La producción de huevos se ha incrementado en las últimas décadas y ha alcanzado un volumen de 68 millones de toneladas en todo el mundo. La principal razón es que los huevos de gallina suponen no solo una valiosa fuente de proteínas, sino también un recurso asequible a cualquier bolsillo. En la UE se producen unos 7 millones de toneladas de huevos al año, más de la decia parte cuando su población es menos del 5% de la mundial.
España es uno de los mayores productores con 1.260 granjas y una media de 67.700 gallinas cada una. Junto con Francia, nuestro país representa cerca del 25% de la producción europea, según el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medioambiente.
Durante los últimos años, a pesar de que en Europa se ha incrementado el número de granjas con gallinas camperas, en España ha aumentado el número de animales alojados en jaulas. El 93% de las ponedoras viven enjauladas. En el resto de la UE la cifra es mucho más baja (40 %) debido a una creciente preocupación por el bienestar animal.
Además, la producción de huevos, como otras explotaciones intensivas, genera efectos negativos en la naturaleza, como la emisión de gases de efecto invernadero o la contaminación del suelo y del agua. Pero no fue hasta la década de los 80 cuando las explotaciones ganaderas intensivas comenzaron a ser consideradas un problema medioambiental, y desde entonces pocos estudios se han centrado en el impacto de las granjas de gallinas ponedoras en el ecosistema.
Para determinar las implicaciones ambientales de la producción del huevo en Europa, un equipo de investigadores españoles ha tomado como modelo una granja avícola de explotación intensiva localizada en Asturias, con 55.000 gallinas ponedoras y una producción anual de más de 13 millones de huevos. Los resultados se publican en el Journal of Cleaner Production.
Los científicos obtuvieron una huella de carbono por docena de huevos de 2,7 kg de CO2 equivalente, un valor similar al de otros alimentos básicos de origen animal

A pesar de que en Europa se incrementan granjas con gallinas camperas, en España lo hacen las enjauladas. / Pixabay
Referencia bibliográfica:
Abin, Rocio et al. “Environmental assesment of intensive egg production: A Spanish case study” Journal of Cleaner Production 179(160-168) DOI: 10.1016/j.jclepro.2018.01.067 1 de abril de 2018