Estos datos se desprenden del informe de la Comisión de Financiación del Consejo de Coordinación Universitaria (CCU). Según los mimos, lo que se pone de relevancia es que, al final, los alumnos necesitan más años para conseguir la titulación que los cursos teóricos en que se estructura.
Tras las enseñanzas técnicas, en ese ranking de ineficiencia, se sitúan las Experimentales (41,6% de ineficiencia), Sociales y Jurídicas (41,2%), Humanidades (37%) y de la Salud (25,6%).
Son tasas “muy elevadas”, de explicación “compleja”, dice el documento, que alude tanto a las metodologías docentes como al comportamiento académico de los alumnos.
En este sentido, se propone no financiar más de un 30% de ineficiencia y trasladar los costes restantes a los “responsables”: las instituciones universitarias y los estudiantes.
El informe Datos y Cifras del Sistema Universitario del CCU precisa que el 60,3% de los matriculados estudiaban titulaciones de ciclo largo en el curso 2005-2006 (últimos datos disponibles), que deberían terminar a la edad teórica de entre 23 y 25 años si fueran alumnos a tiempo completo. El otro 39,7% cursaba carreras cortas, que deberían concluir a la edad de 21 años.
Parte de ese “desfase” en la edad de finalización de los estudios, principalmente en el tramo de entre 25 y 30 años, vendría explicado por los alumnos a tiempo parcial. Otro de los elementos con que se entendería parcialmente el fenómeno podría ser la incorporación tardía de ciertos estudiantes al sistema universitario.