La nueva técnica ofrece posibles aplicaciones en áreas como la biomedicina, la nanotecnología o la ciencia de materiales.
La colaboración de dos grupos españoles, pertenecientes al CSIC y a la UAM, y un grupo aleman en la Universidad de Chemnitz, en el marco del proyecto europeo FORCETOOL, ha permitido perfeccionar una técnica microscópica pionera que permite observar en tiempo real y de manera simultánea cualquier cambio de forma o composición que se produzca en células, moléculas biológicas, circuitos nanoelectrónicos u otros objetos a escala nanométrica. Los resultados del estudio aparecen en el último número de Nature Materials.
La técnica, denomina “Phase Imaging AFM”, está basada en la microscopía de fuerzas, y permite realizar medidas tanto en aire como en medios líquidos o fisiológicos. El desarrollo de esta técnica podría tener aplicaciones en áreas diferenciadas, como la biomedicina, la nanotecnología, la ciencia de materiales o estudios medioambientales.
Utilización de la energía
La técnica “Phase Imaging AFM” utiliza la energía disipada a nivel molecular para realizar las mediciones de los objetos. El microscopio mide la energía que transfiere a la molécula o sistema bajo estudio una punta de silicio muy afilada, terminada en un átomo, que se hace oscilar a pocos ángstrom sobre la superficie del objeto analizado. En esta situación, el átomo de la punta es muy sensible a las fuerzas de interacción con los átomos, moléculas o nanoestructuras.
La sensibilidad de esta nueva técnica permite detectar variaciones de energía que se corresponden con décimas y centésimas de las energías de enlace entre átomos, alcanzando así una resolución nanométrica y molecular.
La nueva técnica permite observar la superficie de materiales heterogéneos y aportar datos sobre alguna de sus propiedades; además de mostrar y procesar, datos sobre la topografía y la composición del objeto.