jueves,18 agosto 2022
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Los juegos de palabras y la política-ficción

Visión humorística de los ERES de Andalucía

Humor y Comunicación Política
Ya he escrito sobre las series inglesas de televisión Sí, Ministro y Sí, Primer Ministro, a las que considero las mejores sobre Comunicación Política, a pesar de haber cumplido ya 30 años. Y no digamos los libros que, con el mismo título, escribieron después los guionistas Jonatham Lynn y y Anthony Jay.

 En el episodio «Hombre al agua», podemos ver el diálogo entre Sir Arnold y Sir Humprey, entre el anterior asesor permanente del Primer Ministros y su sucesor:

Arnold: Presumo que el Primer Ministro está a favor del proyecto porque va a reducir el desempleo.

Sir Humphrey: Bueno, parecerá que reduce el desempleo.

Arnold: O parecerá que intenta reducir el desempleo.

Sir Humphrey: Sea lo que sea sólo intenta parecer que intenta reducir el desempleo.

Arnold:-Sí, porque le preocupa que no parezca que está intentando que parezca que está tratando de reducir el desempleo.

 

Los dos juegan con el lenguaje, pero en realidad están identificando una política-ficción. Si sustituimos al Primer Ministro por el Presidente de la Comunidad Autónoma de Andalucía, ese diálogo representa la comunicación política de los diferentes Presidentes, sobre todo Manuel Chaves y José Antonio Griñán durante más de treinta años. A pesar de lo mucho que han hablado, las estadísticas están ahí: Recibieron una Andalucía que ocupaba uno de los primeros lugares de parados de las regiones españolas y no han logrado mejorar su posición.

Contraste entre imagen y palabras

Gerald Millerson identificó, hace también más de treinta años, los muy diversos procedimientos para lograr efectos cómicos en su gran libro Técnicas de realización y producción en televisión.

Entre ellos, está el «Contraste entre la imagen y el sonido que la acompaña». Es decir, entre los discursos de Chaves y Griñán y las estadísticas. Charles Chaplin habría sacado petróleo de estos contrastes. Sólo hay que ver sus grandes películas mudas y El gran dictador. Hubiera convertido a Chaves y Griñán en personajes de comedia. El primero proclama que, después de treinta años de político, sólo tiene unos cuantos miles de euros en su cuenta corriente. Lo que se calla es que toda su familia trabaja en o para la Junta de Andalucía. Ya hace bastantes años, en Los muñecos del guiñol, de Canal Plus, Chaves aparecía como un personaje cómico.

Griñán decide abandonar la Presidencia de la Junta año y medio después de haber iniciado su segundo mandato. La imagen que intenta proyectar es de dignidad, pero no renuncia a su puesto de diputado autonómico, porque en él encuentra aforamiento ante un posible procesamiento. En la película La verdad, de George H. Clouzot, los abogados, que interpretan los actores Charles Vanel y Paul Meurisse, tienen momentos extraordinarios, verdaderamente humorísticos, cuando uno va desmintiendo lo que dice el otro.

Sin embargo, en los dos principales partidos políticos españoles, que lo hagas muy mal en un puesto políticos puede ser la antesala para puestos superiores. Chaves ha llegado a ser Presidente del PSOE y Vicepresidente Tercero del Gobierno, a pesar de su gestión en Andalucía. Griñán, Presidente del Partido, sucediendo a Chaves.

Efecto irreal que parece desarrollarse de manera natural

Es uno de los procedimientos más efectivos en la comedia. ¿Quién puede creer que haya prejubilados que no hayan trabajado en una empresa y que, gracias a los Expedientes de Regulación de Empleo, tienen asegurada una pensión? Incluso, hay alguno que se aseguró la antigüedad en una empresa desde el día de su nacimiento. Llaman «infiltrados» a 72 de estas personas que no habían trabajado en las empresas por las que conseguían su pensión. Desde luego, este adjetivo resulta irónico, porque normalmente, infiltrarse en un grupo de gángsters o de terroristas significa jugarse la vida al primer descuido. Por el contrario, los infiltrados de los EREs lo hicieron para beneficiarse, y mucho. Pues, además de estos prejubilados que no habían trabajado en las empresas, fueron identificados 111 trabajadores que recibieron una prejubilación mayor que la que les correspondería. El citado Gerald Millerson afirma que uno de los procedimientos para provocar la risa es referirse al pasado o a lo ausente como si estuviera presente. Es lo que han logrado los que tramaron el aspecto fraudulento de los EREs de Andalucía.

El increíble hombre menguante

Es el título de una película de ciencia-ficción de 1957, cuyo guión escribió Richard Matheson, novelista, fallecido el 23 de Junio de 2013. Parece también ciencia-ficción lograr que una empresa que funcione bien reciba ayuda oficial para despedir a trabajadores veteranos y así poder contratar a jóvenes que recibirían mucho menos salario por su trabajo. Si son verdad las declaraciones de Joaquín Yvancos, ex-abogado de Ruíz Mateos, un buen guionista podría sacar de ellas un buen episodio de humor negro.

Desenlace inesperado

Es un procedimiento basado en la sorpresa y que puede llevar a situaciones muy hilarantes. En el caso de los EREs, nos encontramos con dos situaciones de dos de los presuntos responsables principales de los desaguisados de los EREs. El chófer de Francisco Javier Guerrero, director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía, se convirtió en lo que en Italia llaman «pentiti» o «arrepentidos» y confesó que su jefe se había gastado un millón y medio de euros en cocaína, copas y prostitución cuando esa cantidad supuestamente iba destinada a fundar dos empresas. Parece que estamos asistiendo al final de algunas películas de Frank Capra, donde el «malo» se decide a confesar. Incluso, éste llegó a decir que chantajeaba a Guerrero para conseguir más subvenciones.

El otro personaje, Juan Lanzas, ex-sindicalista de UGT, recibió el apodo de «El Conseguidor». Cuando la Guardia Civil fue a una finca de los padres de Lanzas, la madre dijo, como lo más natural del mundo: «Mi hijo tiene dinero hasta para asar una vaca» . Y el padre añadió: «Pero no os vamos a decir dónde se encuentra» . A partir de ese desenlace inesperado, la Guardia Civil, con un perro y un geo-radar, localizaron 81.100 euros en un armario. Una minucia, porque, al parecer, antes habían comprado dieciséis casas, algunas pagadas en metálico.

Con la información sobre estos dos personajes, un buen guionista tendría material para una película de varias clases de humor. Sobre todo, si empleara el procedimiento «moderación deliberada» y, partiendo de un hecho concreto y aparentemente sin importancia, fuera aumentando las situaciones hasta retratar el caos en que se ha convertido el caso de los EREs. Muchas de las películas de «El gordo y el flaco» tenían esa estructura.

Finalmente, sorprende mucho, en todo este asunto, que los dos principales protagonistas de este fraude, Guerrero y Lanzas, aparezcan sonriendo. Y aquí caben varias preguntas: ¿Se ríen de la impunidad de la que han gozado durante años? ¿Se ríen porque no se dan cuenta de todos los años que pueden llegar a estar en la cárcel? ¿Se ríen porque ni la Policía ni la Guardia Civil van a poder localizar todo el dinero que han amasado en estos años? ¿Se ríen porque suponen que los españoles somos tontos?

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