Un estudio de la Universidad de Duke demostró que los corales comen plástico porque les resulta sabroso. "Los corales de nuestros experimentos comieron todo tipo de plásticos, pero prefirieron los microplásticos no degradados por una diferencia triple en comparación con los microplásticos cubiertos de bacterias", dijo en un comunicado Austin S. Allen, estudiante de doctorado en la Escuela de Medio Ambiente Nicholas de Duke. "Esto sugiere que el plástico en sí contiene algo que lo hace sabroso".
"Cuando el plástico proviene de la fábrica, tiene cientos de aditivos químicos. Cualquiera de estos químicos o una combinación de ellos podría estar actuando como un estimulante que hace que el plástico sea apetitoso para los corales", dijo Alexander C. Seymour, analista de sistemas en el Centro de Robótica y Teledetección Marina de Duke, quien codirigió el estudio con Allen.
Ambos añadieron que los microplásticos comenzaron a acumularse en los océanos hace cuatro décadas y ahora son ubicuos en el medio marino. Por eso, constituyen una gran amenaza para la alimentación de animales marinos, incluidas muchas especies de aves, tortugas, peces, mamíferos marinos e invertebrados.
"Descubrimos que los corales comían todos los tipos de plástico que ofrecíamos y, en su mayoría, ignoraban la arena", dijo Allen.
Al menos 180 especies de animales marinos figuran registrados por haber consumido plástico. Un tercio de los peces capturados en el Reino Unido portan plástico, incluyendo los que consumimos habitualmente. Tambien los más favoritos, como mejillones o langostas.

Plásticos tanto en aguas profundas como superficiales o de la plataforma terrestre
Todo ello es debido a la enorme cantidad de plástico que hay en el océano. Un análisis sugiere que los organismos bentónicos ( de aguas profundas) pueden consumir hasta 138 veces más, dada su distribución en el sedimento.
“Los peces tienen habilidades perceptivas y sensaciones muy diferentes a nosotros“, dice Matthew Savoca en el Southwest Fisheries Science Center NOAA en Monterey, California. Matthew Savoca y sus colegas del Centro Acuático NOAA en Monterey, California. han llevado a cabo un estudio y han demostrado que algunos tipos de peces y aves son atraídos al plástico por su olor. Específicamente, los relacionados a un compuestos dimethy sulfide (DMS por sus signos en inglés).