Actualmente la financiación de las administraciones públicas a las universidades está repartida y justificada en gran medida por el volumen de las mismas (número de profesores, de alumnos y de estudios), aunque después las instituciones acceden a fondos por diferentes programas de investigación.
La situación económica ha hecho que el cambio de modelo, que se negocia con el horizonte de 2015 en la cabeza, se retrase más de lo deseado, aunque las negociaciones no cesan.
En la inauguración del Peer Learning Activities (PLA), que se desarrolló en el Hemiciclo de la Facultad de Letras, el director general de Política Universitaria del c Ministerio, Juan José Moreno, dijo que la presencia en las jornadas de expertos de diez nacionalidades europeas permite comparar los modelos de financiación en estos países y extrapolar su experiencia.
El director general añadió que el seminario abordará uno de los principales problemas a los que se enfrentan los responsables políticos en materia de financiación, como son los escasos indicadores de los que disponen para medir el grado de eficiencia de las universidades.
Moreno, se mostró convencido de que «es prioritario reorganizar la financiación universitaria a cambio de eficiencia para conseguir que las universidades vayan hacia la excelencia». Moreno también señaló que la intención del Ministerio es lograr que todas las comunidades desarrollen un modelo lo más homogéneo posible de financiación para evitar grandes diferencias entre territorios.
La consigna de los últimos años de las universidades públicas es que deben conseguir más fondos de las empresas y para ello deben convencerlas de que invertir en investigación es rentable.
Fuente: La Opinión de Murcia