El Grupo de Investigación en Métodos Electorales de la Universidad de Granada, liderado por Victoriano Ramírez, propone un sistema de recuento basado en la Ley de D’Hont pero con un cómputo triple que mantendría algunos de los efectos deseados en el actual sistema (la representación de los nacionalismos y la gobernabilidad) pero con un representación más proporcional para las fuerzas minoritarias. Las distorsiones del sistema de atribución de escaños han motivado en algunas formaciones como IU una crisis interna e internautas afines a la coalición se están movilizando para recordar que un escaño para ellos cuesta 481.000 votos, por los 66.000 del PP o los 65.000 del PSOE en estas últimas elecciones.
En el sistema propuesto por la Universidad de Granada primero se modifica el número de escaños en alguna circunscripción, como explica El País, y a partir de ahí se realiza el recuento en tres fases. En la primera se reparten 350 escaños por circunscripciones, como ahora, atendiendo a la búsqueda de la representación por provincias. Luego se ponen en juego otros 30 diputados con el criterio de una circunscripción única.
La fase de la "gobernabilidad"
En una tercera fase entra el componente de la “gobernabilidad”, es decir, ayudar a la formación de un gobierno estable favoreciendo al partido más votado. Aquí se pondrían en juego otros 40 diputados y también se repartirían con una circunscripción única. El reparto se establece a partir de los sufragios de cada partido elevados al cuadrado, lo que beneficia a los dos grandes partidos, PSOE y PP. o sea, se multiplica por sí mismo. Los que han sacado 11 ó 10 millones de votos (PSOE o PP) se verán beneficiados sobre los más pequeños. Así pues, los 40 diputados extra serán, normalmente, para los dos mayoritarios. Si el porcentaje de votos obtenidos entre uno y otro es superior a un 6% aproximadamente, los 40 diputados irían para el vencedor. Si la diferencia es menor de ese 6% se los repartirán.
Otros alternativas: listas cerradas-desbloqueadas
En este caso sería una ligera del sistema de reparto actual, aunque Victoriano Ramírez también ha participado en discusiones sobre otros modelos, como el de las listas cerradas pero desbloqueadas. En este caso el elector puede votar a un partido pero eligiendo dentro de ella al candidato y su orden. Así se acabaría con los diputados paracaidistas, que llegan a una determinado circunscripción por motivos estratégicos, pero también aumentan las posibilidades de que los candidatos empleen estrategias personales y llamativas para atraerse el voto.
Movilización en la red
Simpatizantes de IU y después de que la coalición haya sido una vez más la principal damnificada en el reparto de las últimas elecciones, están haciendo circular por internet una campaña para recoger firmas y cambiar la ley electoral. Explican que mientras que al PSOE y al PP un escaño les cuesta 65.000 y 66.000 votos respectivamente, a Izquierda Unida le supone 481.000.
Fuente: Elplural.com