«La investigación es un factor multiplicador de la calidad docente»

P.- ¿Cómo afronta este nuevo curso la Universidad que usted dirige?

R.- Como principio, la Universidad de Cantabria afronta el nuevo curso con el objetivo de seguir progresando bajo los principios de calidad en las funciones que la sociedad deja bajo su responsabilidad: formación de alto nivel, investigación y apoyo al desarrollo local y global a través de la innovación y la aplicación del conocimiento en nuevas iniciativas empresariales.

Ya en concreto, hay una serie de hitos de gran calado que la Universidad debe abordar a lo largo de este curso 2007-08. Por su interés social y su alcance el más relevante debe ser el necesario proceso de análisis y planificación que la incorporación al EEES exige, del que derivan la adopción de una adecuada oferta docente, acorde con las capacidades de la Universidad y la demanda de la sociedad, y la adaptación de la metodología para impartir las nuevas titulaciones.

Y para todo ello nuestra Universidad debe dotarse de un programa eficaz de gestión para los próximos cuatro años en el proceso electoral que este curso debe afrontar.

P.- ¿Qué opinión le merecen los cambios que introduce la reforma de la LOU aprobada por el gobierno?

R.- La reforma de la LOU ha resultado ser el fruto de un consenso de mejora buscando el equilibrio entre lo deseable y lo eficaz. Era necesario por un lado corregir algunos aspectos de la Ley que funcionalmente hacían un daño importante a la Universidad, como es el caso de los procesos de habilitación de profesorado diseñados en los que el resultado más relevante era la frustración generalizada de grandes profesionales. Por otro, no obligar al establecimiento de un nuevo marco normativo global para la Universidad española, porque ello necesariamente implicaría una desaceleración en el proceso productivo. Ante esto último debe considerarse que hace sólo 4 años que hemos terminado de hacer la vigente normalización estatutaria en cada Universidad.

La reforma ofrece un marco con capacidad de desarrollar iniciativas que conduzcan a una mejor respuesta, más flexible, a la demanda social, garantizando la autonomía universitaria. Sin embargo, se mantienen los fundamentos de la estructura organizativa y de gestión de las universidades, que se viene mostrando demasiado rígida para seguir ágilmente la evolución de esa demanda.

P.- ¿Es compatible la mayor dedicación a la docencia de los profesores con la realización de una actividad investigadora de calidad?

R.- Sin duda. No sólo compatible sino deseable. La capacidad docente de una persona representa transmisión de su conocimiento y el que mejor transmite cada persona es el que ella misma genera con su investigación. Así pues, la investigación es un factor multiplicador de la calidad docente. Con todo, hay profesores universitarios con mejores habilidades en una u otra faceta, docencia o investigación, y la organización debe saber optimizar sus capacidades diferenciales, reconociéndolas y valorándolas. La solución puede pasar por una mejor coordinación entre los proyectos docentes e investigadores de los grupos universitarios, en donde prime el trabajo en equipo, con capacidad de especialización en los  individuos.

P.- ¿En qué punto se encuentra la adaptación al EEES en su Universidad?

R.- En el punto álgido de la necesidad de planificar su adopción a lo largo de los tres próximos cursos (del 2008/9 al 2010/11). Para ello la Universidad de Cantabria inició hace cuatro años desde el Vicerrectorado de Calidad e Innovación Educativa un Plan Piloto que ha conducido a determinadas titulaciones, como Ingeniería de Minas o Historia, a estar ya plenamente integradas en las nuevas metodologías docentes basadas en el aprendizaje del alumno, y a que prácticamente la mitad del profesorado y todas las áreas de conocimiento hayan tenido ya experiencia directa en su implantación.

Por otro lado, a lo largo del curso 2006/07 pusimos en marcha desde el Vicerrectorado de Ordenación Académica y Profesorado un Plan Estratégico para la planificación de la oferta formativa que la Universidad debe poner en marcha en el seno del EEES. En su definición los agentes sociales, sistema productivo y administración van a jugar un papel fundamental, marcando los objetivos de la  formación que la sociedad demanda y colaborando en la definición de la forma de estructurar el proceso educativo para garantizar la formación en competencias, ya introducida en nuestra Universidad, y la integración plena universidad-empresa. 

P.- ¿Cree que se está llevando a cabo la reforma de forma correcta en nuestro país? ¿Considera que la comunidad universitaria está recibiendo la información suficiente para comprender un proceso de tal envergadura?

R.- En el plano global, España ha ido avanzando en su adaptación al EEES con un retraso de dos años respecto a la media de los países, cuarenta y seis, que lo forman. Ello se debe en parte al retraso en el inicio del proceso, pues las Universidades españolas estaban enfrascadas en la normalización estatutaria que les requería la nueva LOU. También por el mayor ajuste estructural de los procesos formativos que necesita hacer nuestro sistema al compararlo con los de otros, lo que ha provocado dudas en cuanto al modelo final más adecuado, hasta que finalmente se ha adoptado, hace poco más de un año, el propuesto:  cuatro años para el grado en todos los casos.

De cualquier forma, con la previsiblemente inmediata aprobación del decreto de titulaciones este tema ya debe quedar zanjado. Tenemos tres cursos para adaptarnos y de ellos, el primero, es casi simbólico pues ofrece escaso tiempo, entre la aprobación del decreto y la fecha marcada de presentación de propuestas de nuevos títulos por parte de las universidades, para tomar decisiones. Así que es muy importante concienciarnos de lo sustancial de este proceso: el cambio metodológico, y la adecuada planificación de la oferta y de sus contenidos.

Desde el Consejo de Coordinación Universitaria, antes, y el Consejo de Universidades, ahora, se ha centrado, fundamentalmente el debate en el  marco y la estructura intrínseca de las titulaciones de grado, master y doctorado, y se ha obviado lo que resulta fundamental para garantizar su éxito: la adecuación al cambio metodológico que exige el sistema. Y para ello resulta imprescindible la motivación del profesorado y la participación de los estudiantes,  como coprotagonistas del proceso. Ahí es donde el Ministerio debe focalizar su esfuerzo preferencial en apoyo de las universidades.

P.- Los expertos apuntan a que una de las principales debilidades de la universidad española es la escasa conexión entre lo académico y el mundo de la empresa, ¿palian ustedes de algún modo esta carencia?

R.- Para la Universidad de Cantabria reforzar los vínculos entre Universidad y Empresa es un objetivo prioritario, y en ese sentido trabaja de forma proactiva en diferentes frentes.

La Universidad de Cantabria cuenta con una prolongada tradición de alta colaboración con empresas e instituciones públicas en el establecimiento de convenios de cooperación en I+D+i, estando entre las cuatro universidades españolas con mayor capacidad de contratación externa por personal investigador, es decir en relación a su tamaño. Aun así, la Universidad sigue haciendo esfuerzos para  trasladar y potenciar su modelo de trabajo conjunto para la transmisión del conocimiento a través de asociaciones profesionales y colectivos empresariales.

La transmisión del conocimiento generado y su puesta en valor en iniciativas emprendedoras, spin-offs, es una de las actuales líneas que la universidad trata de potenciar con el apoyo de su Centro de Desarrollo Tecnológico (CeDeTUC), encuadrado en la red de Parques Científicos y Tecnológicos.

Finalmente, la Universidad de Cantabria intenta incorporar a las empresas en sus procesos formativos. Formación de posgrado en colaboración con empresas, como masters de especialización, incorporación de empresas en paquetes de formación especializada en últimos cursos de grados, o prácticas en empresas (hasta 2300 cada año, para una universidad que gradúa a unos 1700 alumnos) son acciones en continuo proceso y expansión. Además representantes empresariales forman parte de las comisiones de seguimiento en las titulaciones universitarias. Esta labor deberá aún potenciarse más para difundir adecuadamente la oferta formativa ante el EEES.

P.- Y siguiendo con los puntos débiles de nuestra Universidad, hablemos de investigación, ¿qué iniciativas se están llevando a cabo en su centro en este sentido?

R.- La Investigación no es un punto débil de la Universidad española, y no lo es en particular en la Universidad de Cantabria. La Universidad española alcanza el 70% de la producción científica española que en su conjunto es la novena potencia mundial. El problema, el punto débil, está en la transmisión de esa capacidad de conocimiento generado (investigación básica) al tejido productivo en procesos de investigación aplicada, innovación y desarrollo. Es decir, necesitamos conectar adecuadamente universidad y tejido productivo y trabajar conjuntamente. Ambas partes deben esforzarse en potenciar la colaboración para garantizar la adecuada competitividad a la sociedad que garantice el desarrollo de éste.

En este sentido, como país debemos hacer un esfuerzo. Es necesario potenciar la financiación de I+D+i hasta alcanzar valores competitivos (3% del PIB como objetivo, que era el de Lisboa), incentivando adecuadamente la participación del sector privado, menos proactivo que el sector público en este momento. Con ello se debería estructurar bien los grupos de investigación del país, potenciando la incorporación de investigadores con visión de transmisión, incentivando ésta, y generando puestos de técnicas de apoyo a niveles equivalentes a los de otros países con los que queremos competir.

La Universidad de Cantabria tiene una buena actividad en todos los frentes de investigación, así en el año 2006 ha conseguido para ella una financiación equivalente al 28% de su presupuesto anual, de la que el 60% es bajo contratación externa. Ha creado su propia plantilla de investigadores, aprovechando al máximo las posibilidades que los programas ministeriales (Ramón y Cajal, I 3…) ofrecen. Pero….,  queda aún mucho por hacer. Y en ello estamos.

Perfil

Federico Gutiérrez-Solana Salcedo fue elegido rector de la Universidad de Cantabria en 2003, aunque fue Rector en funciones desde marzo de 2002.

Antes, ha sido Vicerrector de Planificación y Desarrollo (2001-2002), Vicerrector de Profesorado (1999-2001) y Director de la Escuela Técnica Superior de Caminos, Canales y Puertos de la UC (1986-1994)

Catedrático de Ciencias de los Materiales e Ingeniería Metalúrgica de la Universidad de Cantabria. Natural de Bilbao, inició sus estudios en la Universidad Politécnica de Madrid, a cuya Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos llega el 13- era martes- de octubre de 1970, consiguiendo el título en el curso 74-75 con calificación de Sobresaliente.

Además de haber ejercido como profesor en varias universidades tanto de ámbito nacional como internacional, el actual rector de la UC ha llevado a cabo una prolífica actividad investigadora, centrada en el comportamiento mecánico de los materiales (modelos micro-macroscópicos), en la integridad estructural y en la evaluación de fallos estructurales. Asimismo, ha editado más de 160 publicaciones científicas, 80 de ellas de ámbito internacional.