Las playas, los campos de golf y las pistas de nieve podrían quedarse sin gente y viceversa. Para empezar, según el informe de ESADE dirigido por Rafael Sarda, el turismo Mediterráneo se trasladara al norte y además, habrá un cambio en las costumbres turísticas. La tumbona se abandonara por el crucero o la visita de actos culturales.
El aumento del nivel del mar y la paulatina desaparición de la costa, previsiblemente harán que ese atractivo tan español que suponen las playas vaya menguando. Al mismo tiempo, la escasez de agua acabara también con el golf y el esquí.
En definitiva, es obvio que el cambio climático no trae nada nuevo. Evitarlo esta en manos de todos por lo que, si desea saber cuanto contaminan sus viajes, puede visitar la web www.turismosostenible.org, donde puede calcular su contribución contaminante además de conocer algunas medidas para reducir el consumo energético.