La expectativa de vida de los españoles sigue alargándose y en el último lustro ha crecido un año.
A partir de los 65 años, un tercio de la expectativa de vida se ve lastrada por los achaques o la enfermedad. Con la vista puesta en el 2010, el trabajo calcula que a partir de la jubilación los hombres tendrán aún unos 17,5 años por delante; de ellos, 4,46 años los vivirán en situación de dependencia, de modo que el coste medio de los cuidados de larga duración que necesitarán hasta su muerte será, en total, de unos 57.438 euros. En el caso de las mujeres, más longevas pero también peor tratadas por la enfermedad -21,5 años de vida a partir de los 65, y de ellos, 6,5 en situación de discapacidad-, el monto total ascendería a 85.315 euros. La media de ambos sexos es de 70.000.
El Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia, nacido de la Ley de Dependencia aprobada en noviembre, da ahora sus primeros pasos. Su misión en el futuro será garantizar que todas las personas que necesiten ayuda externa para valerse la tengan y también cargar con el grueso de esa factura, que hoy pagan en solitario el usuario o su familia. El beneficiario de la atención sufragaría el resto según su capacidad económica, en un porcentaje de copago que aún no han fijado el Gobierno y las comunidades autónomas.
3,5 millones de discapacitados
El estudio hace una proyección para el 2010 y estima que 3,5 millones de españoles sufrirán discapacidad para entonces, el 9,4% de la población.
La cifra dobla las previsiones del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales -calcula para entonces algo más de 1,5 millones- pero se explica, dijo Guillén, porque se basa en un concepto «más amplio» de discapacidad que el oficial. La Rioja es la comunidad con una menor proporción de discapacitados entre el colectivo de más de 65 años (18,33%), seguida del País Vasco (23,92%). Murcia (40,4%) y Andalucía (39,4%) son, en cambio, las que tienen mayor prevalencia de discapacidades entre los mayores.
Según las proyecciones de Naciones Unidas, en el 2050 España será uno de los países más viejos del mundo, con un tercio de población por encima de los 65 años.