.
A la izquierda del socialismo se da una de cal y otra de arena. La CUP podría retener sus 10 parlamentarios actuales o perder uno y desde diciembre ha recuperado dos puntos y medio, aunque dos de cada 10 votantes emigrarían a ERC. La intención directa de voto a la CUP es ya superior a la del PPC, cuya mano dura antisoberanista le dejaría como farolillo rojo del Parlament con 9-10 escaños (ahora tiene 11).
Regresando a la izquierda alternativa, la neonata Catalunya en Comú podría llevarse un chasco aún mayor que el de Sí que es Pot en el 2015. La marca de Xavier Domènech que amadrina Ada Colau debuta en el barómetro con 11-12 diputados (Sí que es Pot tiene 11) y es la quinta fuerza tanto en voto directo como estimado. A costa de su ambigüedad 'procesista', los 'comuns' solo conservarían cuatro de cada 10 apoyos de Sí que es Pot (coalición que no incluía al colauismo) y otro tercio de ellos están indecisos.
Como sucedía en diciembre, esta alineación parlamentaria colocaría a Junqueras ante la disyuntiva de reeditar el actual Govern con el PDECat apoyado en la muleta 'cupaire' o desempolvar el tripartito de izquierdas con el PSC y los 'comuns', pero pagando el precio de olvidar el sueño independentista. Porque la combinación que ya no sería posible, a diferencia del sondeo anterior, es la que une a ERC, los colauistas y la CUP.

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