Quizás porque sabe que cuenta con toda la confianza de una de las más grandes instituciones educativas del mundo, Samuel Martín-Barbero no duda en autoentrevistarse para desvelar con tranquilidad todo lo que revolotea en su mente. Hay muchas cosas importantes que explicar para llegar a los jóvenes de todo el mundo que barajen la idea de apuntarse a las privilegiadas listas del IE.
Empezando por el principio, el Decano explica cómo se levantaron los cimientos de la nueva Escuela de la Comunicación, con un pie en el terreno ya fructífero de la antigua SEK y otro, en la realidad de la comunicación actual.
“Explorando una parte de una macro facultad que se llamaba Ciencias Humanas, Sociales y de la Comunicación, observamos que no se permitía a la Comunicación tener una identidad propia. El tipo de explotación que había estaba por debajo de lo medianamente coherente con nuestra necesidad de desarrollar esta carrera”.
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Y continúa: “Primero, establecimos una serie de comisiones de expertos académicos internacionales, profesionales del ámbito de la comunicación -tanto periodistas como publicitarios, como relaciones públicas, incluso cineastas-. Y empezamos a perfilar las personas que hay trabajando en el ámbito de la comunicación: cuáles eran verdaderamente los perfiles más destacados, y las necesidades más demandadas por parte de las organizaciones.
Cada vez, la comunicación tiene una necesidad mayor, una huella más honda en lo que es las organizaciones sin ánimo de lucro, administración pública, organismos multilaterales, etc. De hecho, como suelen ser estas instituciones, las que menos presupuesto tienen, poseen también la necesidad de buscar un reconocimiento, una opinión pública y captar la atención. De alguna forma, han desarrollado una especie de destreza y de habilidad para trabajar con pocos recursos que les hace ser ingeniosos, creativos en su forma de entender y funcionar la comunicación.
Eso es algo que nosotros fuimos detectando en estas comisiones de expertos, y fuimos volcando sobre documentos de trabajo, que fueron revisados por parte de los quince profesionales visitantes internacionales de la IE School of Communication. Al fin y al cabo, nuestra tarea era la de poner las ideas en orden y de ver luego los matices, de explorar cada uno de ellos.
Empezamos escarbando en el mercado, el perfil del profesional, y a partir de esos resultados fuimos llevándolo a un plan de estudios. Es decir, la idea era buscar la globalidad en el plan de estudios y buscarlo también en cuanto a personas: el capital humano que aquí iba a formar parte del claustro permanente y del asociado”.
Una educación sin ángulos muertos
Respecto al profesorado que formará parte de la nueva Escuela, Martín-Barbero destaca aquellos rasgos que diferenciarán a la IE School of Communication de otras muchas instituciones.
“Hay elementos diferenciales claros en cuanto a qué perspectiva teórica escoges para abordar la comunicación. Es curioso que en vez de ser abanicos o una especie de diversidad, de múltiples ópticas, lo que reflejan en sus planes de estudios es que apuestan por una perspectiva teórica y luego la desarrollan.
Como base común se podría decir que casi ninguna de las grandes facultades de comunicación del mundo apuesta por el componente gerencial. También es raro ver el emprendedurismo, o el entendimiento y la realidad de las nuevas tecnologías de la comunicación, incluyendo también la parte técnica de la realización y la producción audiovisual. No querer ver eso, significa tener ángulos muertos en la visión que imprimes a la disciplina.
En ese sentido, nos fue quedando cada vez más claro que la comunicación era un todo, donde el todo es más importante que la suma de las partes”.
Un plan con identidad propia
El Plan de Estudios que plantea el IE Universidad para el periodismo supone, sin duda, toda una revolución para el arcaico modelo educativo, eminentemente teórico, acrítico y estático.
"Creíamos más en una base humanística, el primero año, también muy de visión crítica de la comunicación, de observación fenomenológica, de estudiar conceptos, ideas, ver los agentes. Ver como desde un helicóptero el gran impacto e importancia que tiene la comunicación en la sociedad.
Hemos intentado ser muy ambiciosos y eliminar todo aquello que empieza por “estructura”, “fundamentos”, “principios”… y apostar por asignaturas que tiene más que ver con este nuevo entorno de comunicación. No creemos que las asignaturas deban ser estáticas.
Aunque hay otros precedentes, no estamos intentando copiar a otras facultades. Hasta la forma de diseñar el plan de estudios ha sido absolutamente global y atípica.
Nosotros decidimos que este modelo era insostenible con grandes catedráticos o gurúes o personajes de la vida pública que son más célebres por sus aportaciones divulgativas, que por su intelectualidad o su capacidad de gestión. Por eso, lo mejor era contar con gente joven, con gran potencial o incluso gente por descubrir. Fuimos a por gente menor de 35 años para la composición del claustro permanente”.
Órdago a la endogamia y la precariedad
En cuanto al mercado y la realidad laboral de los periodistas de hoy, Martín-Barbero no duda en dar un buen rapapolvo, tanto al sistema endogámico que nutre los medios de comunicación, como a la precariedad y la explotación reinante hacia el comunicador de nuestros días.
“Los periodistas no son contratados en el mercado laboral por periodistas, de la misma manera en que los docentes no son contratados de forma profesional. Es decir, en las universidades privadas en España, hay una improvisación y una falta de rigor que nos facilita el camino porque con hacerlo un pelín mejor ya estás creando una diferencia. Se trata de cuidar al capital humano y en no contratar a mercenarios. La planificación docente se hace en función de la necesidad de la institución, de la necesidad del docente.
En cuanto a escuelas de posgrado en periodismo el problema tremendo que hay es la endogamia, es decir, las escuelas de periodismo montadas por medios de comunicación, que lo que hacen es autonutrirse con una cantera de jóvenes a los que nunca van a llegar a ofrecer un contrato indefinido, lo que sí les resulta rentable, tenerles seis meses cubriendo vacantes. Y quien no entra por esa vía, tiene las barreras muy altas. En este sentido, nosotros no vamos a ´cerrar exclusivas de prácticas´ con ningún medio de comunicación u organización".
El valor de ser un buen comunicador
"Queremos gente con reflexión, con capacidad crítica, con liderazgo, con sensibilidad en lo privado y lo público de la comunicación, con capacidad de gestión y con clara orientación a la acción. Basta ya de que los comunicadores sean personas que dan asesoramiento, que facilitan, que abren puertas, pero que no dan el último paso. Queremos también pioneros, como nosotros mismos.
Hay que hacer una labor de convencimiento a los comunicadores de que ellos pueden ser capaces de gestionar, que también tienen que saber de números, o hacer las encuestas. No tiene por qué estar subcontratando todo aquello que ellos creen que es difícil y que cuanta más cosas asimilen, más valor le van a dar también a la profesión.
Nuestro papel en periodismo va a ser un periodismo por temas y crear periodistas especializados en áreas temáticas, no periodistas que valgan para todo porque si no, no le das importancia a su opinión. Y eso, es muy triste".
