P.- ¿En qué consiste tu negocio?
En la comercialización de productos eróticos a través de varias vías: en primer lugar tenemos las reuniones ´tupper sex´, en las que nos desplazamos hasta el lugar que el cliente quiere con unas maletas repletas de juguetes eróticos. Allí creamos un espectáculo con el que los invitados, de una forma divertida y sin tapujos, conocen este fabuloso mercado. Además los asistentes pueden adquirir en el acto los productos que les hayan gustado.
Por otro lado, tenemos una página web en la que se pueden adquirir todos los productos, así como establecer comunicación directa conmigo para consultas un poco más especificas. Sobre todo intento que la gente no sólo se lo pase bien, sino que confíe en Puntoj. Así, si tienen un problema sexual y hay algún juguete que les pueda ayudar, lo localizo y les asesoro.
P.- ¿Cómo surgió la idea de iniciar un negocio en el mercado de los juguetes eróticos?
Surgió de una tarde de locura. Un familiar mío asistía a una reunión y nos lo comentó. Mi familia siempre ha tenido negocios propios así que, esa misma tarde, mi casa se convirtió en una lluvia de ideas.
P.- Y dijiste, adelante…
Siempre he sido comercial y en la actualidad muchas de las empresas del sector miran más bien poco por los trabajadores. Así que hay que tener decisión y luchar por lo que uno quiere. Y si a todo esto le unes que para un actor es un lujo auto-dirigirse en un espectáculo propio que puedes variar en función del público y que además trata de hacer más "divertida" la vida de la gente… ¡Pues tienes el trabajo perfecto!
P.- ¿Cuál es el primer paso para fundar una empresa de la nada?
Apoyo. Podría decir mil cosas tipo, trabajo, decisión, valor, constancia…. Pero para mi lo fundamental es el apoyo de los que me rodean. Habrás visto que siempre hablo de mi negocio en plural y es que no podría hacer nada sin toda esa gente que tengo cerca y que me ayuda en el día a día.
Siempre hay alguien dispuesto a recoger un pedido o a ayudar en las reuniones "especiales". Pero no sólo eso: también está la gente que en su día me animó a que me embarcara en esta divertida locura y los que creen en el proyecto. De ahí se saca el valor y el trabajo.
P.- ¿Tiene tirón el mercado de la erótica?
Somos un país muy festivo, el sexo en general vende. Pero mi negocio, aunque trate la comercialización de productos eróticos, también tiene otras cualidades. La gente se reúne a pasarlo bien y, ten en cuenta, que con estos productos siempre hay un puntito de vergüenza que hace que la gente disfrute mucho el ´show´ que montamos en su salón.
Además, con el ritmo de vida que llevamos y tantas preocupaciones, no nos podemos permitir caer en una rutina también con la pareja; y esto es algo que mueve mucho a la gente a interesarse por nuestros productos. Quieren pasar ratos agradables y divertido.
P.- ¿Crees que los jóvenes españoles lo tienen fácil a la hora de convertirse en empresarios?
No es una tarea sencilla, pero tampoco imposible.
P.- ¿Cuál es la principal dificultad a la que se enfrenta un emprendedor?
El principal problema es que tienes que arriesgar a montar todo un negocio de la nada, sin ni siquiera saber si cuando empieza a caminar va a tener éxito. Puede ser que tengas una idea genial y te cueste tiempo, dinero y esfuerzo llevarla a cabo para que después no funcione.
P.- ¿Recibiste o has sentido el apoyo de la Administración a la hora de iniciar tu negocio?
Las ayudas existen, están ahí. Pero el negocio no puede depender de ellas, la Administración no va a responder de una forma inmediata. Cada cual debe valorar si se ajusta a las ayudas que dan, elegir cual solicitar y si le merece la pena, yo creo que lo mejor es solicitar todo lo que se pueda, que para que te las denieguen siempre hay tiempo.
P.- ¿Es la gente todavía reacia a comprar por Internet?
Cada día menos. Creo que el miedo de pagar ya se ha superado, al fin y al cabo comprar con tarjeta es algo que hacemos a diario Si es cierto que aún queda cierto temor a que el producto no llegue a tiempo o en buenas condiciones. Desde luego para nosotros es prioritario el cliente y nos esforzamos al máximo para cumplir sus expectativas. Y como usuario puedo decir que compro a menudo por Internet y siempre he quedado conforme.
P.- ¿Vale la pena embarcarse en un proyecto propio cuando se tiene una idea?
Rotundamente, sí. Pero sólo si te llena lo suficiente para dedicarte 25 horas al día a él. Cuando creas un proyecto lo sientes como algo tuyo, algo que deseas que funcione y que tienes que cuidar al máximo y, por lo tanto, tu nivel de exigencia contigo mismo crece. Ahora hasta en mi tiempo libre estoy maquinando qué puedo introducir en el negocio o en que se puede mejorar.
P.- ¿Qué proyectos tienes para Puntoj?
Esta misma semana hemos comenzado un espectáculo en un bar de copas de la Latina, el Windgurú Bar. Será algo así como una reunión ´tupper´ con algunos cambios respecto al espectáculo original y, sobre todo, con la comodidad de que no te tienes que preocupar por el sitio donde organizar la reunión.
Además, tenemos un concurso de relatos activo en este momento y más concursos que llegarán en breve, para que los usuarios puedan participar de una forma activa y expresar con total libertad lo que muchas veces la sociedad no nos deja.
Más información en www.puntoj.es
