jueves,18 agosto 2022
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Declaraciones a La Ser del presidente de Telefónica

Álvarez-Pallete: «Las personas tendrán rendimientos del capital por sus datos»

Redacción
"Las personas tendrán rendimientos del capital por sus datos", ha dicho el presidente de Telefónica, Álvarez-Pallete, en declaraciones a la SER, defendiendo que los valores deben primar en el mundo digital y que el desarrollo de la inteligencia artificial debe ir acompañado de transparencia. Ibercampus reproduce por su gran interés público esta entrevista.

Buenos días José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica… Esta semana hemos visto en el Mobile World Congress de Barcelona cosas que no creeríamos, como una operación a distancia gracias al 5G, ¿cuándo va a estar disponible en España para todo el mundo? Se estima que en los próximos 3-5 años se irá introduciendo progresivamente la tecnología 5G, que permite dar cien veces más velocidad y mil veces más capacidad, pero sobre todo permite  la eliminación de la latencia, que es el tiempo que tarda en ir y volver la señal.  Por eso la cirugía remota o la conducción autónoma, que requiere inmediatez son de los casos más obvios de uso del 5G. Un coche que se conduce solo, con tecnología 4G desde que detecta el objeto hasta que frena son unos 40-45 metros (reacción superior a la del ser humano), pero con 5G serán unos 10-15 metros, que es más rápido de lo que reacciona un ser humano. 

Muchos oyentes de la Cadena SER están escuchando ahora esta entrevista desde un coche, ¿qué es un coche conectado?.Es un coche que está conectado a la red y cuantos más sensores tenga más capacidad tiene de hacer cosas. La mayoría de los coches hoy ya están conectados con tarjetas 4G, 3G… Un coche que se conduce solo es un coche que tiene muchos sensores y que además está conectado y que, a través de la inteligencia artificial, tiene capacidad de conducción autónoma. Hay varios tipos de autonomía de coches, desde autonomía cero (el que tiene un volante) hasta autonomía 5 (sin volante).

¿Tenemos infraestructura en España, para que este ciclón que usted describe, que es el 5G, circule?

Sí. A esta revolución tecnológica no hay que tenerle miedo, esto es bueno. Además, como generación de seres humanos somos tremendamente afortunados porque nunca en la historia de la humanidad se ha producido una acumulación de tecnología como la que vivimos hoy. Esto tenemos que mirarlo con ilusión porque es una regulación histórica. Es verdad que cada vez que ocurre una acumulación de tecnología cambian las reglas del juego y hay que adaptarse. Como sociedad tenemos que decidir qué es bueno y qué es malo. ¿Por qué creo que esto es bueno para España en estos momentos? A España esta revolución industrial que viene fundamentalmente por las redes, por la conectividad, porque la inteligencia artificial necesita ir por algún sitio (esas son las redes de alta velocidad). Y España tiene ahora mismo un nivel de penetración de fibra de banda ancha superior a la suma de Reino Unido, Francia y Alemania juntas. España tiene un 76% de penetración de fibra, imagine que en la revolución industrial España hubiera tenido un 76% del territorio cubierto con ferrocarriles y una fábrica de vapor en cada empresa… eso es lo que tiene hoy España, que está muy bien posicionada. 

¿A qué se debe esa ventaja objetiva que tiene España en este momento?

A la competencia en infraestructuras, a un marco regulatorio que fomentó la inversión y, honestamente creo que a Telefónica, que ha hecho muy bien su trabajo. 

¿Telefónica es solo ya una empresa de telefonía?

 Telefónica hoy en día es una empresa de telecomunicaciones y tecnología. Telefónica nació hace 94 años, dentro de seis años seremos centenarios, y nacimos para dar voz. Nuestro producto estrella, que es la voz, la gente considera que debe ser gratuita, por tanto se va muriendo… pero hemos tenido la suerte de  que ha aparecido al lado un producto que la gente adora y necesita, que son los datos. Nuestra misión es construir una red que sea capaz de transportar todos esos datos, y es construir una nueva fábrica, porque la fábrica que construía voz ya no da suficiente capacidad para todos los datos que necesitamos transmitir. A nosotros los volúmenes de voz nos crecen un 50% cada año; imagina una fábrica de coches que tuviera que producir un 50% más cada año. 

Sobre datos… ¿quién es el dueño o dueña de mis datos? Los de Pepa Bueno, que voy dejando cada vez que me conecto a mi teléfono, a mi tablet, a mi ordenador… ?soy la dueña de mis datos?

Fundamentalmente creo que sí. Los datos son tan intrínsecos a la persona como su dignidad, como su derecho al trabajo. Es una de las facetas de esta revolución tecnológica; surge un nuevo factor de producción, que son los datos, y es tan mío como mi derecho a tener capital o trabajo. Los datos tienen valor económico y tiene que quedar claro qué doy y qué recibo a cambio.

¿Con qué criterio almacena mis datos Telefónica y con qué criterio?

Somos licencias y concesiones del Estado y una de las obligaciones que tenemos es garantizar la integridad de los datos de las comunicaciones de los clientes y no cederlos sin autorización. Pero ahora vamos un paso más allá: cuanta más fibra desplegamos la capacidad de generar datos aumenta sustancialmente. La red genera datos permanentemente y forma parte fundamental de la vida de las personas. No hay dos vidas, una digital y otra analógica. Solo hay una y la red cada vez genera más datos. 

Los datos nosotros los almacenamos y hemos decidido autoregularnos. Nuestros clientes tienen que tener tres derechos fundamentales: que sus datos están seguros y protegidos, que sepan qué datos tenemos y que se sientan dueños de los mismos. Son como su número de teléfono, tienen derecho a que sean suyos y tienen derecho a portarlos. Si quieren irse de Telefónica deben ser capaces de llevarse sus datos.  

¿Son una especie de capital que en algún momento podremos poner en el mercado?

Yo creo que sí, como los datos de la relación con una compañía eléctrica, una de gas, los datos que genera mi coche, mi ropa o mis gafas conectadas. Esas fuentes de datos cuando entramos en el Internet de las cosas vamos a generar cada vez más dispositivos… el último reloj inteligente, capaz de hacer un electrocardiograma. Son datos de salud y consumo que pertenecen a la persona. 

La tecnología para hacer todo esto ya está aquí, ¿lo que falta es decidir quién lo gobierna?

No puedo estar más de acuerdo. La tecnología ya está aquí y lo que vamos a ver en los próximos tres años de reconocimiento de voz, imágenes , de algoritmos que aprenden solos… van a tener un impacto en todo lo que hacemos fundamental. No es el momento de la tecnología, que ya está, es el momento de los valores. Creemos como sociedad que es bueno que se haga con esa tecnología porque no todo lo que haga la tecnología va a ser necesariamente bueno, por lo tanto es el tiempo de las ciencias sociales, de que hablemos de filosofía digital, de abogados digitales, de reconocimiento de voz, pero también de sintaxis en el mundo digital… Va a haber muchas disciplinas sociales que tienen que marcar el contrato social que nos queremos dar en este nuevo mundo.

¿Hace falta meter las humanidades en el mundo digital?

Son más necesarias que nunca, pero no es que lo creamos nosotros. En todas las revoluciones sociales anteriores siempre ha sido necesario un contrato social. Es la ciudadanía la que reacciona ante según qué cosas, y está empezando a reaccionar con los temas de seguridad o de transparencia en este nuevo mundo digital. Hay mucho debate sobre la generación de noticias, y son las personas están empezando a reaccionar y es entonces cuando se activan los círculos de representación de las personas, y yo creo que eso tiene que ser desde el mundo académico hasta el mundo político y los organismos supranacionales. En la revolución industrial, cuando surgió el factor de producción trabajo se activó la declaración universal de los derechos de las personas, creo que estamos en un momento parecido. 

En los países nórdicos experimentan con una renta básica de transición que no deje en la cuneta a quienes puedan quedarse fuera de esta transición ¿es usted partidario?

Soy partidario de un marco de transición ordenada para esta revolución tecnológica, que no implica solo un marco de seguridad social como esa renta, implica también educación para personas que van a tener que reformar sus capacidades en el mundo labora, educación para personas cuyos empleos van a desaparecer… se crearán otros empleos. Creo mucho en la política de educación, la primaria, la secundaria, la universitaria, la formación profesional… hay que cambiar la mentalidad, va a ser necesario formarse permanentemente. El 65% de los chavales que están estudiando ahora van a trabajar en empleos que hoy no sabemos cuáles son.

¿Qué medidas habría que tomar para evitar que la gente se quede en esta cuneta tecnológica?

Yo animo a que se vea sin temor. En el 1800 el 80% población mundial se dedicaba a labores agrícolas, hoy en Estados Unidos el 2% se dedica a labores agrícolas. Es lo que hagamos con la tecnología y cómo manejemos esa transición pero creo fundamentalmente que esto va a generar riqueza, va a generar mucha riqueza y hay que repartirla bien y manejar esa transición.

Álvarez-Pallete: "España tiene ahora mismo un nivel de penetración de fibra de banda ancha superior a la suma de Reino Unido, Francia y Alemania juntas". / PABLO PALACIOS

¿Todos los datos son buenos? ¿Todo lo que circula es bueno?

Como en toda actividad humana hay gente que hace cosas malas con los datos, la inmensa mayoría es buena pero por dar un porcentaje, a nosotros el tráfico datos, a cualquier empresa, le crece entre un 50 y un 60% todos los años. Hoy en día más de la mitad del tráfico de datos que va por las redes de Telefónica no es humano, son bots, máquinas que se hablan, y un 25% del total son bots malos: suplantación de identidad o intento de robar las contraseñas y ese tipo de cosas. Eso hay que regularlo y hay que cuidarlo y por eso creo que es importante la transparencia. Quién hace qué en el mundo de Internet.

¿Los partidos políticos deberían declarar si tienen bots contratados para las campañas electores?

Creo que un derecho fundamental en este mundo es saber si estoy hablando con una persona o con un bot, tengo derecho a saber, como en la televisión, si es un espacio publicitario o no, porque está intentando afectar a mi conducta. La transparencia acabará exigiendo que sepamos qué bots están siendo utilizados en todos los ámbitos, incluida la política.

Este Gobierno había incluido una tasa a las grandes tecnológicas para afrontar los gastos sociales en España. ¿Usted sería partidario?

Yo soy partidario de una regla que diga: “mismo servicio, misma reglas, mismas obligaciones”. Si la economía analógica tributa la economía digital tiene que tributar. Cuál es la forma de tributar es lo que se puede discutir, si es una tasa o es otra forma. Como los datos pertenecen a las personas creo que las personas tendremos rendimientos del capital, las acciones que tengamos, nuestro salario y rendimientos de nuestros datos. Vendrá un momento en el que las grandes tecnológicas tendrán que empezar a intercambiar valor con las personas y nosotros tributaremos por ello. Pero vuelvo a decir que esto es como el mundo digital, la fiscalidad está pensada para un mundo físico. El servidor lo podemos poner donde quieras pero el hecho tributable es el individuo, el que genera los datos.

Hay mucho ruido con Huawei, que si no me equivoco, está participando en la instalación de la infraestructura 5G en España…

No está decidido por ninguno de los operadores qué suministradores van a suministrar la tecnología.

¿Presiona Estados Unidos para que no se haga con Huawei?

Hay mucho ruido y nosotros creemos que el ruido es malo. A nosotros nos gustan las decisiones basadas en hechos y más sobre un tema tan serio como son la integridad de las telecomunicaciones. Nosotros somos responsables diarios permanentes de la seguridad de las comunicaciones y es por tanto lo más importante que hacemos y estamos permanentemente analizando. No hemos constatado nada raro en nuestras redes. El despliegue de 5G es esencial y cualquier interrupción en alguno de los suministradores puede causar un retraso.

¿No hay más precisión en la llegada del 5G?

Siento decepcionar, pero no. Depende de muchas cosas. No es solo tener la tecnología, requiere decenas de miles de estaciones bases distintas de las que tenemos ahora. El 5G va a conectar todas las farolas, los electrodomésticos por lo que hace falta el despliegue de esa infraestructura, hace falta que todo eso esté conectado con fibra. España está especialmente preparada pero otros países no. Aventuramos que tres años es un plazo razonable.

Jesús Maraña: ¿qué opina del deterioro democrático que producen las falsas noticias o de la información generada por bots, qué puede hacer una empresa como la suya?

Es terreno inexplorado y vamos avanzando a medida de que vamos descubriendo cosas. Creemos que de momento es muy importante la auto regulación, que cada uno diga para qué está utilizando la inteligencia artificial. Somos pioneros a nivel mundial en utilizar la inteligencia artificial redes de telecomunicaciones para dos cosas: para servir a nuestros clientes, es decir para que nuestros clientes puedan dirigirse a nosotros de una forma mucho más sencilla. Ahora Movistar Home significa que uno le pueda hablar a la red y ocurra en tiempo real. Eso suena sencillo, pero desde un punto de ingeniería es hipercomplejo,pero en el fondo lo que significa es que la gente va a poder utilizar la red de telefónica de forma mucho más sencilla y la va a sentir como propia. La segunda parte es para que la propia red piense y se repare sola. Si la red detecta que hace falta capacidad, moverla a este sitio. O si la red detecta que el router de mi casa que ya es súper inteligente y que además va por fibra se va a romper, que lo resetee. Por lo tanto, va destinada a mejorar la calidad del servicio y el funcionamiento de la red. Al mismo tiempo tenemos que aplicarnos principios, principios de lo que no vamos a hacer con la inteligencia artificial, lo que no vamos a hacer con los datos de nuestros clientes. Mientras vienen un conjunto de principios, nos tenemos que aplicar los nuestros y además hacerlos públicos: qué es lo que hacemos y qué es lo que no hacemos. En la parte de la política, esta revolución lo está alterando todo, el mundo en el que nos relacionamos y en el que nos comunicamos. Las redes sociales han supuesto una revolución y son útiles. Cada día nos comunicamos de una forma mucho más efectiva. Tenemos que decidir cómo hacemos que eso sea transparente. Lo principal es la transparencia, que la gente sepa lo que está pasando. Una noticia falsa es viralizada porque genera mucho tráfico. Se detecta y se viraliza más porque cuanto más tráfico genere más me conoce la red social. Hay que ponerle unos principios, a esos mecanismos de viralización que tenga por lo menos una ética de la verdad, no una ética de la viralización.

Pepa Bueno: profesora de Derecho Constitucional, ¿qué hacemos con nuestro derecho para adaptarlo?

Argelia Queralt: ¿cómo se establecen los principios éticos, filosóficos y jurídicos? ¿Cuándo un bot es malo o es bueno?

Creemos que cualquier intento de suplantar identidad o de sustraer información o de alterar el curso de una infraestructura, cualquier cosa que pone en peligro la integridad de las telecomunicaciones, tenemos la obligación de pararlas. Habrá fronteras que se acercarán más de qué es bueno o qué es malo tiene que venir del marco jurídico. Por eso creo mucho en los abogados digitales. Es un gran momento para que nos paremos a reflexionar si todo lo que tenemos que hacer a través de la red o del entorno digital, ¿dónde está el límite? Como pasa en la vida normal.

Ignacio Ruiz Jarabo: tengo la impresión que hay un agujero negro que es la seguridad del usuario. Un director del CNI me dijo que no hablar por móvil porque todas las conversaciones son grabadas por un organismo en EEUU que todos nos podemos imaginar quien es. Tienen filtros capaces de llegar a la llamada que quieren. ¿Es verdad que se graban todas las conversaciones?

Lo primero es que yo animo a que se hable por teléfono (risas) Vuelvo a insistir, la integridad de las comunicaciones es sagrada. Tenemos que garantizar que lo que va por nuestras redes está seguro y protegido. Intentos de acceso tenemos todos los días. Intentamos pararlos y la verdad es que no entran. Profundamente creo en la integridad del sistema de telecomunicacionesporque creo que es una pieza fundamental de cualquier estado para garantizar las comunicaciones. Los sistemas de seguridad son cada vez mayores, los sistemas de encriptación es cada vez más potente. Dentro de poco será prácticamente indescifrable. Todo es mejorable pero creo en la integridad del sistema de telecomunicaciones. Y animo a que se hable mucho por teléfono.

Ignacio Ruiz Jarabo: ¿entonces no me graba la CIA?

No sé qué relación tendrá usted con la CIA. (Risas)

¿Cómo va la Telefónica?

Telefónica tiene 350 millones de clientes, más grande en clientes que Twitter. Una compañía que tiene un alcance global, que factura casi 50 mil millones de euros, con 120 mil empleados, presente en muchos países. Vamos bien, los resultados de 2018 han sido sólidos. Hemos crecido en ingresos, en beneficios de explotación, netos, hemos bajado la deuda en 12 mil millones en tres años. La salud financiera de la compañía está muy bien y estamos creciendo. Venimos de un producto que es la voz que está desapareciendo a un producto es que son los datos. La caída de los ingresos de la voz es compensada por la de los datos. Es la primera vez en la historia de Telefónica en 2018 donde más de la mitad de los ingresos no vienen de la voz, vienen del mundo de los datos.

¿Influye la situación geopolítica?

No solo la geopolítica, afecta a todo. La vida media de las grandes empresas ha pasado de ser 65 años a ser 15. Ninguna empresa en este mundo de disrupción digital, tiene garantizado su futuro. Por eso es tan importante acometer la intervención y por eso en Telefónica llevamos muchos años cambiando nuestras redes. En España por poner un ejemplo, tenemos la mejor red de fibra de Europa, solo superada por Japón y Corea. Es en entra en la revolución de la inteligencia artificial con la mejor autopista. Creemos que los resultados de 2018 marca un punto de inflexión. Nos afectan muchas cosas, pero la compañía goza de buena salud.

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