Las obras expuestas, realizadas en todos los soportes, aunque con predominio del vídeo, se dividen en tres proyectos comisariados y varios independientes que, aprovechado que por primera vez la feria se celebra en la calle, se exponen dentro de 26 contenedores marítimos de carga.
El principal apartado es el dedicado al terrorismo poético, que reúne a 24 artistas de vídeoarte de todo el mundo con el deseo común de "acercarse, poética, abstracta o simbólicamente, a un tema que concierne a todos y que todos deseamos que desaparezca", asegura la comisaria del proyecto, Elga Wimmer.
Entre las obras se encuentran las de la rusa Olga Kisseleva, la canadiense Carolee Schneemann, el colombiano Juan Manuel Echavarría, o el español Alfred Porres, que expone una vídeo-proyección de un discurso distorsionado del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, un mes después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Dentro del segundo apartado del FEM, titulado "Campos de fuerza", cuatro artistas cubanos abordan "el incremento de la seguridad, la vigilancia y los controles que los gobiernos llevan a cabo con la excusa de que hay que estar preparados para una amenaza terrorista", explica Alexis Callado, comisario del proyecto junto a María Díaz.
Además de las obras expuestas dentro de estos dos proyectos, el FEM, que tiene respaldo de la Fundación Temas de Arte y de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, ofrece un apartado con las últimas creaciones de la asociación Rojo, una organización independiente dedicada a la promoción del arte y la creatividad con sede en Barcelona y Sao Paulo.
El festival, cuyo objetivo es servir de plataforma a los jóvenes artistas, también contará con varios proyectos independientes de fotografía, pintura, videoarte e instalación como los de los españoles Juan de Marcos, Keko Buenavista, Juan Ugalde o Ruth Baza.