“Se quieren sacar más de 356.000 toneladas de cobre…y para ello será necesario remover más de 267 millones de toneladas de roca. Con explosiones diarias cada día del año. Hay quien estima que el proyecto puede superar los 16 años de duración. Una auténtica locura.
En todos estos meses hemos conseguido el apoyo de más de 140 asociaciones, más de 33 ayuntamientos, dos diputaciones y hemos recorrido las calles de Santiago en una manifestación histórica diciendo que no todo vale. Que nuestras tierras, nuestros ríos y nuestra salud son más importantes que cualquier proyecto de megaminería.
Este proyecto prevé la creación de una enorme balsa de lodos tóxicos situada a menos de 200 metros de zonas habitadas. En caso de rotura y / o filtración, la contaminación no tardaría más de 12 horas en llegar a la ría de Arousa afectando a los bancos marisqueros y a los polígonos mejilloneros. Hoy, más de 150.000 habitantes se abastecen del agua del río Ulla, que también podría verse afectado”.
La petición pregunta ¿te imaginas cómo afectará este proyecto de minería de cobre que está a tan sólo 300 metros del área de afección del Camino de Santiago?, para añadir: Te pedimos que firmes nuestra petición para pedir al presidente de Galicia Alberto Núñez Feijoó y los Conselleiros de Economía y Medio Ambiente recapaciten sobre este proyecto y digan NO a la mina en Touro y O Pino.
Esta batalla no es nueva: desde hace más de cinco años esa red de megaminería ya se tejía sobre nuestro paisaje. Primero fue Corcoesto, y ahora es ésta. En la misma zona donde hace más de 30 años ya tuvimos una mina similar. El modus operandi siempre el mismo: una empresa que no se preocupa por el medio ambiente, y ni por cómo se han venido utilizando los recursos naturales y productivos de una zona o por su futuro, llega con la promesa de generar empleo y cuando termina, se marcha. Solo les preocupa sus beneficios.
