La nueva medida es para toda la carrera y da la posibilidad de estudiar en 46 países. En España, según los últimos datos disponibles, en el curso 2004-2005, recibieron beca del Ministerio de Educación 300.000 universitarios, aproximadamente el 20% del alumnado, según una información publicada en el diario El País.
"Debemos incrementar la movilidad de los estudiantes, pero para todos, no sólo para algunos privilegiados. Todos los estudiantes deben tener la oportunidad de estudiar en otro país", aseguró el ministro de Educación británico, Alan Johnson.
La implantación de esta medida será de forma gradual y por el momento, las únicas ayudas españolas, aparte del Erasmus, que se pueden disfrutar en otro país europeo serán a partir del año que viene los llamados préstamos-renta (es decir, que se devuelven cuando se alcance un nivel mínimo de ingresos) para cursar un máster. Pero el objetivo es que ocurra lo mismo con todas las becas.
Por otro lado, a pesar de los avances hechos desde la firma hace ocho años de la Declaración de Bolonia en aspectos como la movilidad, en la cumbre se han destacado las carencias que aún hay que solventar. Según El País, la declaración final, además de la exportabilidad de las ayudas, fija como prioridad para los próximos años que los gobiernos garanticen los visados de estudiantes y permisos de residencia y de trabajo (para doctorandos). Estos problemas los encuentran, sobre todo, los universitarios de los países que no son miembros de la UE.
Bolonia para todos
Por su parte, la ministra de Ecuación española, Mercedes Cabrera, expresó su "total acuerdo" con la idea "Bolonia para todos" lanzada por la delegación de Bélgica, país que será anfitrión de
Según Cabrera, los incentivos a los estudiantes no han de ser sólo económicos, sino que también deben consistir en "quitar los obstáculos administrativos como la concesión de visados y permisos de trabajo en su caso".
La ministra también recordó que, entre los horizontes del llamado Proceso de Bolonia, no sólo está Europa, sino la capacidad de las universidades europeas de ser atractivas para otros sistemas, como el iberoamericano.
Al término del encuentro de ministros, la Conferencia emitió un informe sobre el grado de adaptación de cada país al Proceso de Bolonia, en el que España se encuentra en los puestos de cola.