"Las informaciones de este periódico hacen más urgente apartar a los sindicatos de la gestión de ese dinero", concluye hoy un editorial de EL MUNDO, el diario que mas datos administrativos sobre el fraude ha revelado justo el fin de semana en que el cupón a ONCE conmemoraba los 125 años del sindicato como "Una historia de lucha y logros" y el rostro dibujado de su fundador Pablo Iglesias estampado en cinco millones de cupones.
"UGT ha sido protagonista de la modernización de Andalucía y es, como la ONCE, una organización imprescindible para conseguir una sociedad más justa y avanzada ante la economía salvaje que algunos quieren imponer", declararon los patrocinadores del aniversario. "Andalucía y España necesitan a estos testigos incómodos necesarios para conseguir la igualdad y democratizar la globalización económica", enfatizaron, a lo que el máximo dirigente de UGT, Cándido Méndez, añadió que "El capitalismo descarnado y agresivo ha vuelto, pero con nuevas herramientas tecnológicas", contrapuso los "brutales recortes" que aplica el Gobierno con la tarea social, solidaria y de creación de empleo que lleva a cabo la ONCE para esgrimir que la crisis está siendo utilizada como "coartada" para reducir el estado social y de derechos.
En cambio, el editorial de EL MUNDO dice hoy: "Si la gravedad de las distintas modalidades de corrupción política se pudiera medir, desde luego que el desvío de dinero público destinado a los parados entraría en los primeros puestos de todas las clasificaciones".
UGT "tiene la obligación de explicar ante la sociedad este presunto latrocinio, que así debe llamarse". "La facilidad con la que UGT se ha financiado con el dinero que debía destinar a la formación de los trabajadores, junto con la dificultad para detectar el fraude por parte de los organismos fiscalizadores, sobre todo si se cuenta con la complicidad de terceros, pone de manifiesto los vicios del sistema de reparto de fondos para la formación que la reforma laboral del Gobierno popular pretende desmontar.
No es extraño que una de las batallas más duras que emprendieron los sindicatos contra esa reforma fuera la posibilidad de que agencias privadas pudieran acceder a los fondos públicos e impartir cursos de formación.
El diario de Pedro J. Ramirez dice hoy que Grupo Joly, una empresa editora andaluza con nueve diarios locales, acató las órdenes de UGT-A, y al igual que hiciera el diario EL PAÍS y la Cadena Ser, maquilló una factura para cobrarla con cargo a una ayuda para formación profesional de desempleados otorgada al sindicato por la Junta de Andalucía.
Según informa EL MUNDO el Grupo Joly ingresó casi 10.000 euros por insertar en sus periódicos el manifiesto sindical durante los cuatro últimos días anteriores a la huelga general contra la reforma laboral del antiguo ministro socialista Celestino Corbacho. La empresa editora andaluza emitió una primera factura el 30 de septiembre de 2010 reflejando expresamente que el anuncio era por la publicación del anuncio Así no los días 25, 26, 27 y 28.
Esa facturación en ningún caso podía imputarse a los fondos finalistas de formación para el empleo subvencionados por la Junta. Por ello, una persona de la dirección de UGT Andalucía remitió a la semana siguiente un correo electrónico a un ejecutivo de ventas del Grupo Joly aclarándole que la factura "tal como me la has enviado no me sirve". Así que, al igual que hiciera con el Grupo Prisa o la empresa de Ignacio Cala (concejal de Urbanismo y portavoz del PSOE en el Ayuntamiento sevillano de Morón de la Frontera), el sindicato dio instrucciones precisas sobre cómo tenía que elaborarse el recibo: eludiendo el contenido anunciado y refiriendo expresamente que el pago se abonaba con cargo a los planes de formación para el empleo financiados por el Gobierno andaluz que preside José Antonio Griñán.
Finalmente, el Grupo Joly emitió una nueva factura, con fecha 31 de octubre de 2010, en la que omitía la referencia a la campaña Así no y en la que se endosaban los 9.999,87 euros gastados para convocar a los andaluces a la huelga tanto al expediente 98/2009/J/217 del programa Forman XXII como a los planes MEMTA I y MEMTA II, también financiados por el Gobierno andaluz. Aunque el número de factura y pedido son distintos, se trata de la misma facturación, según corroboran a EL MUNDO fuentes sindicales. Se puede comprobar que hay una equivalencia plena en el resto de apartados, desde la fecha de la firma del acuerdo publicitario hasta el número total de módulos contratados o los días correlativos de publicación, aparte del importe.
Esta segunda factura es la que porta el sello de registro de entrada de la antigua Consejería de Empleo para justificar los gastos de la subvención de la Junta de Andalucía. El gasto de la publicidad para la huelga general se terminó endosando a un curso formativo para la "atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales. El pago definitivo a Joly se atrasó hasta el 10 de enero de 2011. La dirección de UGT-A ha replicado a la publicación de los e-mails por EL MUNDO asegurando que están "sacados de contexto", pese a que se están reproduciendo con literalidad las comunicaciones.
