Paralelamente ha iniciado otra acción publicitaria bajo el eslogan “En tu próximo declaración de la renta marca las dos casillas de asignación solidaria: Iglesia Católica y Fines Sociales. Darás el 1,4% de tus impuestos para ayudar a todos. Estás en tu derecho”
Me gustaría destacar varias razones por las que se debe marcar la casilla de la Iglesia Católica: Es una forma sencilla de colaborar con la Iglesia. A la hora de hacer la declaración de la renta, basta con marcar una X en la casilla de la Iglesia.
No me van a cobrar más por mi declaración al marcarla ni me van a devolver menos por hacerlo. En definitiva, no me cuesta nada. Marcar la casilla demuestra mi compromiso y adhesión a la Iglesia y a la actividad que realiza.
Es una de las pocas cosas que puedo decidir sobre mis impuestos. Con este gesto demostramos a la sociedad que somos muchos los que valoramos la labor que realiza. Cada año 9 millones de personas asignan a favor de la Iglesia, lo que supone, al día de hoy el mayor gesto de adhesión a una institución.
Es mi obligación como católico. Marcando la casilla ayudo a sostener a la Iglesia en el desarrollo de todas sus actividades: mantener al clero, el anuncio del Evangelio, la vivencia de la fe y la inmensa labor asistencial que desarrolla en todo el mundo.
Marcar la casilla de la Iglesia supone decir claramente “sí” a la libertad religiosa. Una sociedad aconfesional, pero que valora el hecho religioso como una de las dimensiones fundamentales de la persona, tal y como lo proclama el artículo 16 de nuestra Constitución.
Por eso, para los no católicos o no practicantes marcar la casilla supone también reconocer el papel que la Iglesia tiene en la sociedad española, especialmente con los más necesitados.