Hoy en día hay más de 700 personas acogidas a este programa que forman un total de 360 convivencias en toda España. Un total de 31 ciudades participan en este programa que, adaptado a cada municipio, tiene un carácter marcadamente social.
Se pueden acoger al programa aquellos jóvenes que deban desplazarse fuera de su ciudad de origen para cursar sus estudios. Hay unas reglas de respeto mutuo, basadas en el concepto de hospitalidad. Los jóvenes disponen un cuarto propio, baño y llaves para entrar o salir, y la persona mayor no espera alguien que le cuide o le haga las tareas de la casa. Cada uno de ellos es independiente. Lo que les une son las conversaciones
El programa, surgido en 1996 en Barcelona como programa piloto en el barrio del Ensanche, ha ido registrando un aumento de las convivencias año a año. Las personas mayores que se acogen al proyecto son fundamentalmente mujeres, con una media de 80 años y un piso en propiedad.
El programa Vive y Convive ofrece no sólo un recurso de calidad a los jóvenes que buscan un lugar donde vivir durante el curso académico, sino también una experiencia de convivencia y encuentro, acorde con el ideario de promoción de la solidaridad y de desarrollo de valores de aceptación y respeto.
Tras la experiencia de convivir con un estudiante durante un curso escolar, el 75 por ciento de los ancianos han mejorado su calidad de vida, y de éstos, el 94 por ciento considera que eso ha sido gracias al programa Vive y Convive.
Los estudiantes también consideran que la convivencia les ha mejorado la calidad de vida. Así, el 75 por ciento de los estudiantes consideran han obtenido un mejor rendimiento académico, y, de éstos, el 75 afirman que ha sido gracias al programa. También, el 61 de los estudiantes consideran que su situación personal ha cambiado a mejor.
Fuente: Ecoaula
