viernes,19 agosto 2022
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Marta García, autora de ´La Generación precaria´

´En España existe una clara ruptura entre mercado y universidad´

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Marta García, una madrileña de 26 años con dos carreras a su espalda (periodismo y humanidades) acaba de publicar su primer libro ´La Generación Precaria´ (Espejo de Tinta). Una obra en la que trata los problemas de esta generación mediante cinco historias de jóvenes afectados por esta precariedad laboral.

A qué te estás dedicando ahora? Porque en un encuentro digital hace unos días dijiste que ser becaria, ‘nunca mais’…

Nunca mais, pero a veces tengo crisis y digo ‘¡Dios Mío! ¿Y si es la única salida?
 
Y después de escribir el libro… ¿crees que es así?
No, no debería serlo, porque la idea de las becas, según nos han ido enseñando es formar a los alumnos mientras terminan la carrera, se trata de formar a la gente joven. Una de las cosas que hago constar en el libro es que muchos profesores de Universidad animan a no terminar la carrera para poder seguir disfrutando becas…
 
Es lo que llaman hacer currículum…
El currículum es esa bestia que se alimenta de sacrificios humanos, como en los cuentos mitológicos y nuestro sacrificio es hacer becas y becas y cursos esperando ese trabajo que no se sabe donde está, yo, si te digo la verdad, lo sigo buscando.
 
De todos modos, al final acabamos entrando en esa espiral de sobrecualificación, ¿Esto ayuda o empeora el problema?
Esto es parte del problema porque, en teoría, la cualificación se realiza para más tarde encontrar un trabajo acorde con ella y esa sobrecualificación tiene una consecuencia clara, que es la frustración en los jóvenes. Así, luego aparecen estudios en los que dicen que los jóvenes no muestran interés por las cosas, y no es cierto, lo que sucede es que los jóvenes están frustrados porque han dedicado veinte años de su vida a estudiar y cuando terminan o mientras trabajan y estudian, consiguen un currículum brillante y no hay un lugar claro en el que se consideren valorados.
 
Se les llama generación sin memoria, sin preocupaciones… generación ‘mileurista’, tú la has llamado ‘mierdaeurista’ ¿Crees que Generación precaria es la mejor definición?
Dentro del libro hay mucho espacio para la ironía, y procuro reírme de las pegatinas que se nos estampan en la frente. Empiezo recordando aquella que nos indigna cada vez más, que la de ‘JASP’ Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados’. No era más que un logotipo para aumentar nuestro ego y que comprásemos un coche. Así que, en cierto modo soy un poco enemiga de esas pegatinas que se nos ponen para cumplir una función, ahora empieza a llamársenos también ‘Generación IPod’ y quizá haya algún interés en que nos compremos el aparato. Lo de precaria era por llevarle un poco la contraria a eso de los JASP, mileurista no me parece correcto porque con echar un simple vistazo nos damos cuenta de que la media no es esa, y menos, tal y como se plantea ahora mismo.
 
¿Cuál es ese planteamiento?
Pues se nos presenta al joven que cobra mil euros y se queja porque no le da para irse de fin de semana a Alemania. Si estás pagando un alquiler… ¿Cómo lo vas a hacer?. También, llamarlo mileurista me parecía un poco frívolo, porque hay familias que viven con un sueldo inferior a ese. Y son precariedades diferentes, de lo que trata el libro es la de los jóvenes cualificados, y, con todo mi respeto hacia la gente que tiene una cualificación distinta o trabajos precarios de los de toda la vida, pero la idea era hacer visible una precariedad que hasta ahora pasaba desapercibida.
 
¿Cuál es la diferencia entre España y el resto de países de Europa?
Cada país es un mundo. Precisamente yo hice mi postgrado en estudios europeos y estado viviendo fuera de España bastante tiempo y la sobrecualificación es un problema común en toda Europa. Aunque los salarios son más altos en el norte de Europa, por no decir el doble y los alquileres más baratos. Eso genera una situación de precariedad muy diferente a la nuestra, pero en Italia son casi primos hermanos.
 
¿Es tan parecida la situación?
Si, en el libro, uno de los retratados en una italiana, es licenciada en derecho internacional, habla cinco idiomas y ha acabado en Chile trabajando en una ONG porque dice que para trabajar sin cobrar prefiere hacerlo en un lugar donde ayude y no en cualquier parte por la cara. Además la edad de emancipación es igual de tardía que aquí. Hay otro situación en el libro, un chico de 28 años que ha trabajado en los mejores medios del país, con las mejores becas y recomendaron retrasar un año la finalización de la carrera, había estudiado antes derecho y era su 2ª licenciatura y con 28 años está con contrato de becario por 300 euros y en turno de noche.
 
Hablas del periodismo como una de las profesiones más afectadas por la precariedad…
El caso de periodismo me parece el más claro, a parte de que me encuentro afectada por él, porque ahora mismo la nota media de periodismo es de las más altas. Es el mejor ejemplo de cómo el auge de educación en la carrera de periodismo no tiene correlación con un trabajo acorde con esa exigencia, me parecía importante denunciar este problema de explotación, que también es parte del problema…
 
¿Qué otras profesiones están afectadas por esta precariedad?
Pues ante la sorpresa de muchos, las ingenierías. No solo en España, The Economist publicó un reportaje que decía que en Reino Unido las ingenierías son una de las titulaciones con la tasa de paro más alta. La contrapartida era que una vez que encuentran trabajo son los mejor remunerados. Pero también hay quien no lo encuentra.
 
¿Y en periodismo?
En periodismo pasa algo parecido con lo que se ha llamado ‘El efecto Letizia’. Dio lugar a una moda que no tiene mucho que ver con lo que es la realidad laboral de esta carrera. Cuando yo terminaba C.O.U. recomendaban hacer fisioterapia o ‘teleco’, porque en aquel momento tenían paro cero. Lo que sucedió que esa gente que estuvo cinco años estudiando esa carrera se encontró que el mercado a largo de ese tiempo había cambiado. Existe ahí una ruptura entre Mercado y Universidad.
 
¿Cuáles podrían ser las soluciones a esa ruptura?
Pues hay quien aboga por ligar a las empresas a la universidad, y hay quien opina que eso es lo peor que se podía hacer, porque entonces iría en detrimento del conocimiento y de la universidad. No está claro, pero sí que el modelo de universidad que teníamos en los años 80, ‘La universidad para todos’ ha llegado a su fin, y ya que tenemos la tasa de licenciados en paro más alta de Europa, así que hay algo que falla en nuestra universidad.
 
Cual es el siguiente paso que ha de dar esta generación en España?
Pues ya hemos empezado bien con la lucha por una vivienda digna, pero parece que no es noticia que un grupo de jóvenes sin condición política sin intereses de otros que les muevan se unan y luchen. El siguiente tiene que ser manifestarse contra la precariedad, una lucha también con las decisiones individuales, como negarse a ese tipo de trabajo o viajar hacia otro lugar, como fue mi caso. Y aunque la precariedad es la misma, al menos me deja mayor libertad de actuación.

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