El porcentaje de población de entre 16 y 25 años que realiza estudios reglados ha pasado del 46,8% en 1995 al 45,1% en 2006, según el citado informe de la caja catalana, que atribuye el descenso de este indicador a la etapa de «fuerte creación de empleo y la caída de la tasa de paro».
Sin embargo, no se trata de una ecuación perfecta y el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Josep Oliver, responsable del estudio, expone las peculiaridades. «En las comunidades mediterráneas es donde más se ha percibido este efecto porque es donde el sector terciario está más desarrollado y donde se han concentrado importantes oportunidades de empleo», explica el experto a ABC.
A esta situación, se añade también el fuerte impacto de la inmigración, ya que «la mayoría de jóvenes llegan a nuestro país con la intención de incorporarse al mercado laboral y no de estudiar, y eso, obviamente, ha disparado el efecto», aclara Oliver. En base a esta premisa, el informe de la entidad financiera puntualiza que el descenso de 1,7 puntos en los últimos años incorpora claramente el efecto del choque inmigratorio en curso.
La fuerte entrada de jóvenes inmigrantes de 16 a 25 años (han pasado de un 2,1% de la población de esta edad en 1995 al 14,7% en 2006) «ha ejercido una presión a la baja sobre la tasa global de escolarización de los jóvenes residentes en España», apunta el estudio. «Si se considera exclusivamente la población nativa, se observa un moderado avance de los niveles de escolaridad con una tasa que aumenta desde el 46,9% en 1995 al 48,9% en 2006», precisa el catedrático de Economía de la UAB.
La evolución entre 1995 y 2006 de la ocupación y la tasa de escolarización confirma que el crecimiento del empleo en estos años ha desalentado a los jóvenes a continuar con los estudios postobligatorios «de forma especial» en aquellas comunidades con una estructura productiva más sesgada hacia sectores intensivos en mano de obra.
Éste es el caso del turismo y la construcción, en los que las necesidades crecientes ofrecen oportunidades de puestos de trabajo relativamente bien remunerados. Oliver expresó su preocupación por estos resultados e instó al Gobierno a instaurar medidas para frenar esta tendencia. «La población inmigrante será cada vez más importante y lo que interesa es tener una población activa formada, algo imposible si se incorporan al trabajo personas sin estudios».
En las comunidades con más inmigrantes y mejores oportunidades de empleo, la tasa de escolarización ha descendido_Un estudio de Caixa Catalunya revela que este indicador ha caído un punto en España desde 1995, coincidiendo con una etapa de expansión laboral.
