En una prueba realizada en laboratorio, los pececillos demostraron no solo ser capaces de diferenciar entre números pequeños como 4 ó 8, sino que pudieron “contar” cantidades tan grandes como cien o 200. Obviamente, un universitario medio supera eso, pero no es más listo que un pez si tiene que diferenciar entre dos cantidades muy similares.
Como un universitario más
Los científicos compararon la habilidad de los peces con la de un grupo de 25 estudiantes universitarios. Los estudiantes debían determinar la diferencia entre grandes números en dos segundos, sin parar a contar las formas. Los humanos demostraron una habilidad numérica mayor que los peces, como era de esperar, pero, y aquí viene la sorpresa, tuvieron un número de fallos parecido cuando intentaban juzgar las diferencias entre cantidades cuyos ratios eran pequeños, como 2:3 ó 3:4.
No es la primera vez que estos peces demuestran sus habilidades con los números. Y no solo ellos. Durante la última década, numerosos estudios han documentado que la competencia numérica no es únicamente humana. Los estudios de campo han demostrado que la capacidad de procesar la información numérica es ventajosa en varios contextos ecológicos, mientras que las investigaciones de laboratorio han aportado pruebas de rudimentarias habilidades numéricas en mamíferos, aves, anfibios, peces e insectos.
Fuente: ABC