La reforma, que entraría dentro del proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, se contempla en un documento enviado por el Gobierno al Consejo de Coordinación Universitaria, que se encarga de llevar a cabo la adaptación de los títulos universitarios de acuerdo con el llamado Proceso de Bolonia.
De aprobarse el plan, tanto el estudio como el ejercicio de la ingeniería sufrirían un profundo cambio y es que la distinción entre los estudios superiores y técnicos desaparecería, unificándose ambos estudios en un único título de Grado, que tendría una duración de cuatro años.
Asimismo, el ejercicio de la profesión de ingeniero, que está dividido en dos niveles según los estudios cursados, también se vería afectado.
Los ingenieros técnicos y superiores realizan tareas distintas que aparejan responsabilidades civiles diferentes, que quedarían reducidas a una sola de salir adelante el proyecto.
Por lo tanto, se verían afectadas
Opiniones enfrentadas
Las reacciones a esta posible medida no se han hecho esperar y los responsables de las escuelas superiores de ingeniería y de sus colegios profesionales han firmado un manifiesto pidiendo la retirada del proyecto. Según estos colectivos las carreras superiores de ingeniería no pueden estudiarse en cuatro años, ya que los alumnos españoles de estas materias quedarían "muy limitados" con respecto a sus compañeros europeos.
El manifiesto afirma además que la mayoría de los países europeos han conservado la división de estos estudios en dos niveles y la duración de entre cinco y seis años del nivel superior a pesar de las reformas del Proceso de Bolonia.
Sin embargo, el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas ha hecho público un manifiesto en el que da su apoyo a los planteamientos del Gobierno, ya que considera que éstos permiten la convergencia con Europa en una "nueva ingeniería" de ciclo único.
