jueves,18 agosto 2022
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Un papel que por su talante le va que ni pintado

Gabilondo, el ministro que persiguió hasta el final un Pacto por la Educación, nuevo Defensor del Pueblo

Consejera de Ibercampus, ex directora de Comunicación de la UAM, jubilado
El Gobierno y el PP han acordado que Ángel Gabilondo sea el nuevo Defensor del Pueblo. El catedrático de Metafísica y político será ahora el encargado de defender los derechos fundamentales y las libertades públicas. Estas funciones las desempañará con independencia e imparcialidad, según reza entre los atributos y competencias del Defensor del Pueblo, dice en esta valoración desde el Consejo Editorial de Ibercampus.es Pilar Cuena, jefa de prensa de la Universidad Autónoma de Madrid durante más de tres década, incluidos los 8 años de los dos mandos del profesor como Rector.

Tildado de “verso libre”, estamos seguros de que este nuevo cargo será para él un acicate para mantener su espíritu negociador, de consenso, como a él le gusta, para conseguir pactos y acuerdos. Como ministro de Educación con José Luis Rodríguez Zapatero, uno de los principales objetivos de Gabilondo fue precisamente alcanzar un pacto por la Educación, que no fue posible por la oposición del PP, aunque lo persiguió hasta el final.

Como candidato por el PSOE a la Comunidad de Madrid, ha destacado su perfil moderado, su talante cordial y educado en todos los ámbitos, siempre intentando alcanzar el acuerdo. Y aunque Gabilondo pudo ser presidente de la Comunidad de Madrid por ser el más votado, no lo fue por los pactos que sucedieron a las elecciones de 2015. Y como había anunciado, se quedó como portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, y también lo hizo en 2019 cuando, nuevamente ganador, vio otra vez frustrado su objetivo de alcanzar la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Cuando ya se perfilaba como nuevo Defensor del Pueblo, un papel que por su talante le va que ni pintado, Gabilondo y todos los madrileños nos levantamos con la noticia de la convocatoria de elecciones anticipadas en Madrid el 4 de mayo pasado. Gabilondo asumió la candidatura nuevamente. La campaña fue poco afortunada y con unos eslóganes hacia el candidato que no le hacen justicia; es formal, cordial y educado, serio, según se le mire, pero no soso. Ángel Gabilondo tiene un sentido del humor extraordinario, pero no estridente, sino sosegado e inteligente.

Sus actos e intervenciones públicas como político, también como rector, han estado sembrados de citas de filósofos, especialmente Platón, Kant y Hegel. Ángel es un hombre al que le gusta jugar con las palabras, las desmenuza, las vuelve a armar, a dar forma, y consigue provocar si no la risa, sí la sonrisa de quienes le escuchan. Su habilidad con el lenguaje produce un efecto enriquecedor y ameno entre los oyentes. Citas como “la honradez es la mejor política” de Kant, han levantado calurosos aplausos y reconocimientos entre el público que le escuchaba, agradeciendo que se les hablara con inteligencia y no con paternalismo ni recursos pobres y manidos.

Ángel Gabilondo, nacido en San Sebastián en 1949, se licenció en Filosofía y letras por la Universidad Autónoma de Madrid. Primero como profesor y finalmente como catedrático de esta institución, ha estado involucrado en todos los procesos de gestión universitarios, claustral, decano y finalmente rector de 2002 a 2009. Su interés por el periodismo (le viene de familia), le llevó a ser miembro del consejo de redacción de la recién nacida revista Apuntes de la Autónoma en 1983, y que fue en el ámbito universitario un referente vanguardista que destacaba por su independencia y calidad.

En su campaña a rector en 2002, su lema fue “hacer universidad de otro modo, sin exclusiones, innovadora y que se involucre en lo social”, y lo hizo. La Autónoma fue activa en el “No a la guerra” como en otras muchas causas, y lo hizo porque el rectorado se involucraba en las causas de más calado social, en las que los ciudadanos salían a la calle para protestar.

Como rector, Ángel Gabilondo fue el mejor embajador para la Universidad Autónoma de Madrid, consiguió que este centro educativo fuera conocido y reconocido por la sociedad en general. Todavía joven, la Autónoma ya destacaba por su prestigio en investigación de calidad, en 2009 fue premiada entre las primeras con el sello de Campus de Excelencia Internacional con la agregación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Durante las largas jornadas de los consejos de Gobierno de la Universidad, el rector Gabilondo enriquecía con sus citas y comentarios distendidos temas de gran calado y profundidad. Sus intervenciones en actos oficiales, aperturas de curso y otras comparecencias, destacaban por la amenidad y el compromiso con las causas más acuciantes socialmente.

En esta larga trayectoria y andadura de la Universidad Autónoma de Madrid, que ya ha cumplido 50 años desde su creación, y que tanto prestigio y reconocimiento internacional ha conseguido, el gobierno de Gabilondo fue sin duda una época fructífera en todos los aspectos, no solo por la proyección de su imagen pública.  En ese tiempo, los profesores y trabajadores se sintieron reconocidos profesionalmente y vieron respetados sus derechos. Los que tuvimos la fortuna de trabajar con él tenemos en nuestro haber esa riqueza. Estamos seguros de que, en esta nueva etapa, Ángel Gabilondo seguirá entregado a la defensa de los derechos y libertades públicas.

 

 

 

 

 

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