La formación online tiene más ventajas que inconvenientes
Hasta hace algunos años, existía un fuerte debate sobre la calidad de la formación online, porque muchos creían que la verdadera educación tenía que ser presencial. Sin embargo, la pandemia por COVID-19 ha demostrado que la formación online es igual de valiosa que la presencial y que, además, tiene múltiples ventajas.
Desde que inició la época de confinamiento, los alumnos dejaron de asistir a las clases presenciales y empezaron a estudiar en el hogar haciendo uso de herramientas digitales. Muchas personas aprovecharon la larga temporada del confinamiento para retomar esa carrera universitaria que abandonaron, empezar un curso de cocina o inscribirse en un curso de idiomas en una plataforma online, como Babbel. En este caso, uno de los idiomas más estudiados ha sido el francés, y muchos han aprovechado las lecciones de esta plataforma para adquirir nuevas habilidades, como por ejemplo aprender a conjugar verbos en francés, mejorar la pronunciación, perfeccionar la escucha, etc. Como se puede ver, la formación online tiene grandes ventajas, como la flexibilidad de horarios, niveles adaptados al conocimiento de la persona, atención personalizada a través de videollamadas o mensajería, precios asequibles y formación de calidad en instituciones prestigiosas. ¿Por qué no apostar por ella en el futuro?
El teletrabajo es la modalidad de trabajo del futuro
Antes de la pandemia, millones de personas no estaban acostumbradas al teletrabajo, y eran muy pocas las empresas que confiaban en esta modalidad, pero todo eso ha cambiado en el último año.
Debido a la pandemia muchas personas tuvieron que trabajar desde sus hogares, y los resultados fueron asombrosos. Aunque en un principio el cambio de rutina fue difícil, la mayoría de los trabajadores se adaptaron rápidamente, y muchos descubrieron que el teletrabajo tiene grandes beneficios, tanto para el trabajador, como para la empresa. El principal beneficio que obtienen las personas del teletrabajo es una mejor calidad de vida, ya que al poder trabajar desde el hogar o cualquier lugar, se padece menos estrés, se tiene mejor rendimiento y se puede administrar mejor el tiempo libre. Para las empresas, el mayor beneficio es la reducción de los costos, ya que en el futuro no necesitarán de grandes infraestructuras para organizar a sus empleados. Desde una oficina podrán gestionar su empresa, lo que significará menos gastos por servicios y alquiler.
La ciudad también se ve beneficiada por el teletrabajo, ya que al no tener que salir todas las personas a la misma hora, la movilidad mejora y las vías no se congestionan por el tráfico.
Las compras online son más rápidas y seguras
Durante los meses de la pandemia, el comercio online registró un importante incremento, y esta modalidad será cada vez más exitosa en el futuro. El confinamiento obligó a las personas a salir de sus casas solo en casos de extrema necesidad y les hizo utilizar más los canales electrónicos para adquirir productos y servicios que necesitaban, y que no se encontraban en las tiendas cercanas a su domicilio. Esto les hizo descubrir que las compras online son seguras e incluso más rápidas que las que se realizan en persona.
De igual manera, las tiendas físicas tuvieron que ofrecer una opción online a sus clientes, para que estos pudiesen seguir adquiriendo sus productos y para lograr mantener las ventas y hacer frente a los gastos. Sin duda alguna, las personas que hasta hace un año atrás no realizaban compras online, ahora ven en esta modalidad un excelente aliado para adquirir productos de calidad a precios asequibles y acceder a ofertas, promociones y descuentos. Además, el servicio de entrega es rápido y seguro, ya que las compañías de envío se reinventaron para ofrecer un excelente servicio: algunas aumentaron su flota de transporte y otras contrataron más personal para que fueran más rápido los envíos.
El equilibrio entre vida privada y profesional es la clave del éxito
Antes de la pandemia, muchos trabajadores priorizaban su trabajo y le dedicaban la mayor parte de su tiempo, dejando a un lado a la familia, a los amigos, y el descanso. Cuando llegó el confinamiento y muchos se vieron obligados a trabajar desde sus hogares, descubrieron que el trabajo no es todo y que, para ser felices, se debe tener un correcto equilibrio entre vida profesional y vida privada. Esta fue quizás la mayor lección que nos dejó la pandemia: debemos prestar atención a qué es verdaderamente importante en nuestras vidas, y organizar el tiempo para cumplir con todas las responsabilidades, sin olvidarnos de la vida privada.
Para lograr ese equilibrio, la mayoría de los trabajadores cambiaron su rutina, organizando las horas del día de manera tal que pudieran cumplir con su trabajo, hacer las tareas del hogar, ayudar a los niños con sus actividades escolares, jugar con ellos y dedicar tiempo a pareja, familiares y amigos. Parece imposible, pero no lo es, solo es cuestión de organizar el tiempo, colaborar entre todos los que viven en el hogar, y perder menos tiempo en las redes sociales y plataformas digitales. Para lograr un buen equilibrio entre vida privada y profesional, la clave es, entonces, saber organizar los días y aprovechar el tiempo libre.
