P.- ¿Qué supone pertenecer a la docencia de la ETSIA?
R.- La ETSI Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid es mi Escuela, la única Universidad donde he estudiado y por lo tanto tiene para mí un componente emocional. Los alumnos de esta Escuela son entusiastas de la tecnología y el desarrollo de los vuelos espaciales y por tanto creemos muy útil un curso como éste. Pretende responder a la pregunta: ¿para qué nos esforzamos tanto en estudiar para hacer los desarrollos, la fabricación, el mantenimiento y la operación de los ingenios espaciales?
P.- ¿Qué espíritu pretende transmitir a los alumnos?
R.- Los profesores de este curso del Departamento de Vehículos Aeroespaciales pretendemos transmitir que los estudios realizados en las Escuelas son difíciles porque grandes son los logros obtenibles, y que no en vano se exige afinar el lápiz a la hora de diseñar vehículos espaciales. Por descontado, contamos con la ayuda de las muy vistosas imágenes de ingenieros espaciales, astronautas y el Universo para ayudarnos.
P.- ¿Cuáles son las expectativas que alberga con respecto al curso?
R.- Espero que, como en todo curso de carácter más divulgativo, haya al menos una parte de los alumnos que lo consideren una ayuda en la tarea de centrarse y afrontar el reto que indudablemente supone formarse como Ingeniero Aeronáutico. Ver, siquiera de lejos, la lejana cumbre da fuerzas insospechadas al escalador, o al menos eso pretendemos.
P.- ¿Cómo afronta este nuevo reto?
R.- Con mucha ilusión, como todo lo que hago para la juventud y para poner un granito de arena en que se aprovechen los talentos de los jóvenes para inventar, crear nuevas soluciones y mejorar, en definitiva, la tecnología. Si de las Escuelas sale solo un gran ingeniero que en el futuro recuerde el curso ya será una gran satisfacción y merecerá la pena el esfuerzo.