En el 2006, por primera vez, el porcentaje medio de empleo indefinido entre los nuevos contratos superó los dos dígitos, al situarse en el 11,75%. Y, el análisis de los efectos de la reforma entre las comunidades reflejó que al grupo de cinco autonomías -Madrid, Cataluña, Baleares, Canarias y La Rioja- que superaron en el 2005 las 10 colocaciones indefinidas por cada 100 suscritas, se sumaron otras ocho -Aragón, Comunidad Valenciana, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Navarra, Galicia y Cantabria-.
Balances anuales
La comunidad de Madrid consiguió de nuevo la mayor tasa de estabilidad, con un 17,69%, seguida de Cataluña, con un 16,49%. En Baleares, el porcentaje fue del 13,20%; en Aragón, del 13,01%; en la Comunidad Valenciana, del 12,38%; en Canarias, del 12,32%; en La Rioja, del 12,08%; en Castilla y León, del 11,69%; en Asturias, del 11,35%; en Castilla-La Mancha y Navarra, del 11,17%; en Galicia, del 11,15%; y en Cantabria, del 10,99%. La ciudad de Melilla también superó el 10% al conseguir una tasa del 10,67%.
Extremadura y Andalucía volvieron a colocarse, al igual que en años anteriores, al final de la lista, con unos índices del 5,92% y 5,96%, respectivamente. Por encima de ellas estuvieron el País Vasco, con un 9,39% y Murcia, con un 9,96%. Ceuta se quedó con un 9,66% de estabilidad.
El informe del SPEE especifica también el comportamiento de las provincias. En él destaca Huelva, que se consolidó como la peor de todo el Estado, pese a pasar de 2,11 a 3,39 contratos fijos por cada 100 suscritos. En el otro extremo estuvo Girona que subió su porcentaje del 13,73%, registrado en el 2005, al 19,42%, el mayor del 2006.
Con independencia de la reforma laboral aludida, los sucesivos balances anuales desvelan que el último impulso eficaz para el fomento del empleo fijo databa de abril de 1997, ocasión en la que las organizaciones empresariales y sindicales más representativas pactaron otra serie de cambios con el visto bueno del Gobierno, que en aquella época era del PP. Desde entonces hasta julio del 2006, la tasa habitual de contratos indefinidos creados, que antes no superaba el 3%, se situó entre el 8 y el 9%.