Este descenso es incluso mayor que el calculado para Europa por la directora del Centro de Epidemiología Reproductiva de la Universidad de Rochester (EEUU), Shanna Swan, que lo ha fijado en el 2,3 por ciento, según explican fuentes de la institución docente.
La autora encontró en su investigación una asociación positiva entre un consumo importante de antioxidantes -criptoxantina, vitamina C, licopeno y beta-caroteno- y el recuento total de espermatozoides móviles, de manera que el volumen seminal se vio incrementado por un alto consumo de vitamina C, beta-caroteno y licopeno.
Por ello, la tesis se pregunta en sus conclusiones si las recomendaciones diarias actuales de ingesta de vitamina C podrían estar subestimando los requerimientos de ésta en relación con la calidad seminal.
Por el contrario, no se halló correlación entre la concentración de ninguno de los metales pesados (plomo, cadmio y mercurio) medidos en sangres total, plasma sanguíneo y plasma seminal.
La tesis doctoral fue dirigida por los profesores Alberto Torres y Jaime Mendiola, de la Universidad de Murcia, y José Juan López Espín, de la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante).