La investigación (dirigida por la doctora Aurore Cote de la Universidad McGill, de Montreal) estudió los casos de muerte súbita en bebés de hasta un año en la provincia de Quebec entre 1991 y 2000. De los 508 pequeños cuyo caso fue estudiado, 17 (un 3,3%) murieron mientras estaban sentados.
Diez de ellos, en las sillas especiales para los coches. De los 17, seis tenían menos de un mes y 11, entre un mes y un año. En el primer grupo, la proporción es del 9,4% (seis de 64 bebés menores de un mes fallecidos de muerte súbita).
En el segundo, es de sólo un 2,4% (11 de 444 bebés de entre un mes y un año fallecidos de muerte súbita). Es decir, murieron sentados casi cuatro veces más los bebés muy pequeños. Los autores del estudio precisan que no cuestionan la utilidad de la sillas de seguridad para los bebés en los automóviles.