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Comisión ofrecía 48 millones y el MEDE ahora hasta 240.000

Unos 6.000 profesores universitarios urgen solidaridad en la Unión Europea para afrontar elCOVID19

Soraya Aybar Laafou / Actualizado a 7 de abril 2020
Ante la nueva reunión convocada este martes por el Eurogrupo lanzar por primera vez el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), unos 6.000 profesores de universidades europeas urgen también en un manifiesto solidaridad para afrontar la crisis del coronavirus, en línea con la solicitud de mutualizar la deuda que financie la epidemia y seguro de paro europeo realizada por 9 presidentes. La Comisión apenas reapareció para ofrecer cooperación en un plan de investigación científica por 48,5 millones.
La carta al Eurogrupo ha sido promovida por la plataforma Voice4Europe emitía una carta entre universidades y centros de investigación europeos pidiendo la solidaridad europea como distintivo claro de la respuesta colectiva ante la pandemia, dos semanas después de que dos centenares de economistas y académicos europeos movilizados por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) pidieran que los mercados no especulen con la crisis y activar por primera vez el MEDE.

Dicen los firmantes del nuevo manifiesto que el presente y el futuro de la pandemia está en manos de la Unión y de todos los ciudadanos europeos, y que por lo tanto, ¡ha llegado el momento de una acción decisiva y valiente que demuestre que la Unión se adhiere plenamente y sin vacilaciones al principio de solidaridad establecido en sus Tratados! La carta cuenta actualmente con la firma de 6.000 personas y sigue en incremento mientras se acerca  el plazo final de firma, que abarca hasta el 7 de abril. Pulse aquí para unirse a la petición. Los primeros firmantes del manifiesto son Heinrich Best (Jena University), Maurizio Cotta (University of Siena), Pedro Tavares de Almeida (Universidade Nova, Lisbon), Ursula Hoffmann-Lange (University of Bamberg), Liesbet Hooghe (UNC-Chapel Hill), Gabriella Ilonski (Corvinus University, Budapest), Pierrangelo Isernia (University of Siena), Gary Marks (UNC-Chapel Hill), Yves Mény (former President EUI), Catherine Moury (Universidade Nova, Lisbon), Leonardo Morlino (LUISS Rome), Luca Verzichelli (University of Siena), Manuel Alcántara (University of Salamanca), André Freire (University Institute of Lisbon, ISCTE-IUL), firmas acompañadas por otras 6.000 más.

Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, con la vicepresidenta Nadia Calviño incluida, realizan este martes una reunión telemática para pactar una respuesta coordinada que amortigüe el impacto económico de la crisis sanitaria del coronavirus. Todo apunta a última hora que firmarán la activación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), un fondo de rescate que concederá créditos de hasta 240.000 millones a los países en apuros. Este mecanismo cubriría hasta el 2 por ciento del PIB del país que solicite la ayuda (en el caso de España, unos 28.000 millones). Además, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) lanzará un fondo de garantía de 25.000 millones que permitirá inyectar 200.000 millones en el tejido empresarial europeo a través de líneas de crédito. No obstante, los países del Norte mantienen su oposición a las dos propuestas presentadas por los países del Sur: mutualizar la deuda de los estados que necesiten ayuda emitiendo bonos europeos (coronabonos) y un fondo de rescate para países en apuros

Las últimas semanas han estado especialmente marcadas por la inactividad de la Unión Europea, y sobre todo, por la pérdida de la alardeada solidaridad y cooperación entre los Estados Miembros. Por un lado, el Consejo Europeo se despuntaba por completo poniendo de evidente manifiesto la división de opiniones que existe dentro de la UE durante su última videoconferencia el pasado 26 de marzo, frenando el pacto de una estrategia común. Este día pasará a la historia por la oportunidad que aprovechó el G-20, apuntando que harían 'lo que sea necesario' y desaprovechó otra vez el Consejo de la Unión Europea de responder con eficacia y solidaridad a la crisis del COVID19; volviendo a terminar sin acuerdo y sin la más mínima solidaridad, como en sus previas reuniones  y del Eurogrupo, sobre todo por las reticencias de Holanda y Dinamarca y la tolerancia o adhesión hacia ellas de Alemania. 

Otra de las iniciativas puesta en marcha desde el 1 de Abril y con plazo final hoy es la European Renaissance Bonds To Face Europe's Health and Economic Emergency  a través la cual se solicita que los recursos necesarios para responder a las emergencias que afectan a todos los países de la Unión Europea se recauden en un fondo común y centralizado bajo la responsabilidad de las instituciones de la Unión (p. ej., la Comisión), evitando un aumento insostenible de las deudas nacionales. Cualquier país miembro debe tener acceso a este fondo sobre la base de necesidades documentadas y planes coherentes acordados con la institución mencionada; en caso de dificultades para llegar a una decisión, los recursos deben distribuirse a los Estados miembros en función de la proporción de población. Más de mil seicientas personalidades ya se han unido a la petición. 

 

Aun así, las últimas noticias provenientes del Eurogrupo indican que los ministros de economía de la zona euro y de los respectivos Estados Miembros parecen dispuestos a desplegar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), que podría fijarse como objetivo ofrecer a los países demandantes de préstamos entre unos 80.000 millones de euros y los citados 240.000 millones. Es un plan de choque que según diversos analistas y medios ha diluido las resistencias iniciales de Alemania y Holanda. En base a su Tratado Constitutivo, esa línea de crédito proporcionaría a cada país una dotación proporcional a su participación en el Mede: España, con una cuota del 11,8%, podría acceder a 9.440 millones de euros. Además, Europa también baraja poner a disposición de los estados otra línea de financiación ligada a la epidemia que podría suponer créditos equivalentes al 2% del PIB: para España, los recursos disponibles podrían representar, como mínimo, 25.000 millones de euros.  

Los expertos en temas financieros y europeos indican que así no se mutualiza la deuda, pero las cantidades que se manejan resultan insuficientes. Insisten en que una solución más idónea sería la emisión puntual de eurobonos, por importe suficiente y finalista para la recuperación económica de los países más afectados, como pidieron las vísperas del anterior Consejo Europeo 9 presidentes de  diferentes países. Desde las instituciones europeas y desde países como Alemania y Holanda insisten en que en la anterior crisis se tardo cuatro años en crear el MEDE y luego algunos meses en realizar la primera emisión para financiarlo, por lo que ahora ese instrumento no llegaría con la rapidez que demandan paises afectados, antes Italia y España y ahora tambien otros como Alemania y Francia.

Mientras tanto, Ursula von der Leyen y su equipo en la Comisión Europea han ido progresivamente aportando sus granitos de arena en esta lucha que es de todos y para todos. El 25 de marzo la Comisión resaltó la necesidad de ampliar por lo menos en 1.400 millones de euros la financiación del mecanismo de Protección Civil de la UE, entre 2021-2027. Estando dicho mecanismo prácticamente inmóvil desde su creación en el 2001, lo cual ya demuestra la rapidez de la Comisión en el momento de adoptar viejos mecanismos a nuevas situaciones. Además, semanas atrás la Comisión lanzó una propuesta para permitir a los Estados miembros solicitar asistencia financiera del Fondo de Solidaridad de la UE en su lucha contra el COVID-19. La Comisión proponía ampliar un Fondo de Solidaridad creado en 2002 para agregar las principales crisis de salud pública a las emergencias naturales inicialmente cubiertas, para que los Estados miembros más afectados puedan tener acceso a un apoyo financiero de hasta 800 millones de euros en 2020, una cantidad considerada tan mínima como irrisoria por quienes hace varias semanas intentaron movilizar para ello con unos 400.000 millones de euros el Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE) creado tras años de debates en la crisis iniciada el 2007 para responder a crisis futuras.

Antes de que empezara el mes de Abril, la Comisión vuelve a reaparecer en el escenario de la ayuda internacional frente a la crisis sanitaria del coronavirus y esta vez a través del apoyo a los investigadores que trabajan para desarrollar vacunas y tratamientos efectivos contra el COVID-19 como parte de la respuesta coordinada a la crisis. La UE ha presentado una respuesta coordinada para ayudar a abordar la crisis del coronavirus. Financiar proyectos de investigación e innovación para encontrar una cura para Covid-19 es una parte vital de ese plan.

Abordar el brote actual

La Comisión Europea ha asignado 48,5 millones de euros a 18 proyectos de investigación dentro de 'Horizonte 2020', el programa marco de la UE para financiar la investigación. Los 140 equipos de investigación de toda la UE y más allá que participan en estos proyectos están trabajando en:

  • Mejorar la preparación y la respuesta a los brotes mediante el desarrollo de mejores sistemas de supervisión para prevenir y controlar la propagación del virus.
  • Pruebas de diagnóstico rápidas en el punto de atención, que permitan un diagnóstico temprano y preciso.
  • Nuevos tratamientos.
  • Desarrollo de nuevas vacunas

Los equipos de investigación compartirán sus resultados en un esfuerzo por acelerar la respuesta de la salud pública.

La Comisión Europea ha pedido propuestas de investigación para finales de marzo que se centren en desarrollar tratamientos y diagnósticos para abordar el brote actual y aumentar la preparación para el futuro. Esta petición se inscribe en el marco de la Iniciativa de Medicamentos Innovadores (IMI), una asociación público-privada entre la UE y la industria farmacéutica, que también se financia a través de 'Horizonte 2020'. Se espera una inversión total de 90 millones de euros: hasta la mitad procedente del presupuesto de la UE y el resto de la industria.

El 16 de marzo, la Comisión autorizó además ayuda financiera por valor de 80 millones de euros a CureVac, una empresa de Tubinga (Alemania) que desarrolla vacunas innovadoras, para aumentar el desarrollo y la producción de una vacuna contra el coronavirus en Europa. Este apoyo también saldrá de 'Horizonte 2020', en forma de garantía de la UE en un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI). 

Programas ya implementados

La Unión Europea ya cuenta con una serie de mecanismos de financiación de investigación y emergencia para hacer frente a las crisis de salud pública, que se han movilizado. Incluyen, entre otros, PREPARE, un proyecto que apoya la preparación de los hospitales en Europa y mejora su comprensión de la dinámica del brote y el European Virus Archive, que proporciona material a los investigadores para ayudar en los diagnósticos.

La UE también está apoyando a nuevas empresas y pymes en el desarrollo de innovaciones que podrían ser útiles para abordar el brote, incluido un proyecto para unidades de aislamiento especializadas, EpiShuttle, y tecnología de filtración de aire para eliminar partículas virales llamadas m-TAP.

La presidenta Von der Leyen ya dejó claro en el discurso que difundió por sus redes sociales, su implicación en esta crisis a través de la creación de un equipo de respuesta al coronavirus a nivel político para coordinar nuestra respuesta a la pandemia.

Poco después a la propuestas investigadoras y científicas de la Comisión Europea,  el ponente para Horizon Europe, Christian Ehler (PPE, Alemania), señalaba 'Aplaudimos las medidas adoptadas por la comisaria Gabriel y la propuesta de destinar 140 millones de euros contra el COVID-19. La Comisión ha actuado con rapidez abriendo una convocatoria de manifestaciones de interés dentro del programa Horizon 2020 e implicando a todos los actores relevantes en el marco de la asociación pública privada la Iniciativa para Medicinas Innovadoras (IMI)'. Además, añadía que 'Tenemos que empezar a pensar más allá, para estar mejor preparados para el futuro. La investigación y el desarrollo pueden jugar un papel clave a la hora de afrontar desafíos globales. Es una razón adicional para apoyar nuestra propuesta de dedicar 120.000 millones de euros a Horizon Europe'.

 

 

'La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ayuda a fijar objetivos. La prioridad número uno ahora es detener la propagación del virus. Los investigadores trabajan para encontrar un tratamiento y una vacuna. La extraordinaria tasa de contagio del virus debe recordarnos que nuestro mundo interconectado se ha reducido considerablemente y que la acción conjunta y coordinada entre los estados es la única forma de enfrentar esta crisis', dijo Christian Ehler.

'Esta crisis pone a prueba nuestra capacidad para trabajar unidos en una situación de emergencia, por un lado, y para mantenernos fieles a nuestros objetivos a largo plazo, por el otro', señaló.

'Cuando termine esta crisis, debemos prepararnos de inmediato para la próxima. Esto significa invertir más en investigación y garantizar que programas como Horizon Europe no se conviertan en rehenes de las disputas a corto plazo entre los estados miembros', concluyó.

Por otro lado, la Comisión Europea también ha anunciado una serie de medidas en las últimas semanas que cabría destacar; por un lado, ha propuesto destinar 75 millones de euros del presupuesto de la Unión Europea para ayudar a los Estados Miembros a repatriar a los nacionales de la UE y aumentar el presupuestos de las existencias médicas de RescEU. Desde entonces, y gracias a los vuelos de repatriación organizados a través del Mecanismo de Protección Civil de la Unión y cofinanciados por la UE, ya se ha repatriado a Europa a 2.312 personas procedentes de China, Japón, Túnez, Georgia, Filipinas y Cabo Verde desde el comienzo del brote. En los próximos días se prevén más de 80 vuelos de repatriación. En el marco del mecanismo de protección civil de la UE, la UE contribuye a los costes de los vuelos de repatriación que transportan a nacionales de más de un Estado miembro, sobre la base de un principio de solidaridad. Respecto a la RescEU, la propuesta de la Comisión Europea es aumentar el presupuesto total de la primera reserva de equipos médicos (ventiladores, máscaras protectoras y equipo médico esencial) a 80 millones de euros.

Vuelos repatriados del mundo a la Unión Europea a través del Mecanismo de Protección Civil de la Unión

Además, el 30 de marzo, la Comisión proporcionó una lista de nuevos consejos prácticos para garantizar que los trabajadores móviles dentro de la UE, en particular los que trabajan en ocupaciones críticas para luchar contra la pandemia del coronavirus, puedan llegar a su lugar de trabajo. Esto incluye, pero no se limita a los que trabajan en los sectores de la atención de la salud y la alimentación, y otros servicios esenciales como el cuidado de niños, ancianos y personal esencial para los servicios públicos. Junto con la Guía sobre la aplicación de la restricción temporal de los viajes no esenciales a la UE, publicada también el día 30, respondiendo a las peticiones formuladas por los líderes de la UE el 26 de marzo y con el fin de abordar las preocupaciones prácticas de los ciudadanos y empresas afectados por las medidas adoptadas para limitar la propagación del coronavirus, así como de las autoridades nacionales que aplican las medidas.

Las directrices publicadas identifican a una serie de trabajadores que ejercen ocupaciones críticas y para los que se considera esencial la continuación de la libre circulación en la UE. La lista que figura en las presentes directrices no es exhaustiva. Algunos ejemplos son los profesionales de la salud, los trabajadores de atención a niños y ancianos, los científicos de las industrias relacionadas con la salud, los que necesitan instalar dispositivos médicos esenciales, bomberos y agentes de policía, transportistas y trabajadores del sector alimentario. La Comisión insta a los Estados miembros a que establezcan procedimientos específicos libres de cargas y rápidos para garantizar el paso sin problemas de estos trabajadores fronterizos, incluidos exámenes sanitarios proporcionados.

Otras de las preocupaciones de la Comisión es amortiguar el golpe económico para que la economía de la UE esté preparada para volver a empezar cuando las condiciones sean las adecuadas. Para lograrlo, debemos mantener a las personas ocupadas y a las empresas en funcionamiento. Todos los Estados miembros tienen o tendrán pronto planes de trabajo a corto plazo para contribuir a ello. Para ello el programa SURE es la respuesta de la Comisión a esto: un nuevo instrumento que proporcionará hasta 100000 millones de euros en préstamos a los países que los necesitan para garantizar que los trabajadores reciban ingresos y las empresas conserven su personal. Esto permite a las personas seguir pagando el alquiler, las facturas y las compras de alimentos y ayuda a proporcionar la estabilidad tan necesaria a la economía.

La Presidenta Von del Leyen, apuntaba que “Las regiones alrededor de Milán o Madrid forman parte de la columna vertebral de la economía europea. Miles de empresas fuertes y saludables están sufriendo a causa de la crisis actual. Necesitan nuestro apoyo para cruzar esta crisis. Es por ello que hemos desarrollado este concepto de reducción de la jornada laboral”. Es por ello que las ayudas estarán focalizadas principalmente hacia Italia y España, ya que estamos demostrando con nuestros gestor ser los verdaderos héroes y probanfo que en momentos extremadamente duros como los actuales somos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos. 

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