En concreto, se han utilizado 31 contenedores de transporte marítimo de una gran resistencia, ya que cada uno de ellos puede soportar hasta 38 toneladas de carga. En su alzado, de dos plantas, se han dispuesto también materiales de reciclado procedentes básicamente de demoliciones, que se han destinado sobre todo a la cimentación y el revestimiento.
El resultado es un edificio totalmente ecológico, en el que hasta el agua de riego procede de la lluvia. Estéticamente, y dada su proximidad al Jardín Botánico, se ha resuelto el exterior con una alegoría de las cuatro estaciones. Con ello se ha conseguido un toque de originalidad y de ruptura de la imagen convencional de las fachadas de los centros.
Permitirá a la UMA disponer de un nuevo espacio expositivo en pleno campus (se inauguró con una muestra sobre el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin). También incluye un lugar para investigación y prácticas del Jardín Botánico, un Punto de Información Universitaria para alumnos (PIU), un espacio para la cátedra Unesco de Comunicación, otro para tres grupos de investigación sobre estudios de género (la Asociación de Estudios Históricos de la Mujer y el Seminario Interdisciplinar de Estudios sobre la Mujer, entre ellos) y otro para la centralita de telefonía de la Universidad.
El nuevo edificio ha sido financiado por la Fundación General de la Universidad de Málaga con un total de 600.000 euros. Su arquitecto ha sido Alberto Campo-Urbay.
Fuente: La Opinión de Málaga