Las universidades de la Comunidad de Madrid registraron en 2009 un total de 152 patentes, frente a las 85 de las catalanas, mientras que el año pasado, las universidades madrileñas registraron 127 patentes, un 16 % menos, y las de Cataluña 74, un 12 % menos.
Sin embargo, los datos de las universidades de estas dos autonomías contrastan con el crecimiento en otros centros, especialmente la Universidad de Málaga, que, en 2010, con 24 patentes creció un 200 %; la Universidad Miguel Hernández de Elche con diez solicitudes creció un 233 %; la de Castilla la Mancha, 19 y un 138 % y la de Extremadura, 15 y un 88 %. La Universidad Rovira i Virgili de Tarragona creció un 200 % (3 solicitudes de patente), la de Castilla la Mancha un 138 % (19) y la UNED un 150 % (5).
Según los datos del informe, ninguna universidad española está entre las 73 primeras del mundo en contratación de licencias de sus propias patentes.
José Isern, director del estudio, indica que «una de las razones por las que nuestras universidades no lideran el ránking europeo de patentes es que no se han potenciado como patent trolls, algo que incluso el Gobierno francés está haciendo con subvenciones, a fin de que las universidades innovadoras sumen patentes y recursos legales y comerciales con el fin de buscar en el mercado posibles infractores de sus derechos y/o potenciales socios comerciales a la hora de cerrar contratos de licencias».
A su juicio, «para que nuestras universidades mejoren su capacidad innovadora hay que tomar la firme decisión de querer innovar, proteger la innovación y moverla legal, comercial e industrialmente para rentabilizar el esfuerzo económico y potenciar los departamentos de I+D+i de las universidades».
Las universidades que más patentes internacionales solicitan a nivel mundial son la de California, la de Tejas, el Massachusetts Institute of Technology y la Universidad de Tokio.