P.- En relación a sus pacientes más jóvenes, ¿cuáles son los problemas con los que más acuden a su consulta?
R.- Mis clientes más jóvenes suelen venir con problemas de depresión y ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, trastorno por atracón u obesidad) y con temas de pareja o sexuales, tanto para realizar terapia de pareja como para solucionar problemas sexuales. Sobre todo vienen hombres con problemas sexuales cuando no están en pareja, las mujeres suelen acudir al psicólogo a solucionarlos cuando tienen pareja. Además muchas veces todos estos problemas se solapan con el consumo o abuso de drogas o de algunos medicamentos como las benzodiacepinas o incluso con dependecia a los medicamentos que se utilizan en el tratamiento del Tdah en niños (Metilfenidato hidrocloruro), más conocido como anfetamina. También tengo muchos pacientes con problemas del día a día que no saben como solucionar y que les crean ansiedad y preocupación.
P.- Respecto al consumo de drogas o alos abusos con el alcohol, ¿cree que los jóvenes poseen información necesaria sobre los riesgos que entrañan para su salud, en concreto mental?
R.- Creo que hoy día existe la información pero quizá fallan los medios o la forma en que se la damos. Un adolescente tiene que saber cuales son los efectos a corto y a largo plazo de las drogas para poder elegir pero no podemos prohibírselo sin informar ya que será más atractivo para él. Además para poder enfrentarse a la presión de grupo son necesarias herramientas como la asertividad o capacidad de decir que no a sus amigos así como la capacidad de afrontar las críticas por no hacer aquello que hacen los demás.
En cualquier caso creo que falta una mayor sensibilización con respecto a los efectos a largo plazo del consumo de estas sustancias. Hoy día empezamos a ver algunos de sus consecuencias, pero todavía no han pasado suficientes años como para ver las consecuencias a largo plazo. Sí hay estudios que indican que gran parte de los consumidores desarrollarán alguna demencia en el futuro y que el consumo de ciertas sustancias puede desencadenar ciertos tipos de esquizofrenia.
P.- Desde su experiencia como psicóloga, ¿considera que la población, en general, y los jóvenes en particular conocen las herramientas necesarias para solucionar los problemas que se derivan de estos abusos?
R.- Creo que todavía en nuestro país acudir a un psicólogo puede ser mal visto y esto dificulta que lleguemos a más jóvenes. Es verdad que hay muchos programas para informar y para prevenir el consumo de drogas pero todavía no es suficiente ya que deberíamos empezar a enseñarles desde muy pequeños, no solo los efectos y consecuencias de las drogas sino también aquellas herramientas que necesitan para poder afrontar situaciones peligrosas con tranquilidad y acierto. Como comentaba al principio de la entrevista, la asertividad y la capacidad de afrontar críticas son muy importantes para que un adolescente pueda rechazar ofertas de consumo de drogas por parte de sus iguales, porque una cosa es el conocimiento de las drogas y otra es afrontar las situaciones de presión de grupo.
P.- Ha mencionado usted el sexo y los problemas de pareja entre los motivo de consulta de sus pacientes más jóvenes, ¿qué tipo de casos son los más comunes? ¿Podría darnos algunos consejos básicos para afrontarlos?
R.- Uno de los problemas principales en la pareja es la comunicación. En la mayoría de casos las parejas con problemas se exigen las cosas entre ellos y se echan muchas cosas en cara. Uno de los objetivos prioritarios suele ser el cambiar la exigencia por la petición, cambiar el "tienes que hacer esto…" al " me gustaría que hicieses esto". Como ves también es muy importante que cada uno se responsabilice de sus sentimientos, es decir, que no eche la culpa al otro de lo que siente. No es lo mismo decir "me haces enfadar" a decir "cuando tu haces…x…yo me siento …y… así que me gustaría que intentaras cambiarlo.".
P.- Los transtornos alimencicios como la anorexia y bulimia son también muy propios de la juventud. ¿Cuales son los motivos que llevan a padecer este tipo de trastorno?
R.- Existen una serie de rasgos de personalidad o formas de pensar y comportarnos, que vamos aprendiendo durante nuestra vida, que hacen que haya personas vulnerables a padecer estos trastornos y otras no. Por ejemplo, personas muy responsables y perfeccionistas que también suelen ser muy autocríticas y exigentes consigo mismas y con insatisfacción corporal pueden ser vulnerables a padecer trastornos alimentarios. Pero, además, existen factores sociales como la enorme importancia que le damos al aspecto físico y la tendencia a la delgadez. Además estos trastornos suelen comenzar con un incidente crítico que puede ser una dieta que funcione bien, un comentario de un compañero o novio sobre el peso u otros problemas que, en definitiva, generen ansiedad. A partir de aquí se genera una especie de adicción, bien a la sensación de hambre en el caso de la anorexia, o bien a las purgas tras un atracón en el caso de la bulimia. Parece un trastorno de "niña caprichosa" pero se trata de un trastorno muy complicado con graves consecuencias para la salud mental y física del paciente y que hay que prevenir desde la infancia.
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