-Ha publicado recientemente un libro junto con otro profesor del IESE, Guido Stein, sobre cómo llegar a ser CEO en una empresa y comparan este proceso con la escalada a una cima, ¿podría explicarnos brevemente esta metáfora?
-La carrera de un directivo que llega a CEO (el máximo responsable ejecutivo de las compañías es como la de un escalador de las cimas más altas. Se inicia en sus primeros pasos (el campamento base) y luego empieza el ascenso en la pirámide jerárquica de la empresa. A lo largo de este ascenso hay diversas etapas y paradas. Finalmente cuando llega a la cima es muy importante que tenga previsto el regreso, en caso contrario si no regresa no ha alcanzado el éxito. Ese regreso, en la carrera del CEO, es dejar alguien que lo sustituya con éxito. Por eso se titula el libro: ‘carrera y sucesión.’
-¿Qué se le exige al directivo de una empresa en momentos de crisis como los que estamos atravesando?
-Se le exige tener visión de futuro y habilidades para manejar el presente. Virtudes con el coraje, el entusiasmo, el realismo, la constancia, la capacidad de comunicación y contagiar su entusiasmo, etc… Todo ello cara a sus empleados, pero también a los financiadores y clientes, sin olvidar a los accionistas. A veces tendrá que hacer sacrificios para salvar el barco, entonces la integridad y el comportamiento ético son más imprescindibles que nunca. Entre otras cosas se le debe exigir la capacidad de renunciar si está convencido que no es la persona para llevar adelante el proceso de salvación de la empresa.
-Con la crisis, muchos son los que han decidido a optar por la formación para dar un valor añadido a su currículum. ¿Qué consejos le daría a aquellos que estén pensando en estudiar un máster?
-Siempre hay un roto para un descosido. La elección de un MBA a estudiar no es sencilla. No basta con que la institución sea reputada y tenga un gran plantel de profesores o un sistema de salidas profesionales excelente. Hay que conjugar todo ello con las circunstancias específicas del aspirante, posibilidades financieras, proyecto vital donde quiere realizar su profesión (zona geográfica, sector de la economía, nivel de responsabilidad, relación entre la vida en el trabajo y la profesión…) y los valores y creencias de candidato e institución. Todo ello debe encajar.
-Los rankings internacionales sitúan a algunas de las escuelas de negocios españolas, entre ellas el IESE, entre las mejores del mundo. ¿Cuáles son, a su juicio, las potencialidades de nuestras escuelas frente a las de otros países como EEUU?
-España tiene un ´cluster´ de Escuelas de negocio muy importante. Es una riqueza que se ha logrado a base del esfuerzo privado, sin ayudas públicas importantes. Eso es un éxito para la nación que debemos explotar como fuente de desarrollo y ayuda al desarrollo de otros países. La mejor ayuda para el desarrollo de otros países sería el donar becas para estudiar en ellas a extranjeros. Las escuelas españolas tienen como ventaja sobre las de EE. UU. que responden a modelos económicos más aplicables a muchos países, que utilizan además del inglés (imprescindible en una moderna Business School) el castellano, que tienen un amplitud de claustros que los colocan de verdad en un ambiente internacional.
-¿Está en el mercado latinoamericano el futuro inmediato de nuestras escuelas?
-El mercado Latinoamericano es gran parte del presente de las Escuelas de Negocio españolas. En el IESE siempre contamos con alumnos en el MBA y en los programas para ejecutivos con latinoamericanos en grandes porcentajes. Además el IESE ha ayudado a desarrollar escuelas en Méjico (IPADE), Colombia (INALDE), Ecuador (IDE), Chile (ESE), Argentina (IAE), Uruguay (IEEM), ahora estamos desarrollando una en Brasil (ISE) donde el IESE imparte dos cursos anuales para altos ejecutivos (AMP y PMD) en Sao Paulo y en Santo Domingo (BARNA Business School). Además de dar clases en todos los continentes el IESE tiene un programa África para el desarrollo de escuela allí, ya hemos desarrollado una en Lagos, otra en Nairobi y estamos lanzando una en Costa de Marfil y otra en Angola.
