jueves,18 agosto 2022
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Por un equipo de investigadores de la UPM

Confirmados los beneficios de los electrodos contra los trastornos obsesivos compulsivos (TOC)

Redacción
Un ensayo en el que participa la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) destaca el beneficioso papel que tiene la terapia con electrodos para el tratamiento de los trastornos obsesivos compulsivos (TOC), pudiendo lograr una mejoría hasta ahora impensable.

¿Y si la estimulación del cerebro por medio de electrodos pudiese ser la clave para curar el trastorno obsesivo compulsivo? Esa fue la pregunta que se hizo un equipo de investigadores españoles, entre ellos Bryan Strange, del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y liderado desde el Departamento de Neurocirugía del Hospital Clínico San Carlos, que ha logrado demostrar que esta forma de estimulación puede resultar muy beneficiosa para tratar las personas que padecen estos trastornos, incluso cuando otros tipos de tratamiento han fracasado. Los resultados son prometedores: el 85,7% de los pacientes tratados en este estudio mejoraron.

 

El trastorno obsesivo compulsivo  se caracteriza por la presencia de pensamientos inquietantes u obsesiones y comportamientos o pensamientos repetitivos que incapacitan, en muchos casos para seguir una vida normal.  "El empleo de electrodos para tratar algunas patologías, como los temblores asociados a la enfermedad de Parkinson, es una práctica que ya está establecido en el ámbito clínico", explica Bryan Strange. "Sin embargo, en el caso de las enfermedades psiquiátricas como el TOC, a diferencia de condiciones neurológicas donde la sintomatología está de algún modo estandarizada entre los pacientes, los síntomas psiquiátricos presentan una gran heterogeneidad, lo cual hace más difícil establecer un tratamiento", añade.

 

El trabajo desarrollado por los investigadores y publicado en Brain Stimulation, consistió en la colocación de un electrodo de estimulación de cuatro polos en el núcleo caudado y el núcleo accumbens del cerebro  (las regiones en las que se cree que subyace el origen de este comportamiento patológico).

 

La técnica  permite elegir uno de los cuatro contactos de estimulación para producir el mejor resultado clínico en función de los síntomas del paciente. A los pacientes participantes en el estudio se les realizó, previamente a la implantación de los electrodos, una resonancia magnética funcional con provocación de los síntomas mediante imágenes relacionadas con los síntomas propios de su enfermedad.

 

Tratamientos más personalizados

 

El ensayo se dividió en cinco periodos correspondientes al encendido de cada electrodo y un periodo placebo en el que no había estimulación. El orden de activación de cada electrodo también era diferente en cada uno de los sujetos con trastorno obsesivo compulsivo que participaron en el ensayo y el tratamiento se prolongó un mínimo de tres meses en cada paciente.

 

"Se trató a un total de siete pacientes diagnosticados de trastorno obsesivo-compulsivo grave y resistente al tratamiento farmacológico y a la terapia cognitivo-conductual", explica Strange. "Al finalizar el ensayo el 85,7% de los pacientes tratados, presentaba una respuesta terapéutica de mejoría de los síntomas", explica el investigador del CTB-UPM.

 

"El estudio también nos dio la posibilidad de comprobar si la diana óptima de estimulación cerebral profunda era la misma para todos los pacientes o si ésta podría personalizarse en función de los síntomas predominantes en cada uno de ellos, lo que parece un punto de vista más acertado a la hora de abordar el tratamiento a la vista de los resultados obtenidos", añade. "Además, hemos sido capaces de demonstrar una estrecha relación entre la diana optima de estimulación y la que predice un índice que combina los resultados de un estudio de los tractos de materia blanca de cada paciente con la resonancia magnética funcional durante provocación de síntomas."

 

El trabajo pone de manifiesto la importancia de actuar de manera personalizada en este tipo de trastornos, frente a las técnicas estandarizadas, en las que la tasa de respuesta nunca ha sido superior al 50%,  y abre la puerta a nuevas formas de abordar la enfermedad en pacientes que no han respondido a otros tratamientos.

Referencias de la investigación 

 

En el estudio han participado investigadores del Departamento de Cirugía de la Universidad Complutense de Madrid, el Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, los Hospitales Puerta del Sur, Hospital de Móstoles y Hospital Universitario CEU San Pablo y el Departamento de Neuroimagen del Centro Reina Sofía para la Enfermedad de Alzheimer.

 

Personalized striatal targets for deep brain stimulation in obsessive-compulsive disorder. Brain Stimul. 2019 May – Jun;12(3):724-734. doi: 10.1016/j.brs.2018.12.226. Epub 2018 Dec 20.Más información en www.upm.es

 

Recomendaciones ante un trastorno que afecta al 2% de la población mundial,

El trastorno obsesivo compulsivo es un trastorno ansioso que afecta al 2% de la población mundial, con igual incidencia en hombres y en mujeres, y que suele aparecer en la adolescencia o a lo largo de la juventud. Pueden existir alteraciones de la personalidad previas, sobre todo de tipo obsesivo, aunque también se ha visto una asociación con la existencia previa de trastornos de la personalidad de tipo dependiente, evitativo o histriónico. Con frecuencia se asocia, asimismo, a depresión y/o a fobia social. He aqui un resumen de causas y recomendaciones que ofrece Mapfre Salud:

 
¿Cómo se produce?
Se ha observado que en el 60% de los casos suele haber un factor desencadenante. Del mismo modo se ha visto que existe una clara agregación familiar.
Se han estudiado diversas posibles explicaciones para su origen, tanto desde el punto de vista neurológico como psicológico.
Se ha visto, mediante las técnicas de tomografía por emisión de positrones (PET), que puede haber alteraciones a nivel del lóbulo frontal del cerebro, así como variaciones anatómicas también en la distribución de la sustancia gris en ciertos ganglios basales, en la profundidad del cerebro. En estos mismos pacientes se ha visto una alteración de los niveles de serotonina, que actúa en todo el cerebro pero sobre todo a nivel de los mencionados lóbulos frontales y ganglios basales.
Desde un punto de vista psicoanalítico se ha considerado que podría existir una regresión a la fase anal sádica del desarrollo psicosexual.
Síntomas del trastorno obsesivo compulsivo
Las obsesiones consisten en imágenes, ideas o pensamientos que son recurrentes e intrusivos, es decir, el paciente que las sufre tiene la sensación de que se han introducido en su cerebro pero que nadie le ha impuesto desde fuera sino que es su propia mente quien las ha creado y que pese a saberlas absurdas e intentar oponerse a ellas no puede hacer nada para frenarlas o evitarlas. Esta sensación de ocupación se reviste de un grado de ansiedad que va en aumento a medida que el paciente intenta deshacerse de dichas obsesiones.
Las obsesiones más frecuentes son:
  • Enfermedad
  • Limpieza y contaminación
  • Duda e inseguridad
  • Orden y simetría
  • Daño a otros
  • Moralidad y sexualidad
Las compulsiones son actos motores o mentales de carácter voluntario que el paciente con obsesiones lleva a cabo para evitar la ansiedad que la obsesión le produce, ya que al realizar estos actos la ansiedad cede total o parcialmente. Estas compulsiones pueden llegar a ser muy elaboradas, constituyendo verdaderos rituales complejos y abigarrados. Las compulsiones pueden guardar relación con la obsesión que intentan evitar aunque de manera muy exagerada o bien no tener la menor correlación con la idea desencadenante ni ser ningún pensamiento o acción que de forma fehaciente aunque exagerada pueda evitar la obsesión.
Compulsiones habituales pueden ser:
  • Lavarse y limpiar con frecuencia y ahínco.
  • Verificar las cosas constantemente.
  • Ordenar y recolocar las cosas simétricamente o siguiendo un patrón determinado.
  • Repetir las cosas varias veces o repetir acciones para evitar algo.
  • Perfeccionismo excesivo.
  • Supersticiones y rituales mágicos.
  • Contar y enumerar cosas constantemente.
Es evidente que todas las personas tenemos manías y costumbres en mayor o menor grado y que en ocasiones nos dejamos llevar por actos impulsivos, pero en el caso del paciente con trastorno obsesivo compulsivo o TOC las obsesiones son algo que se vive negativamente y que el paciente intenta evitar, intenta refrenar, con lo que va padeciendo una ansiedad que solamente se libera al realizar la compulsión, que a diferencia de un impulso también es algo contra lo que se lucha, no es un acto irreflexivo sino que se elabora a nivel de la corteza cerebral.
Diagnóstico
trastorno obsesivo compulsivo, TOCEl diagnóstico se basará ante la sospecha de un paciente o de su entorno cercano de que este presenta actitudes y pensamientos repetitivos, en ocasiones absurdos y que se revisten de ansiedad e interfieren con las actividades de la vida diaria en mayor o menor medida.
Para poder establecer el diagnóstico se debe dar:
  • La existencia de obsesiones como ideas intrusas que el paciente quiere evitar y que sabe absurdas pero originadas por su propia mente.
  • La existencia de compulsiones que buscan evitar la ansiedad causada por la obsesión o bien prevenir lo que pueda suceder.
  • El paciente debe reconocer en algún momento dado que las obsesiones y compulsiones son excesivas.
  • Las obsesiones y compulsiones deben vivirse mal e interferir con la vida diaria.
  • No debe existir un trastorno físico o psiquiátrico simultáneo que pueda explicar estos síntomas.
A menos que existan otros síntomas asociados sugestivos de enfermedad neurológica no se suele realizar ninguna prueba de imagen en el estudio del TOC.
Tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo
El tratamiento del TOC, como el de muchas otras patologías psiquiátricas, se debe abordar desde un punto de vista múltiple, farmacológico y psicológico.
A nivel del tratamiento médico de los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo y dada la existencia de una alteración de los valores de serotonina, los fármacos inhibidores de la recaptación de la serotonina (ISRS) como la fluoxetina, la sertralina o la paroxetina, suelen dar buen resultado. También se administran otros fármacos como venlafaxina o mirtazapina. En caso de ansiedad excesiva asociada se pueden administrar también fármacos ansiolíticos como las benzodiacepinas.
Desde un punto de vista psicoterapéutico se pueden aplicar terapias conductuales, cognitivas o psicoanalíticas para trabajar a fondo las obsesiones y compulsiones del paciente, poder analizarlas y ayudarle poco a poco a vivir sin estar pendientes de las obsesiones y desacralizarlas, así como mecanismos tanto para evitar las obsesiones como para controlar y frenar las compulsiones.
Con la medicación y una terapia adecuada se pueden llegar a resultados de éxito en el control del trastorno de hasta un 75% de los casos.
Medidas preventivas
No existen medidas preventivas para evitar el trastorno obsesivo compulsivo. En caso de que uno mismo o una persona cercana presente actitudes que puedan corresponder con un trastorno obsesivo compulsivoes importante ponerse cuanto antes en manos del especialista.
  • Se caracteriza por la presencia de ideas obsesivas que llevan a realizar actos para frenar la ansiedad que causan.
  • Las obsesiones más frecuentes son: enfermedad, orden, limpieza, inseguridades…
  • El tratamiento se debe abordar desde un punto de vista múltiple, farmacológico y psicológico.

 

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