Mientras los políticos se enfrentan por la trascendecia o no del cambio climático y las universidades se enbarcan en seminarios y congresos relacionados con el tema, los madrileños pueden contemplar de primera mano, los efectos de un otoño seco y sin lluvias. Los ecologistas denuncian que se están superando los niveles de contaminación admisibles de forma alarmante y el Ayuntamiento no informa debidamente. Para el Consistorio la contaminación oscila entre el nivel bajo que por ejemplo ayer, registraron 19 de las 27 estaciones de medición, y el nivel medio que marcaron el resto, según informa el Consistorio en la web.
Sin embargo, expertos, ecologistas y ciudadanos de a pie no comparten estos datos. Sólo hace falta mirar al cielo para ver que la "boina" que cubre la capital es cada día más instensa.
Esta controversia entá poniendo en entredicho a Roberto San José, catedrático de la Universidad Politécnica, autor del modelo de predicción. Su contrato con la empresa Sice (de ACS) para predecir la contaminación en Madrid le ata, pero a la vez no puede respaldar la predicción siempre errónea que le atribuye el Ayuntamiento de Madrid en su web.
"Ellos deciden qué información hacen pública", afirma el catedrático en una información publicada en el diario El País.
"Mi modelo lo ejecuta Sice y el Ayuntamiento recibe una predicción por aglomeraciones y por horas muy precisa. Ellos me dan las emisiones previstas, pero si son más bajas de lo que luego ocurre, yo no puedo hacer nada", relata en una conversación en la que se desmarca de la predicción oficial y resalta que el pasado sábado él predijo niveles muy altos de óxidos de nitrógeno en toda la ciudad. Sin embargo, el Consistorio le atribuyó un nivel admisible de estos contaminantes, producto del tráfico y tóxicos para los pulmones.
San José, con prestigio internacional en la materia, se juega su imagen. Su grupo tiene contratos similares con empresas y otros ayuntamientos para predecir la contaminación. En realidad, nadie en el sector cree que él pueda predecir niveles aceptables de contaminación en días como los de la semana pasada, en los que se han triplicado.
