El investigador principal del proyecto es el profesor Antonio Canedo Lamas. Explica que estudiaron cómo se procesa la información que proviene de los músculos, de los tendones y de las articulaciones. Así, un individuo que tiene deteriorada la información que procede de un músculo no sabe dónde se encuentran las posiciones relativas a las partes de su cuerpo, de manera que para moverse depende de
La gestión cerebral
El profesor Canedo manifiesta que el sentido más importante para la vida cotidiana es el de la posición y la regulación del tono motor, es decir, el grado de contracción muscular. Sin embargo, por encima de la médula espinal se sabe muy poco de cómo se procesa esa información.
El equipo de
La información de cada articulación se procesa por separado
Otro de los hallazgos del equipo de
El sentido de la posición y del movimiento no es un aspecto muy estudiado, puesto que los experimentos que hay que realizar con animales de laboratorio son muy complejos. “Se trata de registrar la actividad de células nerviosas que reciben información de los músculos y por encima de la médula espinal es muy difícil distinguir los efectos musculares de otros distintos, por ejemplo de los cutáneos, saber dónde se originan los efectos” -apunta Canedo-. El investigador resalta que se requieren técnicas específicas para llevar a cabo estudios electrofisiológicos, que son muy costosas en tiempo y requieren un gran esfuerzo de aprendizaje, lo cual resulta poco productivo desde el punto de vista del rendimiento científico.
El equipo de
Tal como explica el profesor Canedo, los sistemas vinculados con el equilibrio, la posición y el movimiento del cuerpo son muy independientes, de modo que cuando fallan son poco compensados por otros. De esta forma, “cuando hay una lesión en alguno de estos sistemas los síntomas son dramáticos” -resalta el investigador de
En general, existe un gran desconocimiento de los mecanismos que actúan en el procesamiento de esta información en el sistema nervioso central, por lo que los descubrimientos del equipo de
Junto a Antonio Canedo, conforman el equipo investigador Roberto Leiras, Miguel Domínguez, Patricia Velo e Francisco Martín-Cora.