No obstante, Marcellán reconoció que España no ocupa el lugar que le corresponde en producción científica como octava potencia económica del mundo, salvo en algunas áreas concretas, por ejemplo las Matemáticas. “En 25 años hemos dado un gran salto, que esta sirviendo de ejemplo fuera, pero en los próximos 10 años tenemos que colocarnos en los puestos de cabeza de la producción científica a nivel internacional”.
El secretario general de Política Científica y Tecnológica afirmó que el hecho de que miles de becarios se marchen al extranjero porque en España no hay trabajo de calidad para ellos no implica que exista “fuga de cerebros”.
“El que un investigador español esté trabajando en la Universidad de Princeton -afirmó- no es un demérito para la investigación española; es una seña de identidad que universidades americanas contraten a nuestros investigadores”. Pero admitió que aún falta mucho para que los jóvenes “puedan elegir entre irse a Princeton o quedarse aquí” y para que, después de Princeton, tengan la oportunidad de regresar sin reducir drásticamente su salario.
Marcellán recordó que en el programa electoral del PSOE figura la mejora del salario de los investigadores predoctorales hasta una cuantía de entre 1.300 y 1.700 euros. “Puede servir de estímulo para que la gente quiera seguir una carrera científica”, apuntó.
Sí reconoció que en España los investigadores tardan mucho en lograr un puesto de trabajo estable: entre los 37 y los 40 años como media. “La gente llega absolutamente exhausta2, dijo.
Marcellán se encontraba en la Universidad de Granada, que albergará una de las cuatro sedes del futuro Instituto Nacional de Matemáticas, junto a Madrid, Barcelona y Santiago de Compostela. Este centro desarrollará políticas de investigación en el área específica de matemáticas, con presupuesto
