jueves,18 agosto 2022
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Según los datos de Holon IQ

El negocio de la digitalización de las universidades sigue disparándose en 2021

Redacción
Como todas las instituciones educativas, las universidades afrontaron en 2020 el desafío de adaptar su oferta formativa a un entorno marcado por la pandemia y los confinamientos. Pero en su caso, más que una revolución se trataba del impulso definitivo a una tendencia preexistente y que en 2021 no ha hecho más que acelerarse aún más.
Las previsiones de HolonIQ, consultora de referencia para el ámbito global de la transformación digital de la educación, son contundentes:

Para este año Se esperan hasta 450 nuevos acuerdos alcanzados entre universidades y grandes proveedores de servicios edtech, frente al récord de 303 alcanzado en 2020. Se superará así el umbral de los 1.800. Esto supone un incremento medio anual del 42,1% frente al 28,7% de la década precedente.

¿A qué se debe este auge? Especialmente al auge de los cursos intensivos o bootcamps, que proveen de unos certificados en áreas específicas, que en este periodo han supuesto un peso mayor en los nuevos acuerdos que las plataformas online u OPM (Online Program Managers).

Esto nos confirma que la apuesta tecnológica se centra no tanto en la formación reglada convencional como en el ámbito del reciclaje (reskilling o upskilling) profesional. Hablamos de productos premium por los que los alumnos pagan miles de euros y que permiten obtener titulaciones de cualquier Universidad del mundo.

Harvard vs Aravaca

Esto genera un problema de competencia para las universidades nacionales y especialmente las públicas, que se quedan descolgadas en este segmento que podemos denominar reciclaje profesional premium.

¿Qué viste más en el currículum, un certificado de Harvard o un uno de la Universidad Complutense? Que se lo digan a algunos de nuestros líderes políticos. 

Por este motivo, las Universidades públicas son las que más han incentivado la apuesta por la digitalización y los acuerdos con estos proveedores, que no sólo se limitan a proveer de la parte técnica sino sus potentes herramientas de marketing digital para llegar a un público cada vez más global gracias a la digitalización.

Pero este modelo tiene sus riesgos, como hemos visto en España, y ha obligado a Gobiernos como el nuestro a regular contra la proliferación de chiringuitos que se disfrazan de Universidad para acceder a este negocio sin cumplir los requisitos mínimos de formación e investigación que debe cumplir una universidad en el siglo XXI.

 

La amenaza de los oligopolios 

La pregunta que cabe hacerse, y que nos hemos hecho en varias ocasiones en Ibercampus, es qué ocurrirá a partir de aquí. HolonIQ dibuja varios posibles escenarios de consolidación.

El eje más optimista plantea que las universidades mantengan el control de este mercado. Puede ocurrir de varias formas: bien porque la competencia entre proveedores de tamaño mediano permita a las instituciones fijar precios y condiciones, o porque estas desarrollen sus propias plataformas independientemente.  

Así, una posibilidad es incluso que se ponga en marcha una network de universidades que permita fijar estándares comunes para la educación online o híbrida. Este sería el horizonte más plausible en mercados internacionales, pero bajo un mismo marco regulatorio, como el de la Unión Europea.  

Sin embargo, el otro eje parece más posible, a tenor de cómo se ha desarrollado la digitalización de la economía en la última década, y supone un mayor riesgo mayor riesgo. Hablamos de la constitución de grandes monopolios edtech. Movimientos en esta dirección ya se están dando en el ámbito de los MOOC (cursos masivos gratuitos, o enlatados), y parecen algo lejanos para el segmento del reciclaje premium.

Pero como ya advertimos en Ibercampus, esto se maneja desde el punto de vista del mercado occidental, que aún no ha llegado a la fase de consolidación. En una economía global hay que fijarse en lo que sucede en otras regiones más maduras, como China, y los movimientos de sus grandes gigantes corporativos.  

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