"Un aumento de tal magnitud en el gasto estructural ha de verse contrarrestado por otras medidas estructurales", destaca el informe: "Es crucial que cualquier reforma de pensiones encuentre un equilibrio con medidas que compensen los aumentos de gasto, porque de lo contrario se pondría en riesgo la sostenibilidad del sistema".
Entre otras medidas, el FMI recomienda incrementar la cotización mínima para los trabajadores autónomos y de los ingresos máximos sujetos a cotización, así como vincular directamente la edad legal de jubilación a la esperanza de vida, pues "a menos que exista una correspondencia plena entre el aumento de ingresos y el gasto adicional previsto, no podrá evitarse una futura reducción de las pensiones".
Todos los partidos políticos que participo en el pacto de Toledo , salvo ERC, aprobaron vincular las pensiones con el IPC real, tras descartar introducir otras variables correctoras ( evolución de los salarios, PIB o empleo) otras medidas compensatorias de reforma más profunda, como pidió el mismo día el Consejo General de Economistas. Pero el FMI indica que un ajuste de este tipo podría hacer peligrar la sostenibilidad financiera del sistema. Estima que vincular la revalorización de las pensiones a la inflación de forma permanente añadiría alrededor de entre un 3% y 4% por ciento del PIB al desembolso por pensiones de aquí a 2050 según las previsiones demográficas y macroeconómicas actuales.
Además, el FMI ha defendido las reformas de 2011 y 2013, que han quedado parcialmente desmontadas al realizar la última revalorización y retrasar la aplicación del llamado factor de sostenibilidad, que suponía un recorte de las pensiones futuras. "Respondieron con medidas apropiadas desde el punto de vista financiero para aliviar la presión sobre el sistema de pensiones, pero la reducción esperada en las prestaciones futuras ha puesto en tela de juicio la aceptabilidad social de las reformas", señala.
El informe adelantado uno de los comunicados más contundentes del FMI tras la Misión a España que realiza cada año, el FMI pide al Gobierno de Sánchez un ajuste fiscal de 6.000 millones al año para reducir la deuda y alerta al Gobierno de que los riesgos económicos están creciendo, en especial por la presión para derogar las reformas del PP (el FMI defiende en especial la laboral) y para incrementar el gasto público.
Pone el foco en el principal problema estructural del sistema: "El envejecimiento de la población implica que el sistema de pensiones se enfrentará al reto de que menos cotizantes tendrán que financiar a un número creciente de jubilados".
El FMI, también, ha alertado de que el ciclo de recuperación económica en España está "llegando a su madurez", por lo que ha rebajado en una décima la previsión de crecimiento para España en 2018, hasta el 2,7%, en línea con la estimación del Gobierno, al mismo tiempo que ha recomendado que se realice un "ajuste fiscal estructural" y que se preserve "el espíritu de las reformas del mercado de trabajo"."La economía mantiene un tono fuerte pero ha superado ya su pico cíclico", indica el organismo presidido por Christine Lagarde.
A partir de 2020, la institución prevé que el crecimiento de la economía española se ralentizará todavía más hasta converger con su "tasa potencial", estimada en el 1,75% anual. Esta caída en el crecimiento se debe a que la economía está "lastrada" por retos "estructurales" como la deuda pública "notablemente elevada", un "alto" desempleo y un "lento" aumento de la productivid, resulta esencial fortalecer la resistencia de la economía para hacer frente a 'shocks', principalmente en dos ámbitos de las políticas públicas: relanzar el ajuste fiscal estructural y preservar el espíritu de las reformas del mercado de trabajo.
Los técnicos del FMI han subrayado que es "necesario" reconstruir los colchones fiscales que quedaron "agotados" durante la crisis, especialmente mediante la reducción "más rápida" del nivel de deuda pública para crear "más espacio fiscal" en caso de una nueva recesión, lo que ayudaría a proteger mejor a la población frente a grandes oscilaciones del empleo.Asimismo, el organismo internacional ha calificado de "crucial" y "apropiado" el objetivo de déficit del 1,8% para 2019 anunciado por el Gobierno de Pedro Sánchez, aunque ha indicado que el ritmo de ajuste anual "debería persistir" hasta que se alcance el equilibrio fiscal. En su opinión, la disminución del déficit durante los tres últimos años se ha debido "íntegramente" al "fuerte" ciclo económico.
Los Presupuestos de 2019 el FMI afirma que deben contener un paquete de medidas "creíble". A pesar de que aún no puede evaluar si las propuestas preliminares anunciadas por el Gobierno son suficientes para cumplir el objetivo de déficit, sí advierte de que las medidas en materia de ingresos anunciadas (mediante las subidas de impuestos) pueden contribuir a reducir el déficit, pero es necesario proyectar con "prudencia" el impacto recaudatorio de dichas medidas y planificar "actuaciones de contingencia" en caso de que se desvíen los ingresos previstos.
Por el lado del gasto, el FMI afirma que las medidas para reducir las desigualdades "pueden y deber ir de la mano" de una reducción del déficit fiscal, y ve con buenos ojos recaudar ingresos superiores para financiar gastos adicionales para proteger a los más vulnerables, para apoyar las perspectivas de empleo de los jóvenes y los parados de larga duración o para fomentar la capacidad de innovación y la protección del medio ambiente, pero indica que es esencial diseñar "cuidadosamente" las medidas tributarias para limitar "distorsiones y repercusiones sobre el crecimiento".