“Cambio 16 fue el medio de comunicación español más innovador, prestigioso y revolucionario en los primeros años de la transición política a la democracia”. Así lo recoge una tesis defendida en la Universidad de Navarra por el pamplonés José María Díaz Dorronsoro, que ha analizado el modelo editorial de este semanario de información política desde su nacimiento en 1971 hasta 1978.
El trabajo recibió por parte del tribunal la máxima calificación, sobresaliente cum laude por unanimidad.
La investigación parte de la hipótesis de que Cambio 16 triunfó gracias al cuidado de cuatro factores que inciden en el éxito de todo modelo editorial: “Un perfecto conocimiento del público al que se dirige, unos contenidos acordes a las demandas de ese público, un estilo innovador y en consonancia con los contenidos y el lector y, por último, una plantilla con talento”.
Según indica el autor, el mayor logro del semanario se produjo entre 1974 y 1976, con tiradas que superaron el medio millón de ejemplares. “Los impulsores detectaron los grandes cambios políticos, sociales y económicos que se avecinaban en España y ofrecieron contenidos audaces y provocativos, con un estilo que, importado de la prensa anglosajona, regeneró los usos periodísticos de España”, apunta.
Nuevo modelo editorial y declive a partir de 1978
La tesis de José María Díaz Dorronsoro, defendida en la Facultad de Comunicación del centro académico, arranca con un repaso de los orígenes de Cambio 16 y su primera andadura como semanario de economía y sociedad -las autoridades se negaron inicialmente a que diera información política-, y concluye con la exposición de las razones de su declive en 1978.
Según el investigador, éste se debió a que la nueva prensa diaria, como el caso de Diario 16 y, muy especialmente, El País, adoptaron el modelo editorial del semanario ofreciendo contenidos similares con un estilo parecido: “Ante la pérdida de lectores, Cambio 16 dejó de lado el análisis chispeante pero riguroso de la actualidad política, convirtiéndose en un semanario de información general, con temas más llamativos y sensacionalistas”.
Al mismo tiempo, la investigación apunta que la crisis empresarial de Inpulsa, entonces editora de la publicación, y la marcha de muchos de sus profesionales a otros medios del Grupo 16 contribuyeron a la decadencia de la histórica revista.
